Muy buenas tardes a todas y todos ustedes.
Setenta días después, aquí estamos cumpliendo con ustedes en este histórico lugar del país.
Aquí en el Monumento a la Revolución donde reposan los retos de dos de los grandes de la historia de nuestro país: Francisco I. Madero y Lázaro Cárdenas.
Les prometo que nunca se me va a olvidar esta tarde aquí en la Ciudad de México, como dice el poeta: voy a guardar este día entre las horas para siempre.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes, que de todos los estados del país han venido aquí a acompañarnos esta tarde.
Quiero iniciar con toda humildad pidiéndoles su confianza para que sigamos construyendo la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México.
Decía, porque yo no puedo, ni quiero olvidar mi origen. Decía Carlos Pellicer: “Cuando a un hombre lo sigue un pueblo, es porque en las manos el corazón lleva” y yo, hoy les digo: les entrego mi corazón, mi corazón es de ustedes.
Nunca antes en la historia de este país un partido político había conseguido lo que Morena ha conseguido ahora, lo que Morena acaba de hacer en estos 70 días, llenando las plazas, recorriendo todo el país, recogiendo las inquietudes del pueblo.
Hemos llegado, hemos cumplido con la meta y aquí aprovecho para enviar un saludo fraterno a mi compañera y mis cuatro compañeros que son delegados nacionales y que han recorrido también el país llevando el mensaje de este movimiento que es histórico, porque es de ustedes.
Y aquí los exhortó: vamos juntos. Nos necesitamos todos. No podemos darnos el lujo de que por ambiciones personales no construyamos en lo colectivo.
¡Estamos unidos, porque el pueblo de México es el que nos mandata!
Todo esto, todo esto que hoy se vive solamente un hombre lo había conseguido, incansable desde que iniciaron el Éxodo por la Democracia en 1993 hasta que ganó la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Miren, ahora casi 32 años después podemos decir con toda alegría, con toda franqueza que el movimiento que inició en ese Éxodo por la Democracia desde Tabasco que inició con 283 compañeras y compañeros y que recorrieron desde el sureste hasta el centro de México y que llegaron 45 días después más de 70 mil mexicanos al Zócalo.
Ahí está la semilla del movimiento democrático, que no se nos olvide nunca.
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Hemos cumplido con la encomienda del Consejo Nacional de Morena.
He recorrido todos los estados del país, casi 200 Asambleas Informativas. Fuimos no solo a las grandes ciudades o a las capitales.
Fuimos no sólo a las grandes ciudades o a las capitales, fuimos a municipios que a veces o siempre estuvieron olvidados, que la marginación no generaba mejores condiciones, ahí estuvimos.
¡Cumplimos con todos, con el pueblo de México!
Celebramos Asambleas Informativas en las plazas públicas, en las calles, en los palenques, en las plazas de toros, en todos los rincones y los espacios públicos de México, ahí estuvimos, trabajando para construir junto con ustedes la continuidad de la Cuarta Transformación.
Claro que nada de esto hubiese sido posible sin el acompañamiento de hombres y mujeres, un incansable equipo de trabajo que organizó y que nos ayudó y nos ayuda en todo el país.
A todos ellos: compañeras y compañeros, mi agradecimiento y mi reconocimiento permanente.
Hoy vengo ante ustedes, a decirles que todo ha valido la pena, que en el sur sopla con fuerza los vientos del cambio que vieron iniciar nuestro movimiento; que en el centro del país estamos organizados y unidos, para que nunca los conservadores regresen, y en el norte, orgullosamente la frontera va a la vanguardia de este movimiento.
Una vez que he recorrido este, nuestro México, tan diverso, con tantos colores, con tantos olores, con tantas texturas, con tantos sonidos, volví a entender todo aquello que nos une, el brillo en los ojos de un jornalero de San Quintín, en Baja California, es el mismo que el brillo en los ojos de una trabajadora petrolera de Paraíso, Tabasco.
La fuerza en el abrazo de un adulto mayor en Plaza del Carmen, Quintana Roo es el mismo que el de una estudiante en Guadalajara o en Pachuca.
La esperanza de un migrante en Ciudad Juárez es la misma que la esperanza de un migrante en Tapachula.
La lucha por la injusticia y la impunidad en Celaya, Guanajuato es la misma que en Monterrey, Nuevo León.
Por eso, yo les digo: vamos a seguir luchando juntos, nos toca construir el futuro.
Hoy puedo decirles que he escuchado al pueblo y que el pueblo manda y el pueblo dice que no regrese la pensión a los expresidentes de la República, que no haya más impunidad y corrupción en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Que continúen y aumenten los programas sociales, pensión para los adultos mayores, más becas para nuestros jóvenes y niños, que sigamos trabajando para que no falte agua para nadie en el país, que cuidemos el medio ambiente, que sigamos soñando juntos por un México aún mejor, un México con bienestar para todas y todos.
Cuando decíamos que: por el bien de todos, primero los pobres, se reían de nosotros.
Hoy ustedes y el presidente lo han hecho realidad y desde aquí le decimos: claro que sí, por el bien de todos, primero los pobres.
Por un México mejor, primero los pobres.
Esa es la revolución de las conciencias, la revolución que ustedes construyeron con el presidente, una revolución que ya es irreversible, que no la detiene nada, ni nadie.
No van a poder. El pueblo es mucha pieza y ustedes ya decidieron.
¡Claro que va a continuar la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México!
Y que no quede ninguna duda es para ustedes y es con ustedes. Yo, se los digo aquí de frente: voy a seguir lo que ustedes mandaten.
Ustedes ordenan y yo voy a seguir siendo un ayudante de campo, del sol. El sol es el pueblo de México.
Y miren, quise estar aquí hoy, en este histórico lugar por una cosa que es personal, pero que implica a todos.
Ayer, hace exactamente dos años me separé del cargo de gobernador de Tabasco para aceptar el encargo más honroso de mi vida, acompañar como secretario de Gobernación al presidente más grande en la historia: Andrés Manuel López Obrador.
Y ese encargo, y se los digo aquí, me ha permitido construir un sueño que, sin duda, va a ser realidad.
¡Vamos a ganar y vamos a representar al pueblo de México!
Todo llega a su tiempo. Los tiempos del Señor son perfectos; los tiempos del pueblo son perfectos.
Es el tiempo de todos porque, ¿les digo algo? México y la patria merecen todo. Ustedes, los mexicanos, merecen todo.
Y yo aquí se los digo, ya puse mi corazón en sus manos.
Ahora les digo:
¡Vamos juntos a construir el mejor México del futuro!
Es con ustedes, vamos para adelante. Vamos juntos porque, ¿saben una cosa? México: la patria nos necesita a todos. La patria es de todos.
México es de todos. México es de ustedes.
¡Que viva el pueblo de México!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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