Muy buenas noches tengan todas y todos ustedes.
Muchas gracias, de verdad por estar aquí esta tarde, por su paciencia, por aguantar la lluvia y, sobre todo, por aguantar mi impuntualidad.
Les hablo con toda franqueza. No acostumbro a llegar tarde, porque yo respeto el tiempo, los horarios de ustedes, pero no pudimos salir aprisa de Tula, nos agarró la lluvia en la carretera y por eso llegamos con una hora 40 minutos de retraso.
Yo quiero pedirles una disculpa, de verdad. ¿Si me disculpan?
Pues, ya disculpado entonces, ¿les parece que nada más hable yo dos horas? Miren, no quise dejar pasar la oportunidad de estar aquí nuevamente en Tlaxcala.
Tlaxcala es un estado, Tlaxcala y su gente, al que yo quiero mucho, admiro mucho al pueblo tlaxcalteca y por eso, antes de cerrar con esta etapa de Asambleas Informativas quisimos estar de regreso aquí en Tlaxcala, ya habíamos estado en la plaza de toros hace como un mes y medio.
Pero no podíamos cerrar esta etapa de recorridos por todo el país, sin encontrarnos con ustedes, sin saludarlos a ustedes, sin presentarles nuevamente nuestro agradecimiento y nuestro respeto a todas y a todos los tlaxcaltecas, son ustedes para mí y para muchos mexicanos un ejemplo de laboriosidad, de entrega de un pueblo dedicado y dedicado a construir un mejor México siempre.
Por eso, yo no me voy a cansar de estar aquí en Tlaxcala. De hecho, ahora que venía en el camino, recordaba que el último evento oficial como secretario de Gobernación que yo tuve, lo tuve aquí en Tlaxcala, fuimos a inaugurar un Centro de Policía, de Seguridad Pública y ahí me comprometí a que íbamos a ayudar para homologar el salario de los policías en Tlaxcala, que era de los más bajos del país.
Recuerdo que, como a los tres días había yo dejado la Secretaría de Gobernación y que me llamó nuestra amiga, hermana, la gran gobernadora de Tlaxcala, Lorena y me dice: “Oye, hermanito, pues ya se amoló Tlaxcala, ya no va a ser posible lo del apoyo que se comprometió para los policías”.
Le digo: “Yo a Tlaxcala no le quedo mal nunca y ya se pudo. Ahí va, pudiéndose, porque quedó ya ordenado y establecido desde la Secretaría y le vamos a cumplir, el gobierno federal le va a cumplir a los Policías de Tlaxcala.
En la anterior ocasión, en la anterior ocasión que estuvimos en Tlaxcala, en la plaza de Toros, recuerdo que les platiqué de toda una estrategia de aquellos que siempre se han dedicado a combatir este movimiento para decir que se iban a terminar los programas sociales ahora que se fuera el presidente de la República.
De esa fecha ahora, porque en aquella ocasión les dije que eso era una mentira y que el presidente ya había dicho que “venga quien venga, los programas sociales se quedan, porque es un derecho de ustedes y es una obligación constitucional”.
Pero, después de esa fecha, ya surgió otro. Yo no lo quiero decir que es una chachalaca, porque después se ofende, Vicente Fox, anda diciendo, le dijo a su candidata que quiere que regrese la pensión de los expresidentes y que desaparezcan todos los programas sociales, porque dice que los que lo reciben “son unos…”, yo no lo voy a repetir, porque zángano es él. Ustedes son gente trabajadora y buena.
Entonces, ¿qué les parece si aprovechamos? No va a tardar. Sí lo vamos a difundir fuerte lo que Tlaxcala decida. Esta encuesta no va a estar publicada en El Universal, en El Reforma, en El Economista, en El Financiero, mucho menos en Televisa, pero se va a saber, porque nosotros vamos a difundir qué decidió el pueblo de Tlaxcala.
A ver, primera pregunta ¿ustedes quieren que regrese la pensión de los expresidentes de la República? No. Como dicen en Alvarado, Veracruz, ya se jodió Vicente Fox, se va a tener que poner a trabajar, a vender gelatinas.
A ver, otra pregunta, ¿ustedes quieren que continúen los programas sociales y la Pensión Universal para los Adultos Mayores y que hagamos un esfuerzo para bajarla de 65 a 63 años? Sí. Pues, entonces, se queda la Pensión Universal para los Adultos Mayores y los programas sociales.
Pero todo, todo es una estrategia de los mismos de siempre, de Televisa, de los conservadores. Ahora ya desplegaron toda una embestida mediática, pura politiquería en contra del presidente y del proyecto educativo nacional.
Andan diciendo, encabezados por una gobernadora de Chihuahua, que es la máxima representante del conservadurismo en México, la gobernadora de Aguascalientes, pura politiquería e hipocresía, politiquería; andan diciendo que se va a detener la entrega y reparto de los libros de texto gratuito y que se quemen, porque nada más enseñan el comunismo a las niñas y a los niños. Ese es un argumento banal.
Miren, en 1845 Ignacio Ramírez, “El Nigromante”, con su dinero mandó a imprimir, imprimió unos libros que son el antecedente de los libros de texto gratuitos, y cuando los empezó a repartir en las escuelas los conservadores, que a lo mejor son hasta los papás de estos de ahora, eran descendientes de aquellos que fueron a buscar a Maximiliano para hacerlo un virrey en México. Pero entonces, hablaron con el gobierno en turno, decomisaron los libros y los quemaron, porque decían que con esos libros se les quitaba la ignorancia, la inocencia a los indios; igual que estos.
La verdad que no quieren que las niñas y niños de México tengan acceso a la educación y que sean hombres y mujeres de bien en el futuro.
Y yo me permití ponerme a revisar los libros de texto gratuito y quiero leerles un fragmento que traen todos los libros de texto, del primero al sexto grado, es un poema más que una clase; es pura poesía, es el sentimiento del pueblo de México que está en este fragmento. Es la presentación de los libros de texto que los conservadores pretenden censurar y destruir.
Dice así: “‘No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido, en la calle no pediría un pan, sino que pediría medio pan y un libro’, decía el poeta andaluz Federico García Lorca, asesinado por pensar diferente y por desear un mundo mejor para los suyos, para los humildes, para quienes aún conservan un alma pura, solidaria, que no discrimina a las personas por su color de piel, su género, sus preferencias sexuales o por no tener un peso en la bolsa; era un soñador, un idealista, creía que la cultura sería la llave para el cambio, creía en los libros. ¿Tú aún crees en ellos? Estimado lector, en pocas partes del mundo los libros de texto son gratuitos y llegan a las manos de todas las niñas y niños. En México se ha luchado porque todas y todos tengan acceso a la cultura. Ahora te toca a ti recibir el fruto de esa lucha”.
Eso es lo que contienen los libros de texto gratuito, es pura filosofía de la vida, es cultura, cultura popular, pero es sobre todo amor con las niñas y los niños.
Nunca olvidará, un niño que lea su Libro de Texto nunca olvidará este pasaje.
Y los libros de sexto año traen también pura filosofía, pura poesía. Miren, “La cultura es el ejercicio profundo de la identidad”.
Otro, “No te voy a cansar con más poemas, digamos que te dije nubes, tijeras, barrilitos, lápices ¿y acaso alguna vez sonreíste?”.
Otro, “Y debo decir que confío plenamente en la causalidad de haberle conocido, que nunca intentaré olvidarle y que si lo hiciera, no lo conseguiría”.
Y este último, “No escribo un libro para sea la palabra final, escribo libros para que otros libros sean posibles”.
Esto es el contenido de los libros de texto gratuito. Es pura politiquería que sea comunismo y que pervierta a las niñas y niños de México.
Por eso tenemos que seguir acompañando al presidente de República. Ya los derrotamos a los conservadores. Los vamos a volver a derrotar, porque va a continuar la Cuarta Transformación de la vida pública de México.
Porque lo mejor, lo más hermoso ya han construido ustedes, el pueblo y el presidente, es la revolución de las conciencias. Esa es irreversible, esa no tiene camino de regreso.
Una maestra, a la que yo estimo y respeto, que admiro mucho, me aconsejó muchas veces: “Mira, Adán Augusto, revolución de las conciencias significa distinguir entre lo bueno y lo malo, entre los buenos y los malos; y que no se nos olvide nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal y aquí en Tlaxcala les tengo una noticia: somos, muchos, muchos millones de mexicanos más los que integramos el pueblo bueno y el pueblo bueno manda. El pueblo bueno no se equivoca.
Vamos a volver a ganar y va a continuar la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.
¡Que viva el pueblo de Tlaxcala!
¡Que viva Tlaxcala!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
—— o0o ——