Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.
Me da muchísimo gusto estar una vez más aquí en Ciudad Obregón, Sonora. Antes como antes y ahora como ahora ¡Que viva Sonora!
Muchas gracias a todos y a cada uno de ustedes, cada una de ustedes por haberse tomado la molestia de estar aquí esta tarde, de venir a acompañarnos.
No es fácil, incluso, a mí me hubiese gustado encontrarlos en la plaza pública, pero está como decimos en mi pueblo, fuerte la calor. Hoy no hace tanto calor, ayer hacía más y entonces, pues es mejor estar aquí, un poco más tranquilos, un poco más protegidos.
Yo quiero, primero agradecer a mis amigos del Sindicato Minero que encabeza, que dirige nuestro amigo el senador Napoleón Gómez Urrutia.
Y también quiero agradecer la presencia, ayer estuvieron con nosotros en Mazatlán en la mañana, los amigos ferrocarrileros del grupo Ferro. ¿Dónde está Flores, el dirigente? Muchas gracias, Omar, por acompañarnos.
Fíjense -voy a hacer un paréntesis- la verdad es que yo no conocía, hasta hace año y medio a los miembros del Sindicato Minero, me tocó en mi función como secretario de Gobernación empezar a tratarnos.
Conozco a fondo la añeja problemática que enfrentan, cómo fueron parte o fueron objeto de una injusticia. Esta es una prueba de cómo en este país la justicia, la Suprema Corte de Justicia de la Nación está al servicio de los hombres del dinero, de los que se creían dueños de México.
Y entonces, pudimos avanzar en algunos temas. A mí me duele y se los digo aquí de frente, nos dimos buenos agarrones, hubo un día que hasta me tamborearon la mesa y yo también, pero pudimos haber avanzado más.
Yo hice una propuesta, porque ellos tienen, como ya les ganaron aquí en todas las instancias, les mal ganaron, ellos tienen un juicio en un Tribunal internacional, en la Corte Interamericana de Derechos Humanos y yo les ofrecí que intentáramos conciliar a la par, porque tienen demandado al Estado Mexicano y, desde luego al particular.
Yo les dije: miren, por qué no intentamos conciliar y nosotros aceptamos un acuerdo reparatorio con ustedes, pero eso les daría a ustedes el fundamento jurídico para ganarle el pleito a la empresa o al empresario.
Como sucede en este tipo de cosas, a veces es cuestión de pesos y centavos. No podíamos nosotros ir más allá de una indemnización que históricamente hubiese sido otorgada por algún estado y ellos, pues desde luego y yo los entiendo, pues sentían que lo que nosotros podíamos ofrecerles o les habíamos ofrecido, pues era una injusticia que no reparaba el daño.
Entonces, lamento mucho que no hayamos podido conciliar. Al final nos ganó el tiempo y pues, a mí el presidente aceptó separarme del cargo antes de lo previsto y ya no pudimos, pero tiene que haber justicia y estemos donde estemos, vamos a ayudar a los mineros de México siempre.
Lo mismo sucede con los ferrocarrileros. Lo mismo, los conocí ahí en la Secretaría de Gobernación, pudimos avanzar en algunas cosas, en otras no, porque ese, de suyo es más complicado, aún está en las instancias judiciales locales.
Tienen ellos la seguridad de que vamos a vigilar o que se va a vigilar que actúen conforme a derecho, pero es un juicio que todavía se dirime en los tribunales; pero yo, a los dos, a los mineros y a los ferrocarriles les agradezco mucho su participación, su apoyo y les reitero que cuentan con nosotros, siempre.
Y agradezco con toda franqueza, como les decía hace un rato, que se hubiesen tomado la molestia de venir a acompañarme. Ahora toca visitar Ciudad Obregón, en el marco de una serie de trabajos que nos ha encomendado nuestro partido, Morena.
A cuatro compañeros; tres compañeros y una compañera, nos han nombrado delegados nacionales de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación y el Consejo Nacional y el Comité Nacional nos instruyeron para que celebráramos asambleas informativas, pues a lo largo y ancho del país y en esa tarea estamos.
Ayer nos tocó Sinaloa, Mazatlán, Culiacán, hoy en la mañana Los Mochis y ahora toca estar aquí, vamos a estar aquí en Obregón, más tarde en Navojoa, mañana vamos a estar en Hermosillo y en Guaymas y ya, creo que por la noche vamos a Tijuana.
Pero, yo quise visitar Sonora, que fuese de los primeros estados en visitar, primero porque Sonora para nosotros es un referente, es un referente histórico, la historia de nuestro país no podría entenderse sin Sonora y desde aquí, aprovecho para saludar y para reconocer a nuestro amigo y compañero Alfonso Durazo, por su tarea al frente del gobierno del estado.
Dije en otro estado y aquí lo reitero, creo y lo dije aquí en Sonora, creo que es un lujo tener un gobernador con la formación, con la experiencia, con la trayectoria, con la honestidad de Alfonso Durazo.
Y tenemos que ayudarlo, porque los tiempos no son fáciles, pero entendamos que si le va bien a un compañero gobernador, en este caso a Durazo, le va a ir bien a Sonora. Desde aquí, aprovecho pues para saludar y felicitar a Alfonso Durazo.
Y quiero iniciar agradeciendo a los adultos mayores que hoy nos acompañan, los adultos mayores son verdaderamente la esencia de este movimiento de transformación. La transformación de México no podría entenderse sin la participación decidida de los adultos mayores.
Y hoy, yo se los quiero platicar como una anécdota. A mí me ha tocado caminar muchos años acompañando al Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, a lo largo y ancho del país y ver que hoy los adultos mayores de México reciben una pensión universal.
Es un homenaje, es un reconocimiento que salió de la cabeza y del corazón del Presidente de la República hacia los adultos mayores que han aportado muchísimo para la construcción de México. Tampoco se entendería México sin la participación de nuestros adultos mayores, sin su compromiso. Lo que ellos han hecho realmente es engrandecer a México.
Y les platico que, en el 2005, octubre del 2005, en los recorridos que hacíamos con el hoy Presidente de la República, en Oaxaca, un municipio de esos de usos y costumbres que se llama Jalapa del Marqués, se nos acercó un adulto mayor.
Y le dijo: “Oiga, licenciado, me llamo fulano de tal, tengo 73 años, mi viejita tiene 71, ahí me acompaña y yo quiero que me ayude. Dígame qué tengo que hacer”. Y le empezó a platicar que él ya no tenía fuerzas, tenía una parcelita que le había dado a los hijos, pero ya no tenía fuerza para trabajar la tierra; que había trabajado 60 años de su vida ahí en las montañas de Oaxaca, pues sacando lo poco que esa tierra podía darles.
Y que, ya no tenía ingresos y a veces, pues comía lo que podía, lo que le invitaba algún vecino o algún familiar, pero que no tenía atención médica, que pues en el Centro de Salud prácticamente no había en esa época médicos, no había nada.
Y que a él habían dicho que todos los mexicanos podían recibir una pensión del Instituto Mexicano del Seguro Social y que ahí gastó su dinero y fue, creo que a Ixtepec, que era lo que quedaba más cerca, como a 300 kilómetros, a la oficina del Seguro Social.
Se presentó y le dijo al empleado: “Oiga, pues vengo para que me ayude, vengo para que me meta en eso de la pensión, la jubilación”. Y que el empleado del Seguro le dijo: “¿Jubilación de qué?”. “Pues esa que nos dan cuando uno está mayor, cuando ya se retira”. Le dice el empleado: “¿En qué trabajaste? ¿Cuál era tu empresa? ¿Quién era tu patrón?”.
El pobre agricultor le dijo: “Patrón de qué, si yo con trabajos sé leer y escribir, cómo voy a trabajar en una empresa”. “¿En qué trabajabas?”. “Yo trabajaba la tierra, tenía una parcelita y de ahí sacaba algo de maíz y de frijol y lo vendíamos y de eso vivíamos”.
Burlándose, le dice el del Seguro Social: “Si tú eras tu propio patrón, no puedes cobrar jubilación. Esta jubilación nada más es para los que trabajan en empresas o trabajaron en empresas, o la del ISSSTE que es para los que trabajaron en los gobiernos”. Dígame: “Qué hago, licenciado”.
Le dijo el presidente: “Mira, ayúdanos y ten un poco de paciencia, vamos a ganar la Presidencia de la República y a partir del próximo año, como lo hice en la Ciudad de México, ustedes van a tener una pensión para adultos mayores”.
Pero sucede que el destino a veces es caprichoso y que le robaron la elección e impusieron a un espurio en la Presidencia de la República y contrario a lo que uno pensaría que, Andrés Manuel López Obrador se pudo haber retirado a su casa, pues él siguió luchando y allá fuimos un puñado de mexicanas y mexicanas a acompañarlo en su recorrido por todo el país.
Todo, siete, ocho, nueve, 10, 11 y llegó la elección del 2012 y ahí impusieron, la Televisora, Televisa, pues diseñó un candidato e impuso un presidente y otra vez, volver a empezar a recorrer el país.
Pero, vino la tercera, 2018, la definitiva, la gente se hartó y 30, más de 30 millones de mexicanos llevaron a la presidencia a Andrés Manuel López Obrador. Es una votación histórica, es el presidente más votado en la historia de este país.
Y ¿qué creen que hizo el presidente, el 3, 4 de diciembre que tomó posesión? Mandó una iniciativa para hacer ley y una obligación constitucional la pensión universal para los adultos mayores, entre otra serie de programas sociales.
Pero la primera fue esa, la pensión de los adultos mayores y en febrero de 2019, cuando apenas llevaba dos meses en el cargo, se empezó, de ahí empezaron lo que hoy son los Servidores de la Nación, a hacer los padrones de los adultos mayores.
Y si mal no recuerdo, en abril de ese año, ya empezó a ser una realidad la pensión universal para los adultos mayores, y hoy, todos los adultos mayores de este país tienen una pensión universal.
¿Por qué les platico esto? Porque nuestra obligación como delegados es informarle a la gente. Sucede que hace unos días, le preguntaron al presidente, que si era cierto lo que andaban diciendo, los dizque opositores, que de opositores no tienen nada, porque ni en su casa los quieren.
Que andaban diciendo que ahora que se fuera Andrés Manuel se iba a acabar la pensión para los adultos mayores. Y ¿saben una cosa? Son unos mentirosos profesionales, porque la pensión universal para adultos mayores no puede desaparecer por el capricho de un gobernante, porque es una obligación ya constitucional.
Pero, lo que más rabia les da es que va a continuar la Cuarta Transformación de la vida pública nacional y que va a haber continuidad con cambio y a ver, que levanten la mano aquí los adultos mayores que reciben una pensión. No, pues casi todos. No me vas a decir que tú cobras pensión, también, los ganaderos de Aldama.
Pues, miren, no nada más se van a quedar con las ganas estos mentirosos. Les voy a platicar algo: ¿De cuánto es la pensión universal hoy? ¿A cuánto asciende? Cuatro mil 800 pesos, pues a partir de enero del próximo año, va a ser de seis mil pesos, porque aumenta 25 por ciento. Como diría el presidente: Tengan para que aprendan.
Eso es un Presidente que cumple con su palabra y nosotros estamos obligados a continuar el proyecto de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional, por eso andamos recorriendo el país, pueblo por pueblo, nuevamente, plaza por plaza. En escenarios como este, en reuniones como estas, diciéndole a los mexicanos cuál es el rumbo del país.
Aprovecho para comentarles otra cosa. Ya empezaron, en mi caso, los mismos de siempre, los que se sienten dueños del país, nada más que no terminan de entender que este país ya es otro y que está en plena transformación.
Hace como tres meses, cuando era yo secretario de Gobernación, el presidente se enfermó de COVID y me pidió que yo encabezara las reuniones mañaneras, la conferencia de prensa.
Y ¿saben qué ha sucedido? Desde principio de año, hay una televisora, Televisa, que a mí me desapareció de sus pantallas, de sus noticieros. En las noches, cuando hacíamos la conferencia de prensa, sacaban una nota que decía: “El gobierno de México informó en la tradicional conferencia de prensa…”, pero no decían ni quién la había encabezado, ni sacaban una fotografía.
Y tienen una campañita para desaparecerme, pero a mí, se los digo a ustedes con toda franqueza, me vale sorbete. Nosotros no le tenemos miedo a Televisa, no me importa si no me sacan.
No quiero aparecer en sus entrevistas, porque a mí la única entrevista que me interesa es la de ustedes, con ustedes, con la gente; lo demás, que se queden. Eso sí, que no piensen en andarme sacando en sus programas y mucho menos en sus telenovelas.
Porque, esto me hace a mí recordar, 2006, después del fraude electoral Andrés Manuel López Obrador recorría todo el país, como ya les dije y salvo Televisión Azteca que tenía un programa que creo que se llamaba “La hora de la verdad”, algo así, en las noches, Televisa no mencionaba nunca al Presidente de la República.
Y él siguió construyendo el movimiento y en el 2018 se hizo realidad aquella consigna de esa época: “Si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa”. Y así vamos a seguir, organizados, porque organizados, Televisa no nos va a ganar, le vamos a volver a ganar a la Televisora.
Hoy, me decía un amigo. “Oiga, es que lo anda buscando fulano de tal, porque quiere mediar entre usted y los de Televisa”. Le digo: no, yo no tengo trato en lo oscurito con ninguno, que se queden con sus actrices y sus actores.
Nosotros vamos a seguir viendo de frente a la gente. Así traemos a otro, así traemos a otros, iguales o peores que los de Televisa, son los de Latinus, también esos son mercachifles profesionales. Tienen en la nómina a un gatillero del periodismo, pero esos tampoco nos amedrentan.
Ahí me andan sacando cosas un día y otro también. Guerra sucia, pero miren, se van a topar con pared, porque van a encontrar puntual respeto.
Aquí se los platico, ¿saben a qué se dedican esos de Latinus? Un yerno de un exgobernador de Tabasco, un exgobernador de Tabasco y otros socios, parece que un exgobernador de Michoacán, pues se dedican a hacer negocios.
Les vendían, entre otras cosas, medicamentos, material para curación, equipo médico a los gobiernos de los estados. Contratos en Michoacán, en el Estado de México, en Oaxaca y en algunos otros estados.
Pero, ya se les acabó el negocio, porque ahora ya los estados ya no compran medicamentos, la compra se hace a nivel federal, está el sistema IMSS-Bienestar y el INSABI y a través de esos se distribuyen los medicamentos.
Pero, miren el tamaño del negocio que hacían. ¿Saben ustedes cuánto cuesta una cajita de paracetamol aquí en Obregón? 15 pesos. ¿Quién da más? Sí, si es genérico vale 12, 15, 18 y hasta 20 pesos y si es de marca, creo que vale entre 25, 26, 40, hasta 45 pesos.
¿Saben en cuánto se las vendían estos barbajanes a los gobiernos de los estados, cada cajita? 748 pesos. Quiere decir que le ganaban 700 pesos a cada cajita. Imagínense ustedes, si vendieron un millón, que ojalá hubiera sido un millón de esa medicina. ¿De cuánto hubiera sido la ganancia? De 700 millones, pero me quedo corto. Eran contratos de dos y tres mil millones de pesos al año. Son unos sinvergüenzas.
Entonces, también andan queriendo que, si cuándo les doy una entrevista, si cuándo les aclaro no sé qué cosa. Nada, con ellos ni a la esquina, porque hasta la cartera nos va a robar Loret, donde vayamos a la televisora. Por eso quisimos venir aquí con ustedes a explicarles todo esto.
También les explico, porque a mí me gusta hablar con toda franqueza. Al nombrarnos delegados nacionales, nuestro partido Morena nos puso a disposición cinco millones de pesos para viáticos. Yo no sabía ni siquiera qué eran viáticos, ya me explicaron que es el gasto del transporte, de la comida, de lo que uno toma, de las llamadas telefónicas, hasta del gel, ese que uso uno para lo del bicho.
Todo eso y yo, la verdad, pues yo eso no lo acepté. Se lo quise decir, rechacé recibir los cinco millones de pesos. Y pedí, le pedí al partido que regrese esos cinco millones de pesos a la Tesorería de la Federación, que es como la caja del gobierno federal.
Y que ese dinero, mejor se destine a la construcción, remodelación, ampliación y equipamiento de dos centros de salud, uno en Metlatónoc, Guerrero y otro en Huayacocotla, Veracruz, que son de las comunidades más abandonadas.
Los mineros saben que Huayacocotla fue explotada durante siglos, devastaron los mineros, los empresarios mineros esa comunidad y como mi petición es que los administre directamente la gente de esos pueblos, pues seguramente va a sobrar un dinerito y voy a mandar un escrito, no lo he hecho todavía.
Ahora que pueda, el fin de semana lo hago y lo pido, pidiendo que el dinero sobrante se destine a lo mismo, pero a un municipio que se llama Rincón de Romos, ahí en Aguascalientes y si sobra otro shishito, pues para una comunidad pobre de Oaxaca, pero en ese caso los oaxaqueños, en una asamblea, en una plaza pública, ahí frente a la catedral, van a decir ellos a qué comunidad.
Yo quisiera, desde luego, que se destinará a alguna comunidad de Sonora, pero no creo ya que vaya a alcanzar para tanto, pero ya llegará el momento de ayudar a Sonora como se merece, retribuirle a Sonora todo, todo lo que nos ha aportado.
Mientras tanto, nosotros vamos a seguir recorriendo el país. Muchos de ustedes acompañaron o siguieron la trayectoria de Andrés Manuel López Obrador y para mí, pues es mi paisano, pero este no es asunto de paisanaje; yo digo que es mi maestro, porque he tenido el privilegio y ese es uno de mis orgullos, de acompañarlo a lo largo y ancho del país.
Cuando no teníamos nada, cuando apenas se juntaban 10 gentes en las plazas públicas, ahí estábamos con él y así como ustedes, yo les pregunto ¿cuándo escucharon ustedes o vieron que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos, para los gastos? Nunca.
Se hizo este movimiento con las tres eses: suela de los zapatos, sudor de la frente y saliva que se convirtió en realidad, en hechos como los programas sociales que ya les comenté. Por eso, nosotros vamos a continuar con su ejemplo, el pueblo mexicano es sumamente generoso.
Miren, nunca faltaba, aún en los rincones más apartados, cuando terminaba la jornada, al caer la tarde, siempre había un compañero, una compañera que invitaba a su casa, por muy modesta que fuera, el vasito de agua, donde se podía era agua de fruta, pero cuando no, agua y le habían echado un poquito más de caldo a los frijolitos.
Si era tortilla de harina, como aquí en Sonora, le dabas una embarradita de frijolitos y a veces le poníamos un poquito de arroz, pero algo había. Esa es la riqueza de los mexicanos, su generosidad, su nobleza. No hay mexicano que le niegue un plato o un techo a otro mexicano.
Nosotros, pues eso es lo que aprendimos y es lo que nos comprometemos a hacer. Tenemos que defender con todo, porque si no lo hacemos así, si no estamos unidos, si no somos leales al proyecto de Andrés Manuel López Obrador, pues estos van a querer regresar por sus fueros. No van a poder, porque el pueblo de México es mucha pieza.
A eso quisimos venir con ustedes, a platicarles que ya están trabajando un grupo de compañeros, porque el año próximo se va a presentar una iniciativa de ley y se va a modificar la Suprema Corte de Justicia, el Poder Judicial de la Federación.
Porque, ahora venía en el camino leyendo un libro acerca de todos los contubernios entre los jueces, los magistrados, los ministros y eso da coraje saber que en México la justicia está a merced del mejor postor.
Yo nunca he visto y vaya que llevo años de licenciado, nunca he visto que un humilde ejidatario le gane a un potentado, a un rico, le gane un juicio en defensa de la posesión de su tierra. Siempre los pierden, pero no los pierden, se los arrebatan.
¿Por qué? Porque están acostumbrados a comprar la justicia, como hicieron a los mineros. A ellos les robaron su derecho a defenderse, defender su libertad laboral, les hicieron asambleas espurias que validaban, les notificaban en otros domicilios y aparecía que se habían notificado ellos mismos. Falsificaron firmas.
Así se las gastan, estos ministros de la Corte son como los mercaderes del templo y eso tiene que cambiar. En este país tiene que haber justicia para todos y entonces sí, la Suprema Corte va a ser una Suprema Corte justa, de justicia para todos.
Son de las cosas que tenemos que hacer entre todos para que este país continúe siendo cada día un mejor México. Un México con menos marginación, donde ahora ya no haya olvidados, porque el gobierno es del pueblo y el presidente conduce siguiendo las indicaciones del pueblo de México.
Muchas gracias de verdad por acompañarnos esta tarde. Termino diciéndoles, este es el tiempo de todos, de todos los mexicanos; aquí no hay exclusiones, vamos juntos a acompañar al Presidente de la República en el último tramo del gobierno y vamos a prepararnos para que continúe la transformación de México.
Muchas gracias a todas, a todos.
¡Que viva Obregón!
¡Que viva Sonora!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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