Muy buenas tardes a todas y todos ustedes.
Qué hermosa tarde aquí en La Frailesca. Muchas gracias a todos ustedes por acompañarnos a Villaflores, Villa Corzo, Concordia, Parral, también de Cintalapa, de Jiquipilas, de Coita.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
Yo he estado como unas 10 ocasiones aquí en Villaflores, pero esta es la primera vez que vengo a Villaflores que no vengo acompañando al presidente Andrés Manuel López Obrador, desde el 2005 recorríamos ya todo Chiapas construyendo con ustedes, con los chiapanecos, con el hermoso, trabajador y laborioso pueblo chiapaneco.
Muchas gracias por regalarnos su presencia y su compañía esta tarde.
Miren, yo quiero iniciar agradeciendo aquí la presencia, la participación, el entusiasmo de los adultos mayores de Chiapas, porque los adultos mayores son el origen, son la base de este movimiento; sin ustedes posiblemente hubiera sido muy difícil que la Cuarta Transformación llegara a México.
En los momentos difíciles, los adultos mayores siempre acompañaron, siempre animaron a Andrés Manuel López Obrador.
En el 2006, cuando le robaron la elección, cuando impusieron Televisa y los señores del dinero al espurio de Felipe Calderón, los adultos mayores estuvieron acompañando al presidente.
Y cuando tomó la decisión de ir a recorrer todo el país, plaza por plaza, pueblo por pueblo, ustedes, los adultos mayores ahí estuvieron.
Cuando Televisa lo había desaparecido de la pantalla, cuando los otros decían que era un peligro para México, los adultos mayores sostuvieron a Andrés Manuel López Obrador.
Por eso, después, llegó el 2012 y nuevamente Televisa y los señores del dinero diseñaron, fabricaron un candidato y lo sentaron en la Presidencia de la República. ¿Se acuerdan de que hasta esposa le consiguieron?
Y otra vez, volver a empezar, volver a caminar, plaza por plaza, pueblo por pueblo, incansablemente. A luchar para defender a la educación pública, laica y gratuita y a los maestros de México
¡Que vivan los maestros de México!
Y llegó el momento histórico, porque en el 2018, ustedes y más de 30 millones de mexicanos llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
¿A poco no es un orgullo para los chiapanecos tener un paisano presidente de la República?
Una vez que llegó a la Presidencia de la República, luego, luego se acordó que tenía un compromiso con los adultos mayores. Mandó una iniciativa para que se hiciera ley la pensión universal para los adultos mayores.
Porque, hasta antes de eso, un obrero, un zapatero, un paletero, un talabartero, un bolero, un taxista, una ama de casa, un marimbero, un plomero, un electricista, un herrero, un carpintero, un campesino, un agricultor, un vendedor ambulante no tenían derecho a una pensión.
Llegó enero y febrero del 2019 y los servidores de la nación fueron a todas las casas del país, había que levantar un censo para saber cuántos eran, dónde estaban y cómo se llamaban los adultos mayores.
A finales de marzo y principios de abril llegó el momento, la cita con la historia y la pensión universal se hizo una realidad. Los adultos mayores comenzaron a recibir su pensión universal.
Ahora, que ya se acerca del tiempo electoral, ya andan otra vez, los mismos de siempre, los de Televisa, los señores del dinero, andan diciendo los líderes o disque líderes de otros partidos, andan diciendo: ahora que ya se va Andrés Manuel de la Presidencia, se va a terminar la pensión universal para los adultos mayores.
Yo aquí les digo, con las palabras del presidente, porque esto lo dijo él allá en el Zócalo: “Venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es un derecho, pero es también una obligación constitucional”.
Anda otro, a ver si lo identifican, es una chachalaca grandota de Guanajuato, ya le fue a decir a su candidata que quiere que regrese la pensión para los expresidentes de la República y que desaparezcan los programas sociales y la pensión de los adultos mayores.
Porque dijo que todos los que reciben esos programas sociales, “son unos…”. No voy a repetir, porque lo que él no sabe y nunca va a entender que ustedes son un pueblo trabajador, bondadoso, entregado, dedicado. El zángano es él. El vividor es él, no el pueblo de México.
Vamos a aprovechar y hacemos una encuesta, hay tantos miles de chiapanecos aquí que la tenemos que hacer.
Nada más sí les platico que no va a aparecer ni en El Universal, ni en El Financiero, ni en el Reforma, ni en Televisa por supuesto, porque esos nada más publican por la paga. Todas esas encuestas que publican se llaman encuestas anímicas es para levantarle el ánimo al o la que las paga.
Esta se va a saber en todo México, porque nosotros nos vamos a encargar de difundirla.
A ver, les pregunto: ¿ustedes están de acuerdo con que se quede la pensión para los adultos mayores? ¿Qué se quede? Sí. A ver, ¿qué se quede la pensión universal para los adultos mayores? Sí.
¿Ustedes quieren que regrese la pensión para los expresidentes de la República? No. ¿Qué regrese la pensión para Fox? Pues, que lo escuche bien, porque el pueblo manda y ustedes ya decidieron.
Miren, vamos a aprovechar. Les voy a dar una buena noticia. ¿De cuánto es la pensión universal que usted recibe? ¿Cómo se llama?
Antonieta Solís Salas: Soy Antonieta Solís Salas.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿De cuánto es la pensión que usted recibe, doña Antonieta?
Antonieta Solís Salas: Cuatro mil 800 pesos.
Lic. Adán Augusto López Hernández: Pues, le digo algo, en enero del
próximo año, la pensión universal aumenta 25 por ciento, va a ser de seis mil pesos. ¿Será que quiere el presidente a los adultos mayores? Después de tanta entrega, no iba a haber tanto amor del presidente a los adultos mayores.
Miren, la pensión universal es un acto de amor al prójimo, de amor verdadero al pueblo de México, además, la pensión universal va más allá del apoyo a un adulto mayor.
La pensión universal dignifica al adulto mayor. Le reconoce la entrega de toda la vida, pero lo más importante es que es un símbolo, un punto de unidad familiar, porque para nadie es un secreto que antes el nieto, el hijo decían: es una carta mi abuelito o mi abuelita. Yo los entiendo, pues no alcanzaba, con trabajo y alcanzaba para él y para los hijos, pues costaba mucho trabajo que alcanzara para el abuelo.
Ahora el abuelo ya no es una carga, es un referente, un símbolo de unidad familiar en México.
¡Que vivan los adultos mayores!
Si hay tanto amor del presidente hacia el pueblo, pues también yo les digo: amor con amor se paga.
Por eso, hay que apoyar al presidente de la República. Nunca antes, desde la época de Lázaro Cárdenas, un presidente de la República había volteado a ver al pueblo de México. Esto es histórico. Esta es la Cuarta Transformación de la Vida Pública Nacional.
Y ahora, como les dije, ya empezaron otra vez ¿recuerdan cómo les platiqué cómo Televisa desapareció al presidente de las pantallas? Pues, yo no sé a qué le teman, porque ya conmigo ya hicieron lo mismo.
A mí no me sacan en sus noticieros, en sus entrevistas, en sus programas especiales, pero aquí entre paisanos, porque los chiapanecos y los tabasqueños somos paisanos, verdaderamente.
Aquí les digo una cosa, a mí Televisa me vale un soberano cacahuate. No me interesa Televisa. No me interesan ni sus entrevistas, ni sus programas, ni sus noticieros, porque a mí, lo que verdaderamente me importa, lo que me interesa es entrevistarme con ustedes, con ustedes a dónde ustedes digan, pero con ellos, nada.
Miren, les digo que yo no sé cuál es su temor. Pero eso sí, ya me mandaron a un emisario. En otro día, en Poza Rica me alcanzó un amigo, al que yo quiero, respeto mucho, es un compañero. Me dice:
“Oye, Adán, vengo de emisario”. Le digo: “Ay, hermano ¿emisario de quién, si yo no le debo a ningún banco?”. Ni al abonero, como me dieron por aquí. Me dice: “No. Vengo de emisario de los señores de Televisa, de los dueños de Televisa”.
“Ay, ¿esos qué quieren, mi hermano?”. Me dice: “Ah, es que dicen que te invitan un café en sus oficinas y que con eso ya se van a arreglar y que ya van a haber entrevistas para ti en Televisa”.
Y le digo: “No, hermanito, yo soy alérgico al café”, pero al café que no es chiapaneco; el chiapaneco con ustedes me lo tomo, pero con ellos, nada.
Miren, el mejor café del mundo es de Chiapas. Se van a poner celosos ahorita que les diga, pero para mí, el mejor pan del mundo está aquí en Coita, pero también lo hay en San Cristóbal, en Villaflores, en Villa Corzo, en Parral, en Cintalapa, en Jiquipilas.
Así que les quede claro aquellos. Ya me está hablando de la cabeza horneada y quiero que yo hable del cochito y de la torta, la hamaca de Berriozábal, tráela para quedarnos aquí con la gente. Gracias. Miren, la historia de La Frailesca.
Ahora que andamos recorriendo el país, porque nuestro partido, Morena, porque yo sí soy orgullosamente fundador y militante de Morena, a mí no me da pena decirlo. Yo, junto con muchos millones de mexicanos fundamos este partido.
Ahora que nos nombraron delegados especiales, delegados nacionales nos asignaron cinco millones de pesos, disque para viáticos, para hotel, para hospedaje, para el transporte, para el pago de las casetas, la gasolina, hasta el gel para el bicho puede uno pasar.
Pero yo, no los acepté, los rechacé y le pedí a mi partido que devuelva ese dinero a la Tesorería de la Federación y que ese dinero se destine para dos hospitales en las regiones más olvidadas de México, dos Centros de Salud para remodelarlos, ampliarlos, reconstruirlos o equiparlos y cómo va a sobrar, porque yo sé que va a sobrar, ya le mandé un escrito va para otros tres Centros de Salud, ya van a hacer cinco Centros de Salud en todo el país.
Nosotros vamos a seguir recorriendo el país, como lo hemos aprendido durante tantos años con Andrés Manuel López Obrador, como él nos enseñó, con las tres eses: suela de los zapatos, sudor en la frente y vaya que se suda aquí en Villaflores, menos que en Tapachula y en Huixtla, pero se suda; y saliva, que es la palabra que se compromete, la palabra que se empeña, porque es la palabra que se cumple.
Así nos lo enseñó Andrés Manuel, a mí me tocó. Ya les comenté que estuve aquí en Chiapas con él, en innumerables ocasiones, pero me ha tocado recorrer todo el país a su lado y hay algo que yo se los quiero reconocer.
La jornada empezaba a las seis, siete de la mañana y cuando terminaba allá en la tarde, noche, nunca faltó la compañera o el compañero que invitara a su casa, ahí había agua, un vasito de pozol y siempre había un frijolito, arroz tortilla, si se podía, un caldo de gallina de acá, de gallina de rancho.
Pero, eso es algo, eso es la bondad, la generosidad del pueblo de México. Eso no lo tiene ningún pueblo del mundo, ni los rusos, ni los chinos, ni los japoneses, ni los españoles, ni los ingleses, ni los franceses, ni los italianos, ni los alemanes, mucho menos los americanos.
La bondad, la generosidad, la solidaridad es un distintivo del pueblo Mexicano. Ningún pueblo tan bondadoso, tan generoso y tan compartido como el pueblo mexicano.
Aquí, sí sabemos que un vecino, un amigo, un compañero, no tiene ese día ni para comer en su casa, por muy modesto que sea, vamos y se le comparte un plato. Cuando hay un enfermo y no tiene para la medicina, ahí están con las medicinas y el remedio, solidarios como siempre. Eso es lo más bello que tenemos en México, es nuestro pueblo.
Ahora, no se les olvide, ahora ustedes mandan, ustedes deciden. Ustedes han hecho posible con el presidente de la República que la hermosa esperanza, la esperanza con la cual soñamos durante tantos años, hoy ya es una hermosa realidad y hay que seguir construyendo y fortaleciendo la realidad de México y de su grandioso pueblo.
Por eso, el año que viene, escúchenlo bien, porque la decisión va a estar en sus manos. El año que viene vamos a reformar al el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ya basta de tanta injusticia en México, de tanta injusticia en este país.
Porque hoy, en México la justicia se vende al mejor postor, al que tiene para pagarla.
Una maestra, a la que admiro, quiero, respeto mucho, escucho mucho, me aconseja mucho, me dijo: “Adán Augusto, escucha bien, en México la injusticia es como la serpiente, solo muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para un par de huaraches, a los pobres, a los marginados, a los oprimidos de siempre”.
Aquí en Chiapas ustedes lo saben y lo saben bien, porque Chiapas, después de tantos años de agravios, de cargar con los malos gobiernos y que se reflejarán en Chiapas todos los males: la pobreza, la marginación, el olvido, Chiapas ha iniciado ya la transformación y que no les quede ninguna duda.
Chiapas es grande por su gente y por sus recursos naturales y vamos a construir entre todos el mejor Chiapas de la historia.
Porque, además ¿les digo algo? No se les olvide nunca, nunca antes otro presidente había volteado a ver al sureste y a Chiapas como ahora lo hace Andrés Manuel López Obrador.
Escúchenlo bien y ayuden a difundirlo, va para largo, porque se me hace que seguirán soplando los vientos del sureste en el país.
Vamos, pues a modificar a la Suprema Corte y terminar con la injusticia. Miren, a ver, yo les pregunto ¿cuándo han escuchado ustedes a un agricultor, a un ejidatario, a un campesino, de aquí de La Frailesca, para no ir tan lejos, que le haya ganado en defensa de su tierra, de su pedazo de tierra un juicio a un rico, a un potentado? Nunca.
En México, los jueces, los magistrados, los ministros de la Corte son como los mercaderes del templo y si los dejamos, van a acabar vendiendo hasta la estatua de Benito Juárez que está ahí en la plaza.
Ustedes deciden, ustedes mandan y lo van a tener en sus manos. La decisión va a ser un segundo nada más, pero con ustedes y por ustedes, se va a renovar el Poder Judicial, la Suprema Corte y finalmente, va a haber justicia en México.
Nosotros vamos a seguir recorriendo el país. Miren, ya les platiqué lo de Televisa, pues intentan pasar de mañosos.
El otro día me mandaron a un reportero y me dicen: “Oiga, usted juega con ventaja, porque es el consentido del presidente”. Le digo: “No, hermano. El presidente solamente tiene un consentido: el pueblo de México. Yo soy un peón. Yo soy solamente un modesto ayudante de campo del sol”.
Me dice: “Ah, es que tú presumes que es tu paisano”. Le digo: “No, eso es una realidad. Es mi paisano, los dos somos tabasqueños. Los dos nacimos en Tabasco”.
Me dice: “Ah, pero es que usted se ostenta como amigo del presidente”. Le digo: “A ver, el presidente Andrés Manuel López Obrador gobierna con sus compañeros de partido, compañeros de movimiento, de lucha y quienes somos sus compañeros, pues somos sus amigos.
¿Qué acaso querías que hubiera nombrado como secretario de Gobernación a un adversario a Santiago Creel, por ejemplo? Pues no”.
Me dice: “Ah, pero es que usted presume que es su hermano”. Le digo: “No, yo no lo presumo que somos hermanos. Sí te digo que, cuando me nombró secretario de Gobernación, dijo, grabamos un video, y dijo:
‘He tomado la decisión de nombrar como secretario de Gobernación al todavía Gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, que es mi hermano’”. Pues, el que me presume es él. Yo me dejo querer, imagínense ustedes si no me voy a dejar querer por ese gran presidente.
Yo, como se los dije, vamos a seguir recorriendo el país, a todos los pueblos, a todas las plazas vamos a ir a celebrar asambleas informativas, porque yo esto, todo lo que soy, lo que he sido, lo poco o mucho que sé de política, yo sé lo aprendí a mi maestro.
Mi maestro se llama Andrés Manuel López Obrador. Ese sí es mi orgullo, mi maestro. A los maestros uno le debe lealtad, cariño, agradecimiento, reconocimiento, pero sobre lealtad. Por eso vamos a seguir acompañando a Andrés Manuel López Obrador en el último tramo de su gobierno.
Porque falta un tramo y lo más hermoso de la Cuarta Transformación ya lo consiguieron ustedes y él. ¿Hay programas sociales? Sí hay programas sociales. Hay obra pública, mucha obra pública en todo el país.
El rescate del sureste es histórico, Tren Maya, Refinería, Transístmico, Ferrocarril del Sureste, entre otras cosas, pero lo más hermoso es lo que ustedes consiguieron con el presidente y es la revolución de las conciencias.
La revolución de las conciencias y ustedes lo van a entender bien. ¿Saben lo que eso significa? Eso también se lo aprendí a mi maestra. La revolución de las conciencias significa distinguir entre el bien y el mal. Distinguir entre los buenos y los malos; y que no se nos olvide nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal.
Hoy somos muchos más, millones de mexicanos más los que formamos el pueblo bueno. El pueblo de los buenos.
Vamos, pues, a consolidar la revolución de las conciencias.
¡Que viva La Frailesca!
¡Que viva Chiapas!
¡Qué viva el grandioso y laborioso pueblo chiapaneco!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
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