Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Miren, no miento si les digo (inaudible), pues preferí orientar mis esfuerzos a ayudar a la Universidad a que se fuesen restañando heridas, que nos olvidáramos de agravios y que, sobre todo, aprendiéramos todos a respetar la autonomía de esta Universidad.
Y hoy, hoy espero no equivocarme, pero yo le digo ahora a la comunidad universitaria, a los cuatro ex rectores que aquí nos acompañan, pues que misión cumplida, que hoy, hay ya una mejor relación de respeto recíproco, lo que a mí me tocó del gobierno federal con la Universidad de Guadalajara.
Como también se vislumbran ya los tiempos así, nos señalan una mejor relación con las autoridades estatales. Por eso, yo aplaudo la consigna de que el rector no está solo, nunca ha estado solo, y no se trata nada más del actual rector, que es nuestro amigo.
Yo creo que esté quien esté al frente de la Rectoría de la Universidad, en este país no podemos darnos el lujo de dejarlo solo al rector o rectora de la Universidad de Guadalajara, por todo lo que representa. Es la historia de la educación superior, en el país no se puede concebir realmente sin el aporte de la Universidad de Guadalajara.
Ya el rector ahora nos hizo una remembranza de cómo ha crecido la universidad, cómo incluso lo ha hecho de manera ordenada, 329 mil 680, esos son los alumnos, una matrícula de esa magnitud sin perder la esencia de la Universidad es digno de aplaudir y digno de reconocer.
El que sea la Universidad de Guadalajara el espacio donde el 20 por ciento de los jóvenes, de los 380 mil jóvenes más-menos que están en el primer quintil de ingresos, que ese 20 por ciento esté formándose aquí, en la Universidad de Guadalajara y ya no nada más en el campus central o en la sede, sino está ya prácticamente en todo el territorio del estado de Jalisco.
Por eso, pues quise estar aquí, venir a disfrutar los murales de don José Clemente Orozco. En serio, yo y se los digo con toda franqueza, pues soñé toda mi vida con un momento como ese.
Conozco parte de la historia de la Universidad, claro que sé que históricamente aquí se reflejó la disputa en esa época, entre liberales y conservadores y sé que el primer rector Enrique Díaz de León, 1925, nombrado en aquella época cuando designaban a los gobernadores en turno, todavía no existía el respeto a la autonomía por el gobernador José Guadalupe Zuno, si mal no recuerdo.
Ahora han cambiado los tiempos. Esta es una Universidad plenamente consolidada, moderna, ejemplo nacional e internacionalmente, que no se nos olvide nunca y que no se acabe nunca la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
Que no termine nunca el respeto a los orígenes de la Universidad, sustentadas en un pensamiento de avanzada para esa época y que se vino consolidando a lo largo de los años.
Miren, quién de nosotros va a olvidar algún día que Salvador Allende pronunció uno, el que él decía incluso decía que era el más importante, el más hermoso de sus discursos. Y tantos hombres ilustres mexicanos y extranjeros han estado aquí en esta Universidad, no nada más en el Paraninfo, sino en las aulas universitarias.
Por eso, ha sido realmente un semillero de pensamiento político, más allá de la formación de nuestros jóvenes, la Universidad de Guadalajara, seguirá sin duda siendo un referente educacional, social, político, cultural. Esa es la transcendencia de la Universidad.
Por eso, yo quise venir emocionando, aunque llegué tarde, les pido una disculpa, porque no siempre las conexiones aeroportuarias funcionan muy bien.
Y quiero hacer un paréntesis para aprovechar y felicitar a una joven universitaria, egresada también de la escuela pública, a Luisa María Alcalde Luján, que hoy acaba de ser designada como secretaria de Gobernación.
Luisa María es una digna representante de esta generación de jóvenes mexicanos, talentosa, formada y yo sí quiero, con toda franqueza aquí, desde este hermoso espacio, desearle el mayor de los éxitos al frente de la Secretaría de Gobernación.
Desearle, si a ella le va bien, si ella aplica su talento a construir y a conservar la gobernabilidad en este país, pues sale ganando México y eso es lo que imponen estos tiempos, son tiempos de unidad, son tiempos de reconciliación, de trabajar todos juntos en la búsqueda de un objetivo común que es la construcción de un mejor país.
Yo también quiero reconocer a la Universidad de Guadalajara por el aporte que realiza a la sociedad, no nada más en Jalisco, sino de toda esta región del país. Se dice fácil mantener y tener en operación dos hospitales civiles y ya, a casi nada, de que entre en funcionamiento el tercero, ahora en Tonalá, creo.
Ya no me va a poder invitar el rector, porque lo van a acusar de actos anticipados de no sé qué cosas.
Miren, lo voy a platicar como anécdota, me tocó hace unos ocho meses, encontrarnos en la Ciudad de México, algunos me dijeron que ese día fui demasiado duro, no pues, yo le hablé con la franqueza y le dije: “usted confíe, las cosas van a cambiar en la Universidad, pero también yo no puedo hablarle con mentiras; le ofrezco, pues la mano extendida para que entre todos busquemos una salida para la Universidad”.
Eran los convulsos días de la protesta de los jóvenes que, por cierto, por aquí están esta mañana y el rector me dijo: ‘Oiga, pues es que son mis alumnos, yo no los puedo dejar solos. Si me tengo que ir con ellos a acompañarlos ahí, donde quieren me voy a ir, pero no puede seguirse cometiendo una injusticia contra el más elevado, contra el menos elevado de los integrantes de la comunidad universitaria’.
Le ofrecí en aquella ocasión que íbamos a enviar a un equipo de abogados que estuviera pendiente, porque, pues a veces los jueces en este país y esa es una de las asignaturas pendientes, pues hay que apostarle a renovar el Poder Judicial.
Todavía en la mañana de la audiencia estaba con el temor de que no le concedieran la medida cautelar. Ahora les pregunté y me dijeron que todavía no termina el proceso; pero igual, nunca más, nadie perseguido o amenazado por defender sus ideas políticas y menos aquí en Guadalajara, menos contra un integrante de la comunidad universitaria.
A eso quise venir esta tarde, a reconocerles a todos y a cada uno de ustedes, a rendirles un homenaje al trabajo, a lo mucho que ustedes le han aportado, no nada más a Jalisco, le han aportado al país y sirvan estas palabras, no tuve el privilegio de conocerlo personalmente, conversamos vía telefónica en una o en dos ocasiones, con don Raúl Padilla, pero yo aquí aprovecho para rendirle también un homenaje.