Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.
Estoy emocionado por estar aquí en Juchitán, porque este es el corazón, se los decía a Toral hace un rato, es el corazón del México profundo. Aquí se vive México, es para mí un orgullo venir aquí a encontrarme con todos y cada uno de ustedes.
Hace un momento, Irma Pineda que es zapoteca, del Barrio de Pescadores de la Séptima, me decía, me platicaba que anoche había llovido y que hoy se festeja el Día de San Juan, que es el amo del agua, el Señor del Agua, San Juan Bautista y que, como había llovido y yo era tabasqueño, pues ya iba a decir que soy un hombre del agua. Anda poética hoy, porque eso es un verso de un poeta, Carlos Pellicer.
Yo quiero agradecerle a ella, a Toral, al diputado Irán, la generosidad de la convocatoria, el que ellos y otro equipo de compañeros nos hayan convocado para estar reunidos esta fresca tarde en Juchitán.
Les decía: bueno, y ¿por qué no fuimos como siempre a la plaza pública? Me dijo: queríamos que fuese distinto; queríamos primero, caminar junto con usted, porque con usted vamos por el camino seguro.
Y después, había tanto sol ayer, no se pronosticaba fresco, que preferimos estar aquí bajo techo con los compañeros, pero él ya me ofreció que antes del fin de año vamos a regresar a Juchitán, vamos a ir, como siempre a la plaza principal, a rendir un homenaje a todos y a cada uno de los juchitecos, porque el pueblo juchiteco es de primera, es excepcional y lo menos que nosotros podemos hacer, es reconocerlos a ustedes.
Y entonces, le dije: pues, vamos a caminar, pero al término de aquella caminata, vamos a ir al mercado a comernos un Pollo Secretaria, en la bolsa. Eso es México, nuestra gastronomía, la manera en la que nos alimentamos. Esa no la hay en ninguna parte del país.
Miren, yo quiero mucho a Juchitán, porque ustedes no lo saben, pero yo aquí, más allá de Tabasco, aquí di mis primeros pasos en política, desde hace ya mucho tiempo y aquí me tocó en el 2005 coordinar la campaña a la Presidencia de Andrés Manuel López Obrador y nos trataron de manera excepcional, eran los tiempos, imagínense ustedes, creo que gobernaba un mapache, Ulises Ruiz, creo que era el que gobernaba en esa época.
Y nos tocó muchos años después, venir a Oaxaca con Andrés Manuel López Obrador a recorrer todos los municipios del estado. En aquella época tocó también hacer campaña con alguien que después se perdió, se alejó del movimiento, por decirlo elegantemente, de Gabino Cué.
Y viene hace seis, siete años, me tocó, algunos de ustedes lo recuerdan, hace rato hice precisamente un recuerdo por Félix Serrano de Ixtepec, que falleció hace algunos años.
Cuando me tocó hace seis, coordinar las campañas por la campaña de Salomón en aquella ocasión, Félix y tanta gente de aquí del Istmo, de Matías Romero, de Ixtepec, de Juchitán, de Salina Cruz nos tendieron la mano y desde aquella vez con ellos, yo guardo una amistad entrañable.
Félix incluso me acompañó, él y Rosendo, me acompañaron a Tabasco en mi campaña para gobernador. Por eso, yo no olvido nunca a la gente del Istmo, por eso yo no olvido nunca a la gente de Juchitán. Muchas gracias, de verdad.
Ahora, Oaxaca vive un tiempo distinto, es el nuevo amanecer de Oaxaca. Se acabaron, ya se fueron para siempre los caciques, los que pensaban que el estado era herencia familiar, ahora le toca al papá, mañana le toca al hijo, pasado mañana le toca al nieto. Esos ya se fueron, porque ustedes los mandaron muy lejos, es la hora del cambio en Oaxaca y aquí aprovecho para decirlo, porque a mí no me gusta decir las cosas a escondidas.
Yo puedo tener, que las tengo, diferencias políticas con Salomón, pero Salomón es un compañero del movimiento, es un compañero que, como cualquiera inició desde abajo, desde muy jovencito. Podemos tener diferencias de opinión, de criterios, pero tenemos que ir todos juntos por Oaxaca.
Este es el momento de la transformación de Oaxaca, él tiene que asumir su responsabilidad, pero el pueblo tiene que apoyarlo, porque es el gobernador que los oaxaqueños, las oaxaqueñas, por una inmensa mayoría eligieron. La responsabilidad histórica de hacer las cosas bien es de él, pero vamos juntos, vamos unidos, porque este movimiento no le puede regatear a ninguna compañera, a ningún compañero.
Si nosotros construimos esto junto a Andrés Manuel López Obrador, no podemos permitir que el movimiento se divida, porque en el momento en que nos dividamos vamos a perder para siempre y entonces sí, todo lo que se ha conseguido de transformación de México, se va a ir al caño.
Por eso quise venir aquí, a platicar con ustedes esta tarde en Juchitán. Les platico, hace ya tres semanas, el Consejo Político Nacional de Morena y el Comité Nacional emitieron una convocatoria y nos convocaron a cuatro compañeros y nos nombraron delegados nacionales para la construcción de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.
Y nos pidieron que fuésemos a todos los rincones del país a celebrar asambleas informativas como esta, para que los mexicanos sepan en qué consiste la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.
Yo aprovechó aquí, primero para saludar la presencia y la participación de los adultos mayores, de Juchitán, de Asunción Ixtaltepec, de Mixtequilla, de todos y cada uno de ustedes. Muchas gracias a los adultos mayores por estar aquí esta tarde, porque la esencia de este movimiento son los adultos mayores.
Miren, hace muchos años acompañábamos al hoy presidente, en 2005, más o menos, octubre del 2005, estábamos ahí en Jalapa, la que es de usos y costumbres, Jalapa de Díaz, creo que se llama y se acercó un campesino humilde.
Y le dijo: “Oiga, licenciado, yo le quiero platicar algo, ayúdenme”. “A ver dime”. Entonces, le dijo que él tenía 73 años, que su esposa tenía 71, que ya no podían trabajar la tierra, su parcelita, porque ya ahora, incluso uno de sus hijos se encargaba de eso y que alguien le dijo que todos los adultos, no lo dijo así, lo dijo con otras palabras, todos los viejitos tenemos derecho a una pensión.
Allá fue a una oficina, que le dijeron que era del Seguro Social y su sorpresa fue que, cuando llegó ahí le preguntaron: “Sí, está bien dime dónde trabajaste, en qué empresa trabajaste, quién era tu patrón” y que él le dijo: “No, pues yo con trabajos sé escribir y medio leer, cómo cree que yo iba a tener un patrón o a trabajar en una empresa. Yo trabajaba mi tierrita y a veces salía el maíz o el frijol.
Y que le contestaron estos: “No, pues no tienes derecho, porque aquí nada más los que hayan sido empleados” y se regresó triste a su casa. Le dijo el presidente: “Mira, ten fe. Vamos a ganar el próximo año y yo así, como lo hice en la Ciudad de México, voy a instaurar la pensión alimenticia para los adultos mayores de todo el país”.
Pero resulta que le hicieron fraude, que le robaron la presidencia, que impusieron a Calderón. Tuvimos que esperar otros seis años, tiempo que se dedicó Andrés Manuel López Obrador a recorrer pacientemente por todo el país, a encontrarse con ustedes, con el mismo compromiso va a haber pensión para los adultos mayores.
Vino la elección del 2012 y la televisión impuso un presidente, hasta lo metieron con las telenovelas ¿no? Y tuvimos, otra vez, que acompañar a Andrés Manuel a los pueblos, casa por casa, plaza por plaza, municipio por municipios, pueblo por pueblo y llegó el 2018.
Y otra vez, el compromiso con los adultos mayores de este país y ahora sí, la gente se volcó, más de 30 millones de mexicanos llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. ¿Y qué creen que hizo Andrés Manuel López Obrador en la primera semana de diciembre del 2018, cuando ya tomó posesión de la presidencia?
Presentó una iniciativa para que se hiciera ley y fuera obligatoria la pensión universal para los adultos mayores en este país y se hizo una reforma constitucional para que suceda lo que suceda, el año que sea, los adultos mayores sigan recibiendo su pensión.
Pasaron más de cien años hasta que hubo justicia para todos aquellos mexicanas y mexicanos que entregaron su vida para construir este país, porque aún el más modesto de los agricultores y de los campesinos, que trabajó la tierra, que se dedicó a cuidarla, a cosechar sus frutos, con eso contribuyó a engrandecer a México, con eso contribuyó a hacer patria. Por eso es el reconocimiento, el homenaje a los adultos mayores.
Y miren, hay que estar abusados, porque ya se acercan los tiempos electorales. En septiembre de este año inicia el proceso electoral y ya andan en la televisión, en los periódicos diciendo aquellos, los dinosaurios que todavía mueven la colita: “Ah, ¿ustedes creen que va a seguir la pensión alimenticia después de que se vaya Andrés Manuel? No, la van a desaparecer.
Pues, ¿saben una cosa? Es una mentira. La pensión para nuestros adultos mayores no nada más no va a desaparecer. A ver, ¿cuántos hay aquí que reciben su pensión hoy? ¿Saben de a cuánto es la pensión? ¿De cuánto? De cuatro mil 800. ¿Y saben qué va a pasar el año próximo? Va a ser de seis mil. Tengan para que aprendan, esos que andan diciendo que ya se va la pensión.
Los que se van, ahora sí en definitiva son ellos, porque aquí la gente, el pueblo está con la Cuarta Transformación de la vida pública nacional. Pero ya todo, los dueños del dinero, todo lo quieren convertir en cosa política.
Miren qué está sucediendo conmigo. Yo ando recorriendo el país, ustedes saben que hace como dos meses, cuando el Presidente de la República le dio COVID, me tocó a mí encabezar las conferencias Mañaneras, pero hay una televisora, Televisa, que tiene millonarias razones para hacerlo, porque así ha de ser el tamaño de la paga, que no sé quién le da, me desaparecieron.
Y decían, no, pues ni una toma de mi persona y decían: “El gobierno de México informó en la Mañanera de hoy”. Nadie, no importa. No hacen, yo no doy entrevistas a ellos jamás, pero no me sacan en los noticieros. Yo no existo. Pero, ahora que ando recorriendo los pueblos recordé que lo mismo sucedía en el 2005, en el 2006 con Andrés Manuel López Obrador.
Después del fraude electoral, cuando estaba el plantón en Reforma y en el Zócalo, decían que éramos un puñado de loquitos, que nada más afectábamos a los restaurantes de la Ciudad de México y no mencionaban para nada a Andrés Manuel López Obrador.
De las dos televisoras, solamente TV Azteca pasaba en las noches un programa dedicado y ustedes lo recuerdan, al movimiento, pero nunca Televisa, como sucede ahora. Por eso, en aquella época, surgió una proclama popular: “Si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa”. Y no ganó Televisa, por eso hoy es Andrés Manuel el Presidente de la República.
Y por eso yo, aquí en Juchitán les digo, que lo escuchen lejos aquellos, los del dinero, los que se creen dueños de México: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa. No nos va a ganar Televisa. Se va a topar con pared. Y a mí, la única entrevista que me interesa es la entrevista con los juchitecos, con el pueblo de México, con ustedes. A aquellos les digo: ni en sus noticieros, pero ni en sus telenovelas, me vayan a sacar.
Hay otros, porque todo ya es elección para los negociantes. Los de Latinus, socios de expolíticos y de políticos; el yerno de un exgobernador que ahora se convirtió en agente viajero, con todo respeto para los agentes viajeros, aquellos que iban a los consultorios con su portafolio llevando medicinas para vender.
¿Saben qué hacen esos de Latinus? Contrataron a un mercenario del periodismo, le pagan bien, porque en el fondo, lo que están defendiendo son sus negocios.
Vendían medicamentos a Michoacán, al Estado de México, aquí, incluso en Oaxaca vendieron medicamentos y para que se den una idea ¿Saben cuánto cuesta una cajita de paracetamol aquí en Juchitán? Está más cara que en Querétaro; en Querétaro ahí estaba a 38, creo, pero está, dependiendo si vas a los genéricos 15 pesos y si vas a la farmacia comercial es un poquito más.
¿Saben a cuánto se las vendían al sector Salud de Michoacán, en el Estado de México y de Oaxaca? Cada cajita 787 pesos. ¿De cuánto era la ganancia? Por eso, hoy lloran y aquí, ante ustedes se los digo: a ellos, nunca les voy a dar una entrevista, porque ahí andan pidiéndomela. No, yo lo repito, mis entrevistas son con ustedes.
Por eso, estamos en las plazas públicas y quiero también comentarles algo. Ustedes saben que nuestro partido Morena autorizó para cada uno de los cuatro compañeros, ahorita se los voy a platicar a los de Unión de Hidalgo.
Autorizó un presupuesto de cinco millones de pesos, que iban a salir o que salen del presupuesto del partido, dinero público y ese dinero lo debemos de utilizar para los gastos, que si para el templete, que si para el micrófono, que si para la alimentación, el hospedaje, para los chicles, pues.
Pues, yo decidí no aceptar los cinco millones de pesos, los rechacé y no nada más eso, le pedí al dirigente del partido que devuelva ese dinero a la Tesorería de la Federación.
La Tesorería de la Federación es como la gran caja del gobierno de México y le he pedido a la Tesorería de la Federación que con ese dinero comience la construcción, remodelación, ampliación o equipamiento del Centro de Salud de Metlatónoc, Guerrero. Una de las comunidades más apartadas, más olvidadas de México.
Y otro, igual, en Huayacocotla, Veracruz y ya hice el compromiso, como lo va a administrar directamente la gente, seguramente va a sobrar dinero. Pues, el sobrante que se aplique a la Casa de Salud de Rincón de Romos en Aguascalientes y si sobra otra piscacha, decidamos con ustedes más adelante, a qué comunidad de Oaxaca vamos a ayudar.
Saben, yo respeto a mis compañeros que han decidido utilizar ese recurso; yo no lo voy a hacer, porque yo aprendí, él es mi maestro, muchos años, caminando, recorriendo el país junto a Andrés Manuel López Obrador, que es mi paisano, mi hermano, pero es mi maestro, de él aprendí en política.
Lo poco o mucho que yo soy en política se lo debo a él, a lo que él vino construyendo con todos en este país. Conocí México y recorrí México junto a él, casa por casa, pueblo por pueblo y nunca, eran jornadas larguísimas, terminaban al caer la tarde.
A ver ¿cuándo escucharon ustedes que Andrés Manuel pidiera dinero para viáticos? Terminábamos al atardecer y no faltaba la compañera o el compañero aquí en Oaxaca, en Puebla, en Tabasco, donde fuese, que invitaba a su casita, un vaso de agua le ponía más agüita al frijol, era frijol, arroz.
Cuando estábamos en Oaxaca, pues era una tlayuda embarradita de frijol, nada más, pero siempre había generosidad, porque ese es el pueblo de México, generoso, bondadoso, dadivoso.
Los mexicanos nos desprendemos de lo poco que tenemos para compartirlo con otro mexicano. Eso es lo que Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado a nosotros, a mí.
Y como un reconocimiento a su convicción, a su entrega al pueblo de México, yo he decidido caminar de la misma manera, pero quise informárselos, quise que lo supieran para que después, no vayan a andar aquellos tratando de ponernos piedritas en el camino.
Es la hora, pues, de que se consolide la Cuarta Transformación y Juchitán y todo el Istmo de Tehuantepec va a seguir, va a crecer, va a haber generación de empleo, va a haber inversión, porque ya viene, ya es una realidad el proyecto del Transístmico, se va a revitalizar toda esta región de México.
Se va a comunicar con el resto del país y vamos a cumplir un anhelo histórico sueño para México, que haya finalmente el Transoceánico, que haya conexión entre el Pacífico y el Atlántico, porque todo eso va a beneficiar a Oaxaca, pero sobre todo a las comunidades del Istmo que estaban tan abandonadas.
Por eso, quisimos venir aquí esta tarde con ustedes, a decirles que vamos comprometidos a continuar con esta lucha; todavía falta, desde luego, un largo trecho.
Tenemos que construir el piso parejo, pero no el piso parejo de los políticos; el piso parejo que nosotros queremos es el de la igualdad entre los hermanos, que ya no falte en ningún Centro de Salud, ahora IMSS-Bienestar, ni médicos, ni medicinas, que haya atención gratuita y universal para todos los mexicanos, que continúe la atención para los adultos mayores.
Que haya menos desigualdad en el país, eso es el piso parejo que nosotros reclamamos, por eso vamos a continuar luchando y vamos a seguir luchando contra los mismos de siempre, los que no se han dado cuenta que este país ya cambió.
Por eso ahora, han tomado como rehén a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, convirtieron a los ministros en los mercaderes del templo, pero no va a poder, porque el año próximo va a haber reformas al Poder Judicial y entonces sí, la Suprema Corte de Justicia de la Nación será la Suprema Corte justa, porque hoy no hay justicia en México.
Aquí hoy, la justicia se compra, la justicia está corrompida, por eso vamos a seguir luchando con ustedes, vamos a seguir luchando contra todo eso, hasta que un México mejor se consolide, que se consolide la Cuarta Transformación de la vida pública nacional. Vamos todos juntos, va a haber continuidad con cambio en este país.
Muchas gracias, de verdad, a todas y a todos ustedes por haberse tomado la molestia de estar aquí en Juchitán. Les llevo en el corazón, llevamos en el corazón a Oaxaca.
¡Que viva Juchitán!
¡Que viva el pueblo zapoteco!
¡Que viva Oaxaca!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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