Muy buenas noches a todas y a todos ustedes.
Buenas noches, Nayarit.
Antes que nada, porque ustedes mandan, yo quiero pedirles una disculpa, porque a mí no me gusta llegar con retraso a los eventos, pero ahora sí, el agua de Tabasco se atravesó en Nayarit.
Por eso, quiero preguntarles ¿me disculpan? Sí. Muchas gracias.
Miren, yo les agradezco que, pese a la lluvia, a la granizada que cayó esta tarde, ustedes estén aquí, firmes con este movimiento.
Y por eso, yo quiero iniciar estando aquí en Nayarit, reconociendo al gobernador del estado, al doctor Miguel Ángel Navarro.
Miguel Ángel es un hombre honesto, trabajador, dedicado a cumplirles a ustedes. Si hoy ya ha iniciado la Cuarta Transformación, es porque Nayarit tiene un gran gobernador, hay que apoyarlo siempre.
¿Por qué quise iniciar hablando y reconociendo? Porque yo estaba preocupado, cuando veníamos en carretera y recibíamos los reportes de las lluvias, caída de árboles, daños en las colonias populares, hay familias hoy que perdieron su techo, de lámina, pero era su techo y hay todavía afectación.
Y le llamé, con el pretexto de que lo quería saludar, porque estoy en el estado donde gobierna. En realidad, quería preguntarle cómo estaba la situación y me dice:
“Pasamos una hora y media, dos horas muy complicadas.
“Hay muchas afectaciones, caída de árboles, daños en viviendas, todavía tenemos calles inundadas. Estamos trabajando de manera coordinada con el Ejército, aplicando el Plan DN-III”.
Y me dice: “Usted va a un evento ahora con gente, que ahí le espera, pero que está afectada y dígales, a ellos y a los que no están ahí, pero que se van a enterar, que el gobernador les va a cumplir y que mañana inician los apoyos sociales para todos los afectados”.
Ese es un gobernador que piensa en la gente. ¿Y por qué se los digo? Yo fui durante algún breve tiempo, gobernador de un estado en el que el agua es nuestro principal aliado, pero la naturaleza cuando se encapricha convierte en un adversario en agua y sé que, si uno no se apura a atender estos problemas, los problemas sociales van creciendo.
Por eso, hay que reconocerle al gran gobernador que tiene Nayarit y yo les pido, vamos a apoyarlo, porque sin ustedes, va a ser imposible.
Tengan la seguridad de que Navarro es una gente que no sabe fallar.
Por eso, porque, además, porque ya vi que aquí hoy nos acompañan varios adultos mayores.
Yo quiero iniciar agradeciéndoles y reconociéndoles a ellos, porque los adultos mayores y sin agraviar a otros sectores de la población son la base de este movimiento, quienes acompañaron durante décadas a Andrés Manuel López Obrador fueron ellos y sin ellos, este movimiento posiblemente no hubiera triunfado, posiblemente Andrés Manuel López Obrador no sería presidente.
Por eso, les reconocemos y les digo una cosa, fíjense bien, desde el 2005, cuando Andrés Manuel inició a recorrer el país, ya estaban los adultos mayores y en los pueblos se acercaban y le pedían consejos, qué hacer, porque todavía algunos agricultores, ejidatarios, campesinos pensaban que también ellos tenían derecho a una jubilación y ese es uno de los grandes pendientes de nuestro país.
Porque, desafortunadamente hoy, un herrero, un carpintero, un plomero, un electricista, un paletero, un panadero, un albañil, un peón de albañil, un campesino, un ejidatario, un agricultor no tiene derecho a una jubilación del Seguro Social.
Le dijo, en aquella ocasión se acercó un campesino en Oaxaca y le dijo: “Aconséjeme”. Y el presidente mira: “Apóyanos y tennos paciencia. Este movimiento va a triunfar.
Yo voy a ganar la Presidencia y cuando sea presidente vamos a apoyar a todos los adultos mayores.
Y fueron noches oscuras. Ustedes se acordarán de que en el 2006 le robaron la presidencia de la República, impusieron, Televisa, los señores del dinero, que en aquella época se creían amos y señores de México, impusieron a un espurio, a Felipe Calderón en la Presidencia.
Y cuando todo mundo pensó que hasta ahí se iba a retirar, Andrés Manuel incansable, como es, convocó al Zócalo y al plantón Reforma y otra vez, Televisa, después de que no lo mencionaban, lo habían desaparecido empezaron: Ya vieron, sí es un peligro para México, va a acabar con todo el comercio de la Ciudad de México.
Pero se les olvida una cosa, este movimiento que es el único movimiento popular en la historia moderna de México ha sido, es y seguirá siendo pacífico y no se rompió ningún vidrio de reforma, ni siquiera eso.
Cuando ya el descontento popular se había encauzado, no se había terminado, porque por dentro todavía nos sigue doliendo el más escandaloso fraude electoral en la historia de México.
Ese es un agravio que nunca se le va a olvidar al pueblo de México.
Entonces, Andrés Manuel tomó la decisión de irse a caminar con ustedes, a recorrer todo el país, incansablemente. En tanto, Televisa, otra vez, era sordo, mudo y ciego; ni escuchaba, ni lo veía, ni lo dejaba hablar.
Se la pasaron seis años fabricando a un candidato y llegó el 2012 y a esa candidatura lo sentaron los de Televisa en la silla presidencial, hasta esposa le consiguieron.
Y otra vez, volver a empezar. Primero, defender a la educación pública y a los maestros de México, después, defender la soberanía energética, el petróleo, el gas, las gasolinas, la electricidad.
Cuando estaba a punto de votarse, como una semana de votarse en el Senado la reforma eléctrica, la mal llamada reforma energética, el destino quiso que a Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto.
Ahí, otra vez se frotaban las manos, se relamían los bigotes y decían: ya este ya está acabado. Ese corazón ya no aguanta ni una mañana bajo el sol. Y se va a retirar.
Pues, miren, 20 días duró entre el hospital y el reposo y el día 21, como Lázaro, se levantó y se puso a andar con todos ustedes.
Después, a fundar Morena y ahora sí llegó el 2018 y ya la ola popular era imparable, ya no les alcanzó, ya el fraude electoral no les resultó. Más de 30 millones de mexicanos llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
El presidente más votado en la historia de México.
Miren, ¿qué creen que fue lo que hizo Andrés Manuel López Obrador cuando llegó a la presidencia de México? Tomó posesión el primero de diciembre del 2018, pues el tres de diciembre del 2018 mandó a la Cámara de Diputados una iniciativa para que la pensión universal de adultos mayores se hiciera realidad y los programas sociales, también.
En enero y febrero los anónimos y comprometidos servidores de la nación, con su chaleco guinda se pusieron a visitar a todos en sus casas, había que censar a los adultos mayores, a ver cuánto eran, dónde están y cómo se llamaban, porque había que cumplir.
Y en marzo, a finales de marzo y principios de abril, en Nayarit y en todos los estados del país, en estricto orden alfabético, todos los adultos mayores del país empezaron a cobrar su pensión universal para los adultos mayores.
Fue, sin ninguna duda un momento histórico, 2019 años tuvieron que pasar para que un presidente volteara a ver a la gente, esa es la grandeza de Andrés Manuel López Obrador.
Y miren, porque mi pecho no es bodega se los digo, ya empezaron, otra vez, aquellos que no se resignan a entender que este país ya cambió, que este país es otro.
Andan diciendo, ahora que ya se va Andrés Manuel López Obrador de la presidencia de la República se va a acabar la pensión universal y los programas sociales.
Pues, a ustedes se los digo, acompañamos al presidente en el Zócalo, primero de julio, a festejar los cinco años del histórico triunfo y ahí, él dijo lo siguiente, escúchenlo bien: “Venga quien venga, la pensión universal se queda porque es un derecho, pero también es una obligación constitucional.
Miren, ya salió otro a ver si lo identifican. Es una chachalaca grandota, guanajuatense. Yo no sé qué le pasa. ¿Saben lo que dijo hace unos días?
Que quiere que regrese la pensión a los ex presidentes de la República y en el colmo del absurdo, que desaparezcan los programas sociales, la pensión para los adultos mayores, pero eso, a ver si así lo entiende, pero no. Chango viejo no aprende maroma nueva. No lo va a entender nunca, porque no sabe lo que es comprender al pueblo.
Ahora bien, ya estamos aquí en una asamblea, pues vamos a hacer una encuesta. ¿Ustedes quieren que regrese la pensión a Carlos Salinas, Felipe Calderón, a Vicente Fox? No. ¿Están seguros de que no? Que no regrese.
A ver, ¿ustedes quieren, fíjense bien, que continúen los programas sociales, que se proponga incluso, que se estudie bien que en lugar de que sean 65 años, se reduzca a los 63 años para la pensión? ¿Están de acuerdo?
Pues, miren, les tengo una noticia, porque ahora sí, ya hasta alegría me dio de saber qué es lo que piensa el pueblo. Les tengo una noticia a los adultos mayores, a las familias de todo México.
A ver ¿de cuánto es la pensión que recibe ahora? Cuatro mil 800 pesos. Bueno, pues a partir de enero del próximo año, aumenta la pensión y va a ser seis mil pesos.
Oigan, a ver, díganme algo. ¿Ya vieron que el presidente no quiere a los adultos mayores? Los adora. Miren, con esa noticia que les acabo de dar, que lo escuche Fox, que lo escuchen todos aquellos. Tengan para que aprendan.
Miren, hay algo que a lo mejor no hemos terminado de entender. Desde luego que la pensión universal está pensada en apoyar directamente aquellos que nunca habían sido atendidos, a los adultos mayores.
Ese, es de por sí un gesto demasiado generoso del presidente de la República, pero ¿saben en el fondo cuál es la esencia de la pensión universal para el adulto mayor? Es la de fortalecer el vínculo familiar.
Algo que no hay en ningún país del mundo, salvo en México, porque yo he escuchado y ustedes lo saben que a veces los nietos o los hijos, suponían que el abuelo o la abuela era una carta, porque no alcanza para ellos y tenían que ayudar al abuelo, a la abuela y decían: “Me pesa la abuela” o “me pesa mi adulto mayor”.
Ahora, son los reyes de la casa, son los reyes de la familia, ya no son carga para nadie. ¿A poco no está usted orgullosa?
Y bueno, pues, ahora les platico brevemente, que como les dije, ya se acerca el tiempo electoral y ya empezaron otra vez, Televisa, a mí, como ando recorriendo el país, ya no me sacan ni en las entrevistas, ni en los programas de televisión, en nada.
Entonces, cuando era yo secretario de Gobernación me daba risa porque me tocó cubrir al presidente cuatro días, porque tuvo COVID. En la noche, yo nunca los veo, pero por chismoso, prendía la televisión esos días y sacaban sus noticieros y decían: “El gobierno de México informó…”
¿Y quién informó? No me mencionaban, ni mucho menos, ponían mi imagen. A mí me da risa, pero no nada más me da risa, a mí Televisa me vale un soberano cacahuate. A mí no me importa ni sus entrevistas, ni sus programas, ni sus noticieros.
A mí, lo que me importa verdaderamente es estar aquí, entrevistarme con ustedes. Hoy, mañana y siempre, porque ustedes mandan. Eso es lo verdaderamente importante.
Pero, se los quiero platicar, miren se los quiero platicar. Ya me mandaron a un amigo, al que yo respeto mucho. Me dijo: “Oye, vengo de emisario”. Yo ni me acordaba qué significa emisario. “Emisario ¿de quién?”. “Ah, de los señores dueños de Televisa”. “¿Y qué quieren esos?”.
“Que te invitan un café para que ya se acaben las diferencias y vuelvas a aparecer en la pantalla, en las entrevistas”.
Le digo: “No, mi hermano. Yo soy alérgico al café. No tomo café con los de Televisa; además, me paro en las oficinas de Televisa y corre un riesgo que estos se roben hasta el Niño de Atocha que siempre traigo en la bolsa. Nada.
Ningún café con ellos y no soy alérgico al café, porque si ustedes sacan aquí ahorita un tinaco de café me lo tomo con ustedes, pero con ellos, ni a la esquina.
Miren, tantos años luchando en contra de ellos, que se sentían los dueños de este hermoso país, por eso Andrés Manuel nos enseñó algo, que no se nos olvida.
En aquella época decía: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa. Ya los derrotamos y les vamos a volver a ganar, porque va a seguir la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.
Y aprovecho para decirles que ahora mi partido, Morena, me ha designado como delegado nacional, a mí y a tres compañeros más y nos ha pedido que recorramos el país en asambleas informativas como estas.
Digo, la presunción no es precisamente mi fuerte, pero yo soy el que lleva más asambleas celebradas, con esta, creo que es la 88. Nada más les saco como 50 asambleas, a la que viene detrás de mí, porque yo sí me aplico. Yo sí estoy recorriendo el país y es con ustedes. Así nos lo enseñó Andrés Manuel.
Y miren, pues resulta que el partido puso a nuestra disposición cinco millones de pesos, que disque para los viáticos, que si el avión, que si el hotel, que si la comida, que si el pago del celular y del gel, ese que usamos para matar al bicho.
Aquí de frente se los digo, yo no los acepté, no acepté ese dinero. Le pedí al dirigente de mi partido, que lo devuelva, porque son recursos públicos y los recursos públicos que no se utilizan se tienen que devolver a la Tesorería de la Federación.
Entonces, le pedí que se devuelva ese dinero a la Tesorería de la Federación y que la Tesorería de la Federación, el gobierno, los destine para construcción, remodelación, ampliación de dos Centros de Salud en las comunidades más apartadas, más abandonadas de México:
Metlánotoc, en Guerrero y Huayacocotla en Veracruz y como va sobrar recurso, porque cuando el pueblo lo administra, las cosas alcanzan, ya les pedí también que lo amplíen a dos municipios más, igual, de otras partes, del país donde hay comunidades verdaderamente en el abandono.
Yo voy a seguir recorriendo el país, voy a seguir haciendo asambleas como estas con ustedes. A mí, no me importa si somos mil, cinco mil, 12 mil, como hay hoy, eso no es lo importante.
Nos gusta, pero no importa si llegamos a un pueblo y somos 20, con los 20 informamos. Si somos cinco mil, también, porque todos los mexicanos valemos lo mismo.
A ver, ustedes conocen bien a Andrés Manuel y lo han acompañado muchas veces. ¿Cuándo han escuchado que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos? Nunca.
Miren, aquí están los De Dayán, a veces, allá también arriba, a La Yesca tenía que llegar ahí en La Yesca, porque es famoso, en unas avionetitas todas destartaladas.
Ahí estaba la gente y así como en La Yesca y en todo el país, llegaba Andrés Manuel, eran jornadas interminables, empezaban a las seis, siete de la mañana, reunión debajo de los arbolitos, en la esquina de un parquecito, a veces en el patio de alguna familia de casa de algún compañero.
Cuando caía la tarde, seis, siete de la tarde, no faltaba el compañero, la compañera que le invitara un vasito de agua o un platito de frijol y algo de arroz.
A veces una tortilla y cuando andábamos en las poblaciones de la costa, pues un pescadito frito, una mojarrita frita. Nunca falta, porque el pueblo mexicano es de una bondad que no tiene ningún pueblo del mundo, de una generosidad, de una solidaridad incomparable.
Yo no miento cuando les digo que un mexicano y más un mexicano humilde, nunca deja desprotegido al vecino, al amigo, al compañero. Siempre está la mano tendida, siempre hay quien lleva algo para llevarse, algo de alimento. ¿Cuántos de ustedes, cuántas de ustedes no se han pasado tardes con las amigas, con las vecinas, con las comadres, con la familia? Acompañando a una compañera enferma, dándole consuelo porque murió uno de sus hijos. Eso no lo tiene nadie.
Ese es el orgullo de México. Es mucho pueblo. Nada más que ahora este pueblo tiene mucho presidente.
Por eso nosotros vamos a seguir así, a mí me enseñó él, soy el único que puede presumir que ha caminado años al lado de él.
Aquí en Nayarit me tocó venir muchísimas veces, incluso, aquí se los confieso, quien vino a organizar aquí a Morena, es mi hermano, Carlos Merino, hoy es gobernador de Tabasco, pero yo era el que iba a venir a la organización de Morena, nada más que el presidente me pidió que me regresara a nuestro estado, a Tabasco a organizar allá.
Entonces, Merino, un tabasqueño, que ahora es gobernador, estuvo aquí. Yo vine creo que, a una asamblea, salí huyendo, porque ustedes son de lo mejor que hay en el país.
Él nos enseñó entonces a trabajar sin descanso. Ayer que lo platiqué hubo uno que me dijo: “Ah, está facilito. Si es que tú eres su paisano”. Le dije: sí, somos paisanos. Los dos somos tabasqueños.
“Ah, es que eres su amigo”. Y le dije: ¿Qué esperabas que nombrara secretario de Gobernación a un adversario, a Santiago Creel, por ejemplo, o a Chong? Pues, nombras a tu amigo, si de lo que se trata es de gobernar y de hacer el bien.
Me dice uno: “Ah, es que es tu hermano”. Pues, yo no soy presuntuoso, el que me presume es él porque él dijo un día, cuando me invitó a ser secretario de Gobernación dijo:
“He tomado la decisión de invitar como secretario de Gobernación a Adán Augusto López Hernández y Adán Augusto es mi hermano”. A mí eso me encanta que él me presuma.
Pero, yo tengo un orgullo y se los voy a confesar. Miren, como les dije, yo aprendí con él, siempre nos dijo, porque el doctor Navarro se la compartí un día. Siempre nos dijo, tiene razón Navarro, es con las tres eses: suela de los zapatos, sudor en las frentes y saliva, porque la palabra que se empeña se cumple.
Y yo les digo algo: yo todo lo que soy, lo que he sido, lo poco o mucho que sé de política, yo se lo aprendí a mi maestro.
Quien me lo enseñó, quien me enseñó a querer al pueblo y entenderlo se llama Andrés Manuel López Obrador. Ese es mi maestro. Eso no me lo va a quitar nadie.
A los maestros se les debe respeto, cariño, reconocimiento, pero sobre todo lealtad y él sabe que conmigo va a contar siempre, siempre vamos a estar acompañándolo a él y a este proyecto de transformación.
Vamos a hacer todo, porque va a haber relevo generacional y escúchenlo bien, va a haber continuidad con cambio y yo creo que esta lluvia, la trajo los vientos del sureste. El viento está soplando desde el sureste. Ahí ustedes lo interpretan.
Y miren, hay algo que quiero decirles, porque esto va a depender de ustedes. Si nos quedamos en nuestras casas, no lo vamos a lograr, pero se los digo de frente también.
El año próximo va a cambiar el Poder Judicial y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hay mucha injusticia todavía en México. La justicia se vende al mejor postor. Los jueces, los magistrados, los ministros de la Corte son como los mercaderes del templo, si no tomamos la decisión el año próximo, van a vender hasta el edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Porque, en este país todavía nos falta. Esa es una asignatura pendiente, que haya justicia para el pueblo.
¿Ustedes conocen, hay muchas de nuestras comunidades indígenas, ustedes conocen a un agricultor, a un campesino, a un ejidatario, a un orgulloso integrante de nuestros pueblos originarios que le haya un juicio defendiendo su pedazo de tierra a un rico, a un potentado?
No. Nunca. Ellos se creen los dueños de la justicia, la justicia se paga.
Ahí andan los delincuentes de cuello blanco, buscando la manera de no pagar impuestos, buscando la manera de no pagar sus culpas y eso sí, para el pobre que, por necesidad, por hambre se robó una gallina o un pavo, uff, se pudre en la cárcel. Así son en México, así es la justicia.
Miren, una maestra a la que yo admiro, quiero, respeto mucho, que me da mucho gusto, me dijo el otro día, se van a reír, porque habla medio trachimocho, digo yo. Me dijo:
“Adán Augusto, en México la injusticia es como la serpiente, solamente muerde al que está descalzo, al que no tiene ni para un par de huaraches, al pobre, al oprimido, al olvidado, al más necesitado”.
Y les digo algo, nosotros, todos, el pueblo unido va a hacer que el a partir del próximo año, agosto del año que viene, septiembre del año que viene, haya justicia en México y finalmente haya una Suprema Corte Justa.
Todavía, desde luego, va a continuar por mucho tiempo más la Cuarta Transformación de la vida pública nacional y vamos a encontrarnos, seguramente sobresaltos. Vamos a ver que, aquellos que se fueron, se fueron ya de aquí de Nayarit y nunca más van a regresar.
Pueden ganar una Presidencia municipal, que no lo creo. Que pueden ganar una gubernatura en algún estado, les recuerdo que Morena gobierna hoy 22 y ya tenemos el triunfo en el 23, tampoco lo creo.
Pero hay algo que es el más bello legado de Andrés Manuel López Obrador, se llama la revolución de las conciencias y esa es irreversible. Esa misma maestra me enseñó, me dice: “Oye, la revolución de las conciencias es distinguir entre lo bueno y lo bueno. Entre los malos y los buenos, pero nunca olvides que el bien siempre triunfa por sobre el mal”.
Es irreversible la revolución de las conciencias, porque hoy el pueblo manda, el pueblo decide.
Ese es el México de hoy, de mañana y de siempre y por eso, todos vamos a ayudar en el último tramo del camino a Andrés Manuel López Obrador y vamos, desde luego, el año próximo, él va a contar con todos nosotros, con este su pueblo.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
¡Que viva el pueblo nayarita!
Les voy a contar algo, porque este pechito no es bodega. ¿A poco no quiere el presidente a Nayarit? Aquí en Tepic, nada más un aeropuerto que se termina en diciembre, que ya va a ser internacional, de carga y de pasaje.
Un añejo sueño, la carretera Tepic-Compostela. Y ya sé que va a iniciar pronto un libramiento, un puente no me acuerdo ahorita el nombre. La vez pasada me lo pidieron y ya va a ser una realidad.
Por si faltara poco vamos a estrenar estadio de béisbol el próximo año y está la presa Picacho.
Y hay, miren, 267 mil 416 adultos mayores en Nayarit reciben hoy su pensión alimenticia y el gobierno federal invierte en programas sociales, becas Benito Juárez, apoyos para el Bienestar, apoyos con personas con alguna discapacidad, la Escuela es Nuestra, Jóvenes Construyendo el Futuro, la inversión es de más de tres mil 600 millones de pesos.
Por eso:
¡Que viva Nayarit!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
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