Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.
¿Saben cómo me siento? Emocionado de estar aquí con ustedes, en el corazón de la zona purépecha.
Muchas gracias a todos y a cada uno de ustedes por venir a acompañarnos esta tarde. Muchas gracias, de verdad.
Nunca, nunca había soñado en encontrar tanto cariño aquí en Uruapan y yo inicio agradeciéndoles a todas y a todos ustedes. Qué hermoso, qué hermoso es Uruapan.
Ahora que veníamos, fíjense, estuve hace como tres meses aquí, en una reunión del Consejo Económico y ahí me dijeron: “Oiga, tiene no sé cuántos años que una empresa se comprometió a hacer la ampliación de la Carretera de La Muerte a cuatro carriles. Está firmado por ellos y no han empezado”.
Ahí era todavía Secretario de Gobernación y me comprometí con el pueblo Michoacano a que antes de tres meses iban a iniciar las obras y que, si no, nosotros mismos, yo mismo iba a encabezar el que se le quitara la concesión.
Hoy ya iniciaron los trabajos, los primeros 10 kilómetros que van del Libramiento Zirahuén a Zirimícuaro, 10 kilómetros, ya están trabajado y es por ustedes y para ustedes, para beneficio de Uruapan.
Ya sé que en 41 meses va a estar terminada la ampliación de 85 kilómetros hasta Nueva Italia. Es lo menos que podemos hacer por ustedes, por los michoacanos, por su generosidad, por su entrega, por su nobleza, cómo no me va a emocionar las palabras de Yésica, que me dijo en purépecha y en español que Dios bendiga su camino.
¿Ustedes creen que se me va a olvidar algún día eso? Nunca, jamás. Por eso les digo que estar tarde, es especial y que ustedes hayan decidido acompañarnos, regalarnos la tarde de domingo, que normalmente la utiliza uno para el merecido descanso, para estar con la familia, para distraerse, para ir a la iglesia o al templo y que ustedes estén aquí acompañándonos para hablar de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional es algo que no tiene precio.
Eso es su generosidad, su bondad, su compromiso. Muchas gracias, de verdad a todas y a todos.
Y yo, quiero iniciar agradeciendo, porque vi muchos ahora que pasaba a saludarlos, por eso me iba yo hasta acá, hasta esta esquina, estuve por allá, estuve por acá y allá atrás, porque hay mucho adulto mayor que hoy nos acompaña.
Yo inicio agradeciéndoles y reconociéndoles a ellos. A ver, que levanten la mano los adultos mayores. ¿Cómo te llamas? Doña Lilia Huaracha de Yurécuaro, dice que me quiere mucho.
Muchas gracias, Lilia. Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
Porque, además, yo no me canso de repetirlo, jamás dejaré de decirlo a los cuatro vientos, ustedes, los adultos mayores, nuestros abuelos, nuestros ancianos son los que hicieron grande a este movimiento.
Claro que hubo jóvenes y comerciantes y obreros y campesinos, pero la base son ustedes, los adultos mayores de Michoacán y de todo México.
Y voy a aprovechar para platicarles una anécdota, algo que yo quiero que ustedes sepan. Hace ya algunos años, en octubre del 2005 me acompañó, me tocó acompañar a Andrés Manuel López Obrador en su recorrido por el país y estábamos en Oaxaca.
Estábamos en Oaxaca y se acerca un adulto mayor. En esa época ni le decíamos adultos mayores, les decíamos un viejito, o allá en Tabasco le decíamos noxich, que quiere decir viejo sabio. Acá, ¿cómo les dicen? Tata. ¿A las señoras? Nana. Allá a las señoras les decimos xinic. ¿A las señoras? Paripes.
Le dice: “Oiga, licenciado, quiero pedirle un consejo, porque usted sí sabe”. Le empieza a platicar que él tenía 73 años de edad y le dice: “mi viejita tiene 71 y ya no puedo trabajar, ya no tengo fuerzas. Yo trabajaba en mi parcela y cuando podía”, y esto a muchos de los que están hoy aquí les va a sonar como historia propia.
“Yo trabajé desde que tenía 13 años la parcela y cultivaba, cosechaba frijol, maíz y era para la comida y lo que sobraba, pues lo vendía y así se nos fue la vida. Ahora me entero de que todos los mexicanos que trabajamos tenemos derecho a una jubilación del Seguro Social y me dijeron que tenía que ir al Seguro Social en Ixtepec, que está como a tres horas”. Imagínense, los hechos fueron en Jalapa del Marqués, allá en la sierra. Ixtepec está en el Istmo y allá fue al Seguro Social.
Y el empleado le pregunta: “¿Qué se le ofrece?”. Y le dice: “Mire, vengo a que me anote para la pensión del Seguro Social”. Y le pregunta: “¿En qué trabajaste? ¿Quién era tu patrón? ¿En qué empresa? ¿En qué comercio? ¿Qué hacías?”. “No, pues yo con trabajo sé leer y escribir. No tengo patrón, mucho menos empresa, comercio”.
“Bueno, en qué trabajabas”. “Ah, pues yo trabajaba la tierra, mi parcela”. Y le dice el desalmado: “Ah, tú eras tu propio patrón. No tienes derecho a nada, a ninguna pensión, porque esta es para los que trabajan y para los que trabajaron en el gobierno es del ISSSTE”.
Y le dice: “Oiga, licenciado, aconséjeme. ¿Qué hago?”. Y le dice Andrés Manuel: “Mira, ten paciencia y ayúdanos, porque yo voy a ser Presidente de la República y cuando gane, va a haber pensión universal para los adultos mayores, como lo hice en la Ciudad de México.
Pero, como dicen, Dios pone y el diablo dispone. Sucede que le robaron la elección en el 2006 a Andrés Manuel López Obrador. Se acuerdan ustedes del fraude electoral más escandaloso en la historia de México.
Muchos millones de mexicanos nos fuimos a dormir con la alegría de que Andrés Manuel había ganado la Presidencia. Y la sorpresa fue que, cuando nos despertamos, se la habían robado y se la habían dado al espurio, Felipe Calderón.
Entonces, pensaron: “Ya Andrés Manuel se va a retirar después de esta”. Le tiraron con todo, no se rompió. En las propuestas más numerosas de la historia de este país. Ni un solo vidrio. No hubo un herido. Se defendió con la integridad y con el honor y por eso, incluso hubo un plantón en el Zócalo.
¿Se acuerdan cómo decían? Esos que duermen ahí, en los campamentos están loquitos y siguen a uno más loco, porque están trastornando la actividad económica de la Ciudad de México. Son unos desalmados. No quieren al pueblo, esa es la verdad.
Son los de Televisa y otros, los que se sentían dueños de México, los señores del dinero, pero vaya que si hay pueblo en México. Ustedes son grandes y Andrés Manuel, una vez que se levantó el plantón en el Zócalo, se fue a recorrer incansablemente el país.
Ahora me decía aquí el hijo de Francisco de Asís: “Oiga, se acuerda usted cuando venía Andrés Manuel a todos los pueblos y nos reuníamos debajo de los árboles. Éramos unos cuantos que soñábamos con que iba a ser posible transformar a México y otras ocasiones, cuando se podía, en las pérgolas de las plazas”. Cuatro o cinco, nada más.
En Tabasco éramos 20, 30, 50 y fue creciendo, como fue creciendo aquí en Michoacán y él seguía incansable. Plaza por plaza, árbol por árbol, pueblo por pueblo.
Televisa lo desapareció de la pantalla. ¿Se acuerdan de que no lo sacaban? No lo mencionaban, todo era para los señores del poder. Solamente Televisión Azteca y hay que reconocerlo, pasaba un programa que se llamaba “La hora de la verdad”, ya a la medianoche, pero documentaron los recorridos, lo que hacía Andrés Manuel a lo largo y ancho del país.
Y fue construir con ustedes y llegó el 2012 y otra vez, Televisa y los señores del dinero diseñaron a un candidato, fabricaron a un Presidente y lo impusieron, hasta esposa le consiguieron.
Ahí va, otra vez, ¿cómo le decían? “Es tercero ese tabasqueño”. Terco e incansable. Otra vez, a recorrer el país e inició la lucha para defender a la educación pública en este país, para defender a nuestros maestros.
Aquí aprovecho ¡que vivan los maestros de Michoacán!
Muchas gracias.
Impusieron la reforma educativa y la lucha siguió. Tocó el turno para defender el petróleo, la electricidad, porque estos querían despedazar a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad para entregárselas a los extranjeros.
¿Se acuerdan ustedes de aquel comercial en Televisa que decía: México tiene un tesoro enterrado en el fondo del mar? Y el gobierno de México lo va a sacar para que México crezca, para que nunca falten más los fertilizantes, para que baje el precio de las gasolinas y del diesel y para que seamos grandes y también vamos a modernizar la Comisión Federal de Electricidad para que haya energía eléctrica barata para todos. Pura patraña, pura mentira.
Hubo senadores que vendieron su voto y antes de que se votara la reforma energética, el destino quiso que a Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto. Entonces, echaron las campanas al vuelo: este ya no va a regresar. Ya está cansado, ya ese corazón no va a resistir.
¿Y saben qué sucedió? Que, a los 20 días, el día 21 después de un reposo y de atención médica, Andrés Manuel como Lázaro se levantó y anduvo y se fue a caminar otra vez, junto con ustedes todo el país y a fundar Morena.
Yo aquí se los digo, ¿saben cuál es uno de mis máximos orgullos? Ser fundador y militante de Morena, porque Morena hizo historia en este país.
Y ahora sí, ya tenemos partido y había mucho pueblo y en el 2018 fue imparable y más de 30 millones de votos de mexicanos hicieron Presidente a Andrés Manuel López Obrador.
Ustedes, el pueblo de México decidió, libre y democráticamente que Andrés Manuel debía ser el Presidente.
¿Saben qué sucedió en diciembre del 18? Cuando tomó posesión de la Presidencia, el 3 de diciembre mandó una iniciativa para que por ley existiera la pensión universal para los adultos mayores.
Y en enero y febrero, ustedes se deben de acordar cómo andaban los servidores de la nación, con su chaleco guinda, como aquel, por todos lados. Iban a las casas, a todas las casas a preguntar: “¿Tienes algún adulto mayor? Sí. Dame su credencial, le voy a tomar sus datos”.
Anotaban, teléfono, todo, les llamaron después: “¿Ahí vive doña Juanita Reyes?”. “Sí, aquí vive doña Juanita Reyes”. “¿Fue a la que anotaron?”. “Sí, fue a la que anotamos”.
En marzo y abril de ese mismo año, 2019 en las plazas públicas, en las pérgolas, en los centros de salud, en las escuelas, en las bibliotecas, en las oficinas de gobierno federal, en las oficinas de Telégrafos, los adultos mayores empezaron ya, por primera vez en la historia de México, a cobrar su pensión universal. Dos mil 400 pesos fueron los primeros.
Miren de qué tamaño es la generosidad y el corazón y el cariño de Andrés Manuel al pueblo, que cuando la epidemia de COVID hubo que aislarse en sus casas. ¿Saben en qué pensó Andrés Manuel? Desde luego en generar las condiciones de atención en los hospitales públicos, en que después hubiera vacunas.
Pero, su principal preocupación eran los adultos mayores y por eso dio la instrucción y se pagó un año por adelantado y al año siguiente se les volvió a pagar un año, porque ellos tenían que estar cuidados en sus casas.
Ese es el mejor Presidente de los tiempos modernos de México y difícilmente nos tocará a nosotros ver a alguien como él, pero lo que sí nos toca a nosotros es seguir junto a ustedes, construyendo la Cuarta Transformación de la vida pública nacional y aquí se los digo: va a haber continuidad con cambio y va a haber relevo generacional.
Miren, ustedes saben que ya se acercan los tiempos electorales y cuando se acercan los tiempos electorales, salen los buitres. Saben qué andan diciendo, los del PAN y los PRI, lo del PRD, no porque esos ya están desapareciendo. Imagínense ustedes que su referente aquí en Michoacán es alguien corrupto, del que ustedes no quieren ni acordarse del nombre.
¿Saben qué andan diciendo? Fíjense, ahora que Andrés Manuel deje la Presidencia, desaparece la pensión universal.
¿Saben qué dijo el Presidente el sábado 1º de julio que estuvimos con él en el Zócalo festejando los cinco años del triunfo? Dijo: “Venga quien venga, la pensión universal se queda porque ya es una obligación constitucional y nosotros sabemos quién va a venir, quién va a tomar la estafeta de Morena.
Miren, les tengo una muy buena noticia. No nada más se queda la pensión universal. ¿De cuánto es hoy la pensión universal? Por cierto, por ahí se me acercó, doña Martha Salvador de Paracho, que me dijo que acaba de cumplir 65 años y ya quiere su pensión. Y le dije que mañana mismo la vamos a ir ayudar, para que empiece a cobrar su pensión.
Entonces, ¿de cuánto es la pensión? Cuatro mil 800. Pues, va a subir en enero el 25 por ciento y va a ser seis mil pesos.
¿Saben qué es lo más hermoso? Porque muchos dicen: “Ah, sí, Andrés Manuel la tiene fácil porque se la pasa ayudando a los viejitos”. Que se vayan a volar los que dicen eso.
¿Saben qué es lo más hermoso de un programa como el de la pensión universal? Que une a las familias. Eso es en el fondo lo que importa, que la familia mexicana siga siendo ejemplo de unidad, porque se vale. A veces, los nietos, los hijos piensan que el abuelo es una carga o la abuela.
Sí, ahí tienen que estar juntando para la medicina, para su taquito, a veces no le alcanza al nieto y no le alcanza al hijo. Por eso, el saber que ya los adultos mayores tienen una pensión por la que van a poder alimentarse, por la que van a poder comprar sus medicinas, aligerar la carga, pero une más a la familia en México.
Esa es la verdadera esencia de los programas sociales. Lo mismo sucede con los Jóvenes Construyendo el Futuro o con los Sembrando Vida. ¿Saben qué va a pasar? Que vamos a seguir consolidando y van a haber más programas sociales.
Porque esa es la base de todo. Eso es cumplirle al pueblo. Imagínense ustedes, desde la época de un paisano de ustedes, del gran Presidente General Lázaro Cárdenas, nadie pensó en los humildes.
Lázaro Cárdenas no nada más nacionalizó el petróleo. Lázaro Cárdenas creó la figura del ejido. Lázaro Cárdenas apoyó a la gente del campo y después de él, nadie había volteado a ver a los pobres, a los olvidados de siempre.
Ahora, porque yo también se los quiero platicar. ¿Se acuerdan qué hacían los de Televisa? Pues, como nosotros ya andamos recorriendo el país, gracias a que el país, gracias a que el Presidente Andrés Manuel López Obrador aceptó que me separara del cargo de Secretario de Gobernación y me fuera a defender con ustedes la Cuarta Transformación, pues ahora, ya los de Televisa andan igual.
No sé a qué le temen. A mí no me sacan, ya me desaparecieron, en sus televisoras, en sus comerciales, en sus entrevistas. Ah, pero si se repite, si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa.
Miren, yo se los digo con toda franqueza. A mí me vale queso que no me saquen. Yo no me quiero aparecer en esas cosas, ni en las noticias, ni en las entrevistas. Si cuando me tocó asumir la responsabilidad de suplir cuatro días al Presidente que se había enfermado de COVID, mencionaban, no sacaban mi foto y decían: “El gobierno de México informó”.
Así nada más, imagínense, a mí no me interesa Televisa. A mí la única entrevista que me interesa es con ustedes y es junto a ustedes, con el pueblo. Lo demás, aquellos, que se queden rumiando su coraje.
Ahora, más que nunca, se los prometo, nos vamos a organizar y Televisa no nos va a ganar. Le vamos a volver a ganar a Televisa.
Andan otros, los de Latinus, que ya contrataron, esos son unos mercachifles, políticos, exgobernadores, yernos de exgobernadores que se han dedicado a lucrar con la necesidad del pueblo. Ya contrataron a un gatillero del periodismo y ya también me mandaron decir: “Dice, que por qué no vas al estudio de Latinus, para que te hagan una entrevista”. Les digo, no, si llego a ir, capaz y me roban hasta el San Pedro y San Pablo que siempre traigo aquí cuidándome en la bolsa. Nada, tampoco con ellos.
Miren, reverendos ladrones. ¿Saben cuánto cuesta aquí una cajita de paracetamol? Cinco pesos en similares. Está más barato que en Lázaro Cárdenas. ¿En la farmacia normal? 30. Bueno, vamos a suponer que ya la venden en 50. ¿Saben a cómo se la vendían los de Latinus aquí al gobierno de Michoacán? No, ojalá se lo hubieran vendido en 100, 784 pesos.
Tenían un contrato con ese gobernador que no vamos a mencionar por dos mil millones de pesos. ¿Saben qué hizo ese gobernador y por eso está denunciado? Un cuartel de la Guardia Nacional que costaba 60 millones de pesos, lo cobró a 600 y así hizo cinco; tres mil millones de pesos.
Pues estos le vendían al gobierno de Michoacán, del Estado de México, de Oaxaca, de Guanajuato, de Puebla, pero ya se les acabó, porque en todos esos estados y aquí en Michoacán ya hubo cambio y ya inició la transformación en Tamaulipas. Ahora que fuimos, le descubrimos dos mil millones de pesos del banco de sangre. Son unos sinvergüenzas.
Por eso con ellos ni a la esquina; con ustedes, lo que ustedes quieran, ustedes mandan, ustedes nos indican cuál debe de ser el camino. Por eso, también les platico, ya lo saben, porque ya alguien me dijo: la organización hoy apoya a Adán Augusto, porque es el único que no recibió los cinco millones.
Pues, es cierto, Morena nos nombró delegados y destinó cinco millones de pesos para cada uno de nosotros, disque para viáticos, para que recorramos el país y de ahí paguemos el hospedaje y la comida y las casetas y no sé qué cuántas cosas.
Bueno, ¿saben hasta qué puedo pagar con esos cinco millones de pesos? Hasta el gel para matar el bicho del COVID, pero yo no los acepté, yo los rechacé, porque a mí mi maestro, Andrés Manuel López Obrador me enseñó algo.
A ver, se los pregunto a ustedes ¿cuándo escucharon ustedes que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos? Nunca.
Así como me platicó el hijo de Francisco de Asís. Este movimiento se hizo ahí, con un puñado, plaza por plaza, debajo de los árboles. Estuve en San Fernando, ahí pasé el otro día y lo que más me emocionó, no éramos muchos, pero lo que más me emocionó es: ver a la gente que camino a los inicios de este movimiento y verlos ahí, bajo los árboles, escuchando en qué consiste la Cuarta Transformación.
Y miren, todos ustedes que caminaron y que conocieron a Andrés Manuel saben bien que la jornada era interminable y cuando terminaba, por ahí de las seis o siete, nunca faltó una compañera, un compañero que lo invitara a su casa, por muy humilde que fuese, le invitara un vasito con agua, si se podía, era agua de fruta, si no, agua. Frijolitos, arroz, la morisqueta de allá de Apatzingán, que es una comida hermosa, sabrosa.
Esa es la cultura de México. Imagínense, es delicioso y es arroz y queso. Las enchiladas, no todos tenían enchiladas. ¿Saben qué es lo más hermoso de esto? Ahí se ve la generosidad del pueblo de México. Nunca un mexicano abandona a otro mexicano.
Este pueblo por eso es grande, porque aquí le tendemos la mano al amigo, al vecino, al compañero, al familiar, todos somos hermanos. Eso no lo tiene ningún otro país del mundo.
Yo por eso no acepté y le pedí al partido que el dinero lo utilicen para la construcción, remodelación o ampliación de dos Centros de Salud en las comunidades más apartadas de México, en Metlatónoc, Guerrero y en Huayacocotla en el estado de Veracruz.
Y va a sobrar, porque como el dinero ya lo administra el pueblo, ya no están metidos los de Latinus en los negocios de salud, va a sobrar y le pedí que le destinen una cantidad a Rincón de Romos, en Aguascalientes y la otra parte va para Oaxaca, a una comunidad que, en una asamblea, los oaxaqueños van a decidir a qué comunidad se lo vamos a destinar. Eso es lo que nos importa.
Yo voy a seguir junto a ustedes, recorriendo el país, con las tres eses: la suela de los zapatos, el sudor de nuestras frentes y la saliva que es la palabra, la palabra que se empeña y palabra que se cumple.
Porque yo no me canso de admitirlo, a mí no me da vergüenza, si es mi orgullo. Claro que soy paisano de Andrés Manuel López Obrador. Somos tabasqueños los dos. Claro que soy su amigo. Claro que soy su hermano, pero ¿saben de lo que yo más me enorgullezco? De que yo, todo lo que soy, lo que he hecho, lo poco o mucho que sé de política, se lo aprendí a Andrés Manuel López Obrador, caminando junto a él para construir este movimiento
Por eso, el día que me llamó, fíjense, nunca lo había dicho y se lo digo aquí a ustedes, en reconocimiento a su cariño. Yo era cómodamente y ese era mi sueño, ser gobernador de Tabasco y estaba gobernando mi estado.
De repente, me avisa que va a Villahermosa y que quiere hablar conmigo. Lo encuentro y me dice: “Ven, te quiero pedir algo, pero si no quieres no. Lo entiendo”. Le digo: “¿Qué cosa?”. “Pues, quiero que te vayas de Secretario de Gobernación”. No había ni terminado de decirme, cuando ya le había dicho: “Sí, claro, yo me voy”. Pues, cómo no, imagínense ustedes, trabajar al lado de un Presidente como Andrés Manuel López Obrador de que me haya otorgado toda la confianza para ser su Secretario de Gobernación.
Aquí mismo en Michoacán, yo me acuerdo de que pasaron momentos muy difíciles cuando se terminaba el mal gobierno y no terminaba de llegar, ese gran gobernador que se llama Alfredo Ramírez Bedolla. Es un gran gobernador Alfredo.
Yo aquí aprovecho y lo digo, hay que ayudarlo, hay que tenerle confianza. No puede fallar Alfredo y no va a fallar. No va a ser fácil, porque estos dejaron sembrados de bombas por todos lados, pero es un hombre honesto, un hombre trabajador.
Yo lo conocí hace muchos años en Macuspana, Tabasco, cuando andaba ayudando allá a construir este movimiento. No tengan ninguna duda, Alfredo va a ser el transformador de Michoacán y es con ustedes y ustedes con él, porque están unidos. Divididos, la casa se parte, así lo dice la Biblia. “Cuando la casa se divide, se cae”.
Y nosotros no podemos ser tan egoístas para permitir, ni siquiera una bretadura en esta que es la casa de todos y que es un estado hermoso, Michoacán, por eso, tenemos confianza.
Miren, me tocó el problema de los maestros y ¿saben qué me da mucho gusto? Saben que está terminando el ciclo escolar y por primera vez, en creo 20 años, nunca en este año hubo un paro escolar.
¿Saben lo que eso significa? Atender a los maestros de la raíz. Y todavía, desde luego, no se ha terminado, porque falta la federalización de la nómina, pero todo eso lo va a conseguir Alfredo. Ténganle confianza, ayudemos entre todos.
Por eso, a mí me gusta venir aquí y hablar con ustedes, porque cuando las cosas no van bien, también tenemos que decirlas, pero este no es el caso.
Entonces, yo, como es decía, pues ese es mi orgullo, es mi maestro, estamos hecho, pues de la misma madera y si yo les digo que vamos a cumplir, vamos a cumplir como lo hicimos con la ampliación a cuatro carriles de la carretera que ya les platiqué; y tengan confianza, Michoacán es grande por su gente, por ustedes.
Uruapan es hermoso. Aquí lo digo, porque también, como me enseñó aquel: mi pecho no es bodega. Claro que le vamos a ganar la batalla a la inseguridad en Michoacán y en México.
¿Y saben qué va a pasar el año próximo? Que ahora sí, la Guardia Nacional va a estar en funciones de Policía Municipal y va a estar integrada por miembros de nuestras Fuerzas Armadas, de nuestro Ejército, porque no se nos olvida, si el soldado es pueblo ¿por qué no vamos a confiar en el pueblo?
Solamente así vamos a ganarle la batalla. De pronto, les digo, que dejen de estar estigmatizando a Michoacán, a Uruapan, a la Tierra Caliente. No se lo merece este pueblo michoacano. Ustedes son grandiosos, en ustedes se resume la historia de México. ¿Cuántos pasajes de la historia de México no se escribieron en estas tierras?
Y termino diciéndoles, ya viene igual el año próximo. Va a haber reforma al Poder Judicial y a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque para nadie es un secreto que, en este país, lamentablemente la justicia se vende al mejor postor, al que tiene para pagarla.
¿Cuándo han escuchado ustedes que, a un ejidatario de aquí de Michoacán, un campesino le haya ganado un juicio defendiendo sus tierras en contra de la ambición de un rico, de un poderoso? Nunca.
Porque los jueces, los magistrados, los ministros no nada más están vendidos, son como los mercaderes del templo, al paso que van, van a terminar vendiendo hasta los murales de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Hoy, miren, aprendí algo tan hermoso, que dice así: “La justicia es como la culebra, solo pica a los descalzos”. La justicia en México no llega al desposeído, al oprimido, al pobre, al olvidado, al marginado. La justicia hoy es de ellos, de los que se sienten dueños de México, pero eso va a terminar y va a haber una Suprema Corte justa en este país.
Esto es lo que andamos haciendo en nuestros recorridos y les digo una cosa: no tengan ninguna duda. Lo más hermoso de la transformación es que, finalmente en este país ya existe la revolución de las conciencias y a lo mejor un día ganan la presidencia municipal de Uruapan, que yo no lo creo; o vuelven, que tampoco lo creo, a ganar un gobierno, pero no van a poder contra el arma más poderosa del pueblo: la revolución de las conciencias es irreversible. Esa ya no la detiene nadie y México va por el camino seguro.
Vamos, pues a acompañar a Andrés Manuel López Obrador en este, el último tramo y a preparar, a preparar la continuidad con cambio de la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.
Con ustedes, todos. Sin ustedes, nada. La única lealtad es con ustedes, con el pueblo de México.
¡Que viva Uruapan!
¡Que vivan las y los michoacanos!
¡Que viva Michoacán!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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