Muy buenos días, San Cristóbal.
Decía, en este hermoso escenario, en San Cristóbal y con ustedes voy a recordar a un poeta chiapaneco, posiblemente el más grande de los poetas chiapanecos, Jaime Sabines, que decía: “Voy a guardar este día entre las horas para siempre”. Así voy a llevar siempre en mi corazón a San Cristóbal, esta mañana de San Cristóbal.
Me da mucho gusto saludarles a todos, a cada uno de ustedes que hicieron un esfuerzo extraordinario para acompañarnos esta mañana de Chenalhó, de Huixtán, de Comitán, de Chiapa de Corzo, Chamula, de Tenejapa, de Zinacantán, de Las Margaritas, de Carranza, Amatenango del Valle, de Larráinzar, ya dije Amatenango del Valle, de Oxchuc, de Chanal, de Teopisca, el mejor frijol del mundo es de Teopisca, de Simojovel, de Villaflores, de Yajalón, de Mitontic, de todo Chiapas.
Muchas gracias por acompañarnos esta mañana.
Miren, San Cristóbal y toda esta hermosa región de Chiapas es ya un referente, un atractivo turístico, no nada más para los que somos mexicanos, sino incluso para nuestros hermanos extranjeros.
Y ahora, que con los programas sociales se recupera la dignidad, les quiero decir que ahora, la principal preocupación y ocupación de todos son ustedes, que cada día haya mejores condiciones de vida para todos, haya mejores servicios y, todo que nunca más haya marginación, abandono, que haya siempre y eso se los deseo de todo corazón, que nunca falte el plato para comer en sus casas.
Ese es nuestro compromiso. Son ustedes nuestro compromiso. Son ustedes la razón que le da forma a este movimiento. Este movimiento sin la esperanza de seguir construyendo una hermosa realidad no sería un movimiento, no seríamos nada si no pensamos en ustedes, en trabajar con ustedes y para ustedes.
Nunca más marginación, abandono, olvido para Chiapas y para nuestros originarios. Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
Y aprovecho para agradecer, porque aquí hoy veo muchos adultos mayores y los adultos mayores de Chiapas son también parte esencial, fundamental de este movimiento.
Sin ustedes, este movimiento no existiría. Sin ustedes, los adultos mayores, pero sobre todo los adultos mayores de Chiapas no hubiésemos podido triunfar. Ya triunfamos, ya Andrés Manuel López Obrador está en la presidencia y ahora hay que seguir cumpliéndole a todos los pueblos que soñó y que construyó lo que hoy es una hermosa realidad.
Como les dije, ya hay programas sociales, nada más aquí en Chiapas 379 mil adultos mayores reciben puntualmente su pensión universal.
Algo que era parte de ese sueño y mucho más en las comunidades indígenas, porque en honor a la verdad, en nuestro país, hasta antes del 2019, no existía una jubilación para el plomero, para el electricista, para el carpintero, para el que maneja el mototaxi, para el taxista, para el chofer de un camión, para el albañil, para el peón de albañil, mucho menos para un campesino, un agricultor, un ejidatario.
Eso fue posible, gracias a ustedes, todo un pueblo acompañó a Andrés Manuel López Obrador durante muchos años y lo ayudó casa por casa, pueblo por pueblo, plaza por plaza a construir esta hermosa realidad.
Por eso, cuando Andrés Manuel llegó a la presidencia de la República después de que le habían robado la presidencia en el 2016 y de que todavía nos duele ese agravio, esa herida, impusieron los mismos de siempre, los que han explotado a México durante años, los ricos, los poderosos, Televisa, impusieron a un espurio, a Felipe Calderón, pero, Andrés Manuel López Obrador estuvo a la altura de ustedes, con ustedes.
Yo lo acompañé en innumerables tardes, días, jornadas a recorrer Chiapas, pero sobre todo a esta región tan hermosa de Chiapas, a comprometerse con ustedes y cuando llegó a la presidencia es porque en el 2012 impusieron, Televisa otra vez diseñó y fabricó a un candidato y lo sentó en la presidencia de la República, otra vez, volver a empezar con los adultos mayores y con todos nuestros hermanos chiapanecos, que nunca lo dejaron solo.
Por eso, cuando llegó a la presidencia de la República, lo primero que hizo fue mandar una iniciativa de ley para que finalmente hubiese pensión universal, una jubilación para los adultos mayores de este país y es tan bondadoso, tan grande su corazón y su compromiso con nuestros compañeros de pueblos originarios, de las comunidades indígenas, que aquí, la edad es a los 60 años.
Aquí y en las regiones marginadas de nuestro país, es reconocerles a ustedes, hombres y mujeres de Chiapas su compromiso con el país, porque desde el más modesto de sus oficios, ustedes han contribuido a hacer grande a México.
Por eso, una vez que se levantó el censo, porque necesitábamos saber cuántos eran, dónde estaban y cómo se llamaban, en abril y marzo del 2019, por fin hubo justicia y los adultos mayores empezaron a recibir su pensión universal. Esa es la palabra cumplida. El compromiso cumplido del presidente de la República con todas y con todos ustedes.
Ahora, escúchenlo bien, porque así actúan estos que no terminan de entender que el único amo de este país son ustedes, el pueblo de México. Ya andan diciendo, a quien los quiere escuchar, no son muchos los que los quieren escuchar, pero de todas maneras lo andan diciendo. Dicen que ahora que se vaya Andrés Manuel López Obrador de la presidencia de la República, se van a acabar los programas sociales.
Yo aquí les digo: esa es una reverenda mentira. Ya lo dijo el presidente, ahora el primero de julio en el Zócalo, cuando lo acompañamos a festejar este histórico triunfo. Dijo: “Venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es un derecho y es una obligación constitucional”.
Miren, ahí andan otros, a ver si ustedes me ayudan a adivinar quién es. Es una chachalaca grandota, de allá de Guanajuato. Sí, Vicente Fox. ¿Saben qué anda diciendo? Le dijo a su candidata queremos que regrese la pensión a los expresidentes de la República. Como dicen sus compadres que trabajan en Televisa: quiere su cocol.
Y dice: además queremos que desaparezcan los programas sociales, el de los adultos mayores, la pensión universal, porque todos los que reciben esos programas “son unos…”, yo no lo voy a repetir. Nada más les digo algo: el zángano, el vividor, el mentiroso es él. Ustedes son un pueblo noble, generoso, dedicado, entregado.
Y ya que estamos aquí en el hermoso San Cristóbal, ¿qué les parece si con ustedes, hermanas, hermanos, hacemos una encuesta? Nada que, desde ahorita se los digo que esta encuesta es del pueblo, no va a salir ni El Universal, ni en el Reforma, ni en El Financiero, ni en Televisa, en ningún programa de esos, ni en ningún medio de desinformación va a salir, pero sí nos vamos a encargar nosotros de que el pueblo de México sepa qué se decidió aquí en San Cristóbal. ¿Estamos de acuerdo? Sí.
A ver, les hago la primera pregunta: ¿Ustedes quieren que regrese la pensión de los expresidentes de la República? No les escucho. San Cristóbal y Chiapas no quieren pensión a los expresidentes.
Les hago la segunda pregunta y la más importante: ¿Ustedes están de acuerdo en que continúe, escúchenlo bien, en que continúen los programas sociales y la pensión universal para los adultos mayores? No les escucho. Se quedan los programas sociales y la pensión universal para los adultos mayores
Miren, a ver, aquí en esta fresca mañana de San Cristóbal, les traigo una buena noticia. Muy buena noticia para nuestros hermanos indígenas y nuestras hermanas indígenas.
A ver si saben, a ver señora ¿cómo se llama usted?
Guadalupe Gómez Rodríguez: Soy Guadalupe Gómez Rodríguez.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿De cuánto, doña Guadalupe, es la pensión universal que recibe hoy?
Guadalupe Gómez Rodríguez: Todavía no he recibido.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿Todavía no? ¿Por qué? ¿Dónde vive?
No, pues usted ya tiene derecho a los 60. ¿Cuánto años tiene? No, ya lo le voy a ayudar ahora, porque tiene que irse a anotar.
Ustedes, si hay aquí alguien de 60 que no haya recibido su pensión, con gusto vamos a hacerle el trámite. Es justicia.
A ver, ahora lo vemos, doña Guadalupe.
¿Usted ya recibió? Alguien que reciba su pensión aquí. ¿De cuánto es su pensión que recibe, señora? ¿De cuánto? Cuatro mil 800 pesos.
Ahí les va, agárrense de las manos para que no se nos caiga nadie de la emoción.
A partir de enero del próximo año, la pensión universal para adultos mayores aumentará 25 por ciento. Va a ser seis mil pesos.
Como me dijo ayer un joven: “Qué agusticidad, licenciado”. Ese es el cariño, el compromiso del presidente. Ha recibido tanto amor, tanta generosidad del pueblo de México y de los adultos mayores que con justeza dice: claro que va a aumentar la pensión universal, porque amor con amor se paga.
Como decía el poeta Sabines, cuando hay amor entre el gobierno y el pueblo: “los amorosos son como la hidra del cuento, todos juntos”, pueblo y gobierno; pueblo y presidente. Esos son los tiempos que nos toca vivir ahora en México. Lo soñamos durante muchos años, soñábamos con un pueblo que no sufriera más de marginación, de pobreza, de olvido.
Aquí no se vale y nunca más, ese es nuestro compromiso, pueblos que sean desplazados por pueblos hermanos. Aquí, ni por el pretexto de la violencia, ni de la inseguridad, ni de la delincuencia o de la reivindicación social podemos permitir que haya pueblos enteros que todavía sigan siendo desplazados. Es dignidad y es justicia para ustedes.
Yo aquí quiero hacer un compromiso con todos ustedes. Ahora que el presidente me dio la oportunidad de dejar de ser, de separarme del cargo de secretario de Gobernación, mi partido, Morena, me dio la encomienda, me nombró delegado nacional en Defensa de la Cuarta Transformación y nos pidió que recorramos el país en asambleas informativas como estas.
Nosotros lo vamos a seguir haciendo, comprometidos con ustedes, con el pueblo. Así me lo enseñó Andrés Manuel López Obrador, a caminar con ustedes, junto a ustedes.
Yo rechacé, porque mi partido puso a disposición de nosotros cinco millones de pesos para viáticos, para gastos. Yo los rechacé y pedí que ese dinero se vaya a cinco Centros de Salud de las comunidades más apartadas y más marginadas de México.
Nosotros, no sé ustedes, pero yo que acompañé a Andrés Manuel durante años por todo el país, nunca lo escuché que pidiera dinero para viáticos. ¿Ustedes lo escucharon alguna vez? Nunca.
Porque, miren, las jornadas eran interminables, a ustedes les consta. Empezábamos la tirada, dice la señora, empezábamos muy temprano y al caer la tarde, siempre había una hermana, un hermano que generosamente nos invitaba a su casa. Ahí siempre, en la modestia, aún en la pobreza, siempre hubo quien compartiera un vasito con agua, un plazo de frijol y de arroz.
Esa es la nobleza, la bondad, la generosidad del pueblo de México. Eso no lo tiene ningún pueblo del mundo, ni los rusos, ni Obama lo tiene; ni los rusos, ni los japoneses, ni los chinos, ni los holandeses, ni los italianos, ni los españoles, ni los italianos, ni los americanos, esos menos.
La nobleza, la generosidad, la solidaridad del pueblo de México no la tiene ningún pueblo en el mundo, eso nos hace distintos y grandes.
Aquí, a ustedes les consta, si sabemos que un vecino, una hermana, un hermano está padeciendo en su casa, porque no hay para comer, siempre hay alguno de ustedes, siempre le comparte le lleva, aunque sea medio platito, pero siempre, nunca falta alimento para nadie.
Eso no lo hace nadie, solamente el pueblo de México, porque es un compromiso, así se los digo, entre nosotros, un compromiso de corazón. Ese corazón no lo tiene nadie.
Por eso, nosotros vamos a seguir recorriendo el país. Ahora, ya no sé a qué le tienen miedo, porque ya empezaron otra vez los señores del dinero, Televisa.
A mí Televisa y se los informo a ustedes, no me sacan en sus programas de televisión, en sus entrevistas, en sus noticieros. A mí, la verdad, Televisa me vale un soberano cacahuate. A mí no me importa Televisa.
A mí, lo que verdaderamente me importa y lo voy a seguir haciendo junto a ustedes, es seguirme entrevistando con ustedes. Es entrevistarme con ustedes, encontrarles a ustedes y trabajar junto a ustedes. Eso es lo verdaderamente importante.
Así que, aquí les platico, pues ya me mandaron a un emisario, que fue a verme el otro día, allá a Poza Rica, Veracruz. Un amigo, un compañero y me dice: “Oye, hermano, vengo a verte, porque vengo de emisario”. “Ay, le digo, ¿emisario de quién, si yo no le debo a nadie, a ningún banco?”.
Ya ven que a veces esas tiendas donde uno compra una estufa le andan cobrando, le mandan al emisario, al cobrador. Le digo: “Yo no le debo a nadie”.
Y me dice: “No, hermano, son los señores de Televisa que quieren invitarte un café para que ya no haya diferencias y vuelvas a decir en su televisión”.
Le digo: “No, primo hermano, yo soy alérgico al café”. El único café no soy alérgico es al café que yo tomo con ustedes y si es de Chiapas, del mejor café del mundo. Ahorita vamos a mandar a buscar un tinaco y vamos a tomar el más sabroso, el mejor café, el café chiapaneco.
¡Que vivan los cafetaleros de Chiapas!
Por eso, vamos a seguir recorriendo el país, claro que ya empiezan y ya me dicen, el otro día me mandaron un reportero que me dijo: “Ah, es que usted se siente muy seguro, porque es el consentido del presidente”. Le digo: “No, yo no soy el consentido del presidente. No aspiro a tanto. Consentido son ustedes, el pueblo de México”.
Me dice: “Ah, pero es que tú presumes que es tu paisano”. Le digo: “Pues, sí, sí es mi paisano, somos de Tabasco, los dos somos tabasqueños, pero eso no es una vergüenza. Esa es una realidad, una bendición”.
Y me dice, como también soy paisano de ustedes los chiapanecos. No mayor bendición que esa, me dice “Ah, porque es tu amigo”. Le digo: “Pues, sí, es mi amigo, yo he venido durante años recorriendo el país junto a él.
A mí eso no me da vergüenza. Me nombró secretario de Gobernación porque se nombra a sus compañeros de lucha, a quienes han trabajado con él, a quienes conocen el país y al pueblo de México, gracias a él”.
Me dice, ya para terminar la entrevista: “Ah, pero es que andas presumiendo que es hermano”. Le digo: “No, yo no soy presuntuoso. Mira, cuando me iba a nombrar secretario de Gobernación, grabamos un video y dijo: ‘He tomado la decisión de nombrar secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández, que es mi hermano’”. Entonces, pues, el que me presume es él. Yo me dejo querer.
Así es que, si ustedes me presumen como hermano, yo también me voy a dejar querer por todos ustedes.
Aquí en Chiapas y especialmente en San Cristóbal les quiero decir algo. El año próximo se va a reformar, escúchenlo bien, el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ya basta de tanto pueblo marginado y que un ministro de la Corte siga ganando más de 600 mil pesos mensuales.
Ya basta de que en este país la justicia se venda al mejor postor, al que tenga para pagarla.
Un indígena de Zinacantán, de Chamula nunca será recibido en las pomposas oficinas de la Suprema Corte, porque no les interesa a los insensibles de los ministros, ahí nada más llegan los poderosos con sus abogados, con Diego Fernández de Cevallos y otros. Esa no es la justicia que los mexicanos reclamamos.
A ver, yo les pregunto, ¿cuándo han escuchado ustedes que un humilde agricultor, campesino, ejidatario, de alguna comunidad de Chiapas le haya ganado un juicio a un rico, a un poderoso defendiendo su pedazo de tierra? Nunca. Pero eso va a terminar y ustedes tendrán el año próximo la decisión para cambiarlo todo.
Una maestra, a la que yo quiero, respeto, admiro, me ha enseñado mucho y me aconseja mucho, me dijo: “Adán Augusto, en México, la injusticia es como la serpiente, solamente muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para un par de huaraches, al pobre, al oprimido, al marginado”. Eso va a terminar, va a haber justicia para el pueblo, justicia para ustedes.
Miren, con eso voy a terminar. Cuando fui gobernador de Tabasco y eso es algo que pasa aquí en Chiapas, también. Fui al reclusorio, al segundo, tercer día de tomar posesión.
Platiqué con muchos reclusos que ahí estaban, pero no menos de 15 o 20 se me acercaron a decir, yo les preguntaba ¿por qué estás aquí? Me decían: “porque me robé un pavo para comer” o “porque tenía pescado un compañero y yo me lo llevé para comer en la noche, agarré su red y me lo llevé”.
Eso, en realidad no es cometer ningún delito. Su delito es haber nacido pobre y tener hambre y eso no se debe penalizar. No se debe castigar. No tenían ni un defensor de oficio.
Aquí en Chiapas todavía sucede lo mismo y eso es lo que queremos que cambie, que haya justicia para todos, pobres o ricos. Justicia para el pueblo de México y ustedes van a decidirlo con su apoyo el año próximo. No se les olvide.
Ahora, imagínense ustedes que ahí anda una jueza, queriendo detener un proyecto educativo de nación. Un proyecto humanista, un proyecto de transformación, porque nosotros, ustedes, más de 31 millones de mexicanos hicieron presidente a Andrés Manuel López Obrador no nada más por verlo en la presidencia, sino porque creemos, creímos, creemos y seguiremos creyendo en un proyecto de transformación.
Y ninguna ministra, ningún ministro, ningún juez, ningún magistrado tiene el derecho de intentar detener la distribución de los libros de texto gratuitos.
Ese no es el México por el que luchamos tanto, pero ellos, aliados a los intereses de los que no quieren al pueblo, no quieren al movimiento, intentaron detener el Tren Maya, detener el Aeropuerto de la Ciudad de México, Felipe Ángeles, en el colmo del absurdo, querían detener jurídicamente los programas sociales.
Eso no, nunca más y se los digo aquí: vamos a defender con todo a la educación pública, laica y gratuita, a los maestros y a los alumnos.
No van a pasar. Les vamos a ganar también, porque esto, defender a la educación pública, que sus hijos vayan a la escuela y tengan derecho a ser bien educados y que no les cueste un peso, eso es parte de lo hermoso que ustedes construyeron junto a Andrés Manuel López Obrador.
La revolución de las conciencias y aquí en San Cristóbal, un pueblo milenario, de cultura, de tradiciones, la revolución de las conciencias significa conservar, apoyar, sus culturas, sus tradiciones y homenajearles siempre, por toda la historia, que ustedes han construido en este país.
La revolución de las conciencias ya no tiene reversa. Ya inició la transformación de Chiapas. Chiapas hoy tiene un gobernador honesto, generoso, trabajador en Rutilio Cruz Escandón Cadenas.
Ya inició, pues, la revolución de las conciencias. Esa ya no tiene reversa, no la detiene nadie y saben y ustedes lo van a entender. Esa misma maestra me dijo algo: “Mira, la revolución de las conciencias es distinguir entre lo bueno y lo malo. Entre los buenos y los malos y que no se te olvide nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal”.
Y hoy, somos todo un pueblo, somos más, muchos millones más los que formamos parte de este pueblo bueno, este pueblo que va a acompañar a Andrés Manuel López Obrador hasta el último día de su gobierno y va a seguir junto con todos nosotros construyendo la Cuarta Transformación de la vida pública nacional y lo vamos a hacer desde aquí, desde Chiapas, desde Tabasco, desde Yucatán, de Campeche, Quintana Roo, Veracruz, Guerrero, Oaxaca, desde el sureste del país.
Con ustedes todo, sin ustedes, sin este hermoso pueblo, nada.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
¡Que viva San Cristóbal!
¡Que viva Chiapas!
¡Qué viva el noble, trabajador, generoso, dedicado, comprometido pueblo chiapaneco!
¡Que vivan los pueblos indígenas de Chiapas y de todo México!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
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