Una disculpa por el involuntario retraso. No me gusta llegar tarde, porque yo respeto mucho el tiempo de ustedes, el que hayan decidido acompañarnos esta mañana. Por eso, pues yo les pregunto ¿si me disculpan el retraso? Bueno, pues siendo así, ya hasta alegre estoy.
Muchas gracias de verdad por estas muestras de afecto, de cariño, de reconocimiento que ustedes me brindan esta mañana. Miren, yo creo que más para allá, sí de eso quiero hablarles, pero un poco para acá. Bueno, pues aquí está un poco mejor.
Muchas gracias, de verdad por la generosidad de su presencia, de su recibimiento. Este impuntual tabasqueño no se merece tanto cariño de ustedes, muchas gracias, muchas gracias.
Miren, yo quiero aprovechar que estamos aquí en Monclova para decirles que Monclova no está sola, que sí sabemos del problema por el que atraviesa por lo de Altos Hornos de México.
Y se los digo: tengan paciencia, vamos a encontrar una solución al problema de Altos Hornos de México, y Monclova tiene que recuperar ese nombre: la capital del acero.
Es lo menos que podemos hacer por ustedes, de gente entregada, dedicada, trabajadora, comprometida y aprovecho aquí para saludar la presencia y el apoyo de los mineros de México. Muchas gracias, de verdad a todas y a todos ustedes.
Miren, los mineros de México, los mineros del sindicato, los mineros de México han pasado muchos años de lucha, ha habido mucha injusticia en el trato hacia ellos, me consta, porque a mí me tocó acompañar gran parte de su negociación y no nada más aquí en Monclova, es Cananea, es Taxco, es Sombrerete.
Lo cierto es que la historia de este país, los mineros de México han sido maltratados, la revolución incluso inició por un problema en la mina de Cananea, por eso aquí lo reitero, a ellos y a todos los obreros metalúrgicos del país.
Va a salir adelante Monclova, se va a recuperar Altos Hornos de México y va a seguir siendo una empresa, va a ser muy grande.
Aprovecho aquí para agradecer, para agradecer la presencia de los adultos mayores que ahora nos acompañan. Muchas gracias, porque para nosotros los adultos mayores son la base, son la esencia de este movimiento.
Sin los adultos mayores, posiblemente no se hubiera triunfado, posiblemente sin el apoyo de ustedes, posiblemente Andrés Manuel López Obrador no hubiese llegado a la Presidencia de la República; son ustedes quienes hicieron posible este movimiento.
Y aquí aprovecho para platicarles algo, fíjense bien en la fecha, octubre de 2005. Andrés Manuel recorría todo el país y llegamos a un pueblo en Oaxaca que se llama Jalapa del Marqués, allá en la sierra, ahí se acerca un adulto mayor y le dice: “Oiga, licenciado, quiero pedirle un consejo”.
Lo que les voy a platicar es la historia de muchos mexicanos, de muchos habitantes de aquí de Monclova, de Frontera, de todo Coahuila.
Y le dice: “Mire, licenciado tengo 73 años de edad, mi viejita tiene 71 y ya no puedo, ya no puedo trabajar, ya no me dan las fuerzas, he trabajado toda mi vida y me dijeron que todos los que habíamos trabajado tenemos derecho a una jubilación del Seguro Social.
“Y fui a unas oficinas del Seguro Social y ahí el que me atendió me preguntó: ‘A ver, dime ¿dónde trabajaste? ¿Quién era tu patrón? ¿En qué empresa? ¿En qué comercio?’”.
Y le dijo: “No, pues yo no, con trabajos sé leer y escribir, no tengo empresa, no trabajé en ninguna empresa”. Y le pregunta: ‘Bueno, ¿en qué trabajaste?’. Le dice: “Pues, yo trabajé la tierra, trabajé mi parcela, sembraba maíz, frijol y lo cosechaba y con eso comía mi familia y lo que sobraba, lo vendíamos”.
Y le contesta el del Seguro Social: “Ah, no, tú eras tu propio patrón. No tienes derecho a una jubilación”. Pero, eso sucede con los obreros, con los albañiles, con los agricultores, con los campesinos, con los boleros, con los plomeros, con los electricistas.
Sucede con millones de mexicanos, con los comerciantes, de los que malamente llaman comercio informal, el paletero que vende ahí sus paletas acá afuera, el vende nieves, el vende dulces, las amas de casa, nunca llegaba una jubilación para ellos.
Y le dice: “Dígame, licenciado ¿qué me aconseja hacer? Y le dice Andrés Manuel: “Mira, tengan paciencia, yo voy a ganar, voy a ser presidente de la República y cuando eso suceda voy a poner la pensión universal para los adultos mayores, como lo hice en la Ciudad de México cuando fui Jefe de Gobierno”.
Pero resulta que a veces los aspirantes a chamucos se atraviesan y Televisa, una televisora y aquellos que se creían dueños y amos de México, en el fraude electoral más escandaloso en la historia de este país, le robaron la presidencia de la República e impusieron a Felipe Calderón.
Entonces, estos mismos pensaron, ya Andrés ya se retira. Andrés Manuel se dedicó a encauzar el descontento popular. ¿Se acuerdan ustedes del plantón en el Zócalo, el plantón en Reforma allá en México? Decían: “Estos loquitos van a acabar con todos los comercios de la ciudad”.
No, la gente aguantó. En este movimiento no se rompió ni un solo vidrio, fue una expresión legítima de descontento popular.
Entonces, la televisora, Televisa decidieron no, decidieron desaparecer la figura de Andrés Manuel López Obrador y este se dedicó a recorrer todos los pueblos, plaza por plaza, municipio por municipio, pueblo por pueblo, aquí venía a Monclova.
Ojalá que hubiese habido un toldo en aquella época, no, era a la sombra de los pocos árboles en las plazas, pero fue construyendo junto con ustedes un movimiento.
Y vino la elección del 2012 y otra vez Televisa, ahora diseñaron a un candidato y lo impusieron, hasta esposa le consiguieron ¿se acuerdan? Y volvieron a arrebatarle el triunfo a Andrés Manuel López Obrador y este, pacientemente volvió a comenzar, otra vez a los municipios, a los pueblos, con ustedes.
En ese inter, vino la reforma educativa y entonces, a la defensa de los maestros y de la educación pública, como nadie lo había hecho en este país y después a defender el petróleo, a defender la electricidad, a construir la soberanía energética junto con ustedes.
Porque eso son las televisoras ¿se acuerdan de aquel comercial que decía: “Hay un tesoro escondido en el fondo del mar? Y si lo sacamos, ese petróleo, México va a ser grandioso”.
Pura mentira, decían que iban a haber fertilizantes, se les olvidó decir y reconocer que ellos quebraron la empresa Fertimex mexicana, que era un orgullo, una empresa fabricante de fertilizantes a nivel mundial. Era nuestra y la hicieron cachitos y la malbarataron.
Bueno, ¿se acuerdan ustedes del asunto de Agronitrogenados? ¿Saben ustedes por qué hoy Altos Hornos de México, que era una industria ejemplo mundial, está en la quiebra? Porque la mal administraron, porque se dedicaron a hacer negocios con los políticos corruptos y en lugar de invertir a la empresa, se dedicaron nada más a pedir préstamos a costa de ello.
Por eso, hoy no tienen ni para pagarle a los trabajadores que han entregado toda su vida ahí en esa empresa.
Entonces, cuando se echó a votar la reforma energética, el destino quiso que a Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto y entonces sí, salieron estos a salir otra vez: “ya está acabado, ya no hay Andrés Manuel, no va a aguantar ya, ahora sí”.
Y otra vez las televisoras, Televisa nada, no lo mencionaban, pero ¿qué sucedió? Que a los 21 días como Lázaro, después del infarto Andrés Manuel se levantó y anduvo y se fue otra vez con ustedes, con quienes le han dado fortaleza, a través de décadas, con quienes los han acompañado por todo el país.
Entonces, se tuvo que formar Morena como partido político, un movimiento histórico. Nunca antes, en la historia del mundo, un partido político que tenía cuatro años de formado había ganado una elección. Y llegó el 2018 y la ola popular, el respaldo de ustedes fue imparable, más de 30 millones de votos hicieron presidente a Andrés Manuel López Obrador.
Miren, pensaron que Andrés Manuel no tenía palabra. ¿Saben qué fue lo primero que hizo? El día 3 de diciembre del 2018 llevaba dos días en la Presidencia de la República y mandó una iniciativa de ley para que existiera la pensión universal para los adultos mayores en este país.
Y enero y febrero del 2019, a ustedes les consta, ahí salieron a la calle los Servidores de la Nación, con un chaleco guinda, como el que trae la compañera, a sus casas, a censar a los adultos mayores.
Pero eso sí, en las plazas públicas, afuera de las escuelas, de las bibliotecas, de las oficinas de Telégrafos, por primera vez en la historia de este país, hubo justicia social para los adultos mayores y empezaron a cobrar su pensión alimenticia.
¿Se acuerdan de que eran dos mil 400 pesos? Y miren de qué tamaño es el corazón, la generosidad y el compromiso de Andrés Manuel López Obrador con el pueblo. Les voy a recordar algo, cuando inició la pandemia del COVID, pues hubo que resguardarnos en nuestras casas, pedían a la gente que no saliera para tratar de evitar los contagios.
¿Y saben que instruyó Andrés Manuel? Que se les pagara por adelantado a los adultos mayores un año de su pensión y eso sucedió dos veces, porque él sabía que no podríamos dejar abandonados a nuestros adultos mayores. De ese tamaño es el compromiso del presidente con ustedes.
Y por eso aquí, hoy en Monclova, aprovecho para decirles, ya andan por ahí gritando como chachalacas, dicen que ahora que Andrés Manuel se vaya de la presidencia se acabó la pensión universal.
Pues, les digo algo, porque ya lo dijo el presidente el primero de julio en el Zócalo: “Venga quien venga, la pensión universal para adultos mayores se queda, porque es una obligación constitucional”. Pero, además, a poco no saben ustedes qué es lo que está por venir, la continuidad es el compromiso con el pueblo, es seguirle cumpliendo a todos ustedes.
Además, les tengo otra noticia para que aquellos se queden, como decimos, con un palmo de narices, a partir de enero ¿de cuánto es la pensión? Cuatro mil 800. Pues, ¿saben una cosa? A partir de enero aumenta 25 por ciento, seis mil pesos. Como decimos: tengan para que aprendan. Es por ustedes, es por la gente, es por el pueblo.
Y a mí, venir aquí y encontrarme a hablar con los adultos mayores, mirar sus hermosas caras rebosantes de alegría y de agradecimiento al presidente de la República, ya me hacen no solamente mi día, me llenan la vida.
Porque esto lo soñamos durante mucho tiempo, que el país se transformara, lo soñamos muchos millones de mexicanos y lo construimos entre todos y lo vamos a seguir construyendo entre todos.
Les quiero platicar, porque aquí me siento en confianza, miren, como ya viene la época electoral ya empezaron ¿se acuerdan del nombre de la televisora que les dije? Ah, Televisa, pues ya Televisa conmigo hace lo mismo, ya me desaparecieron, no me sacan ni en sus noticias ni en sus entrevistas, nada.
Cuando fui secretario de Gobernación y me tocó cubrir, porque el presidente se enfermó de COVID cuatro días, nunca sacaron ni la imagen. Decían en las noches: “El gobierno de México informó…”, como si no tuviera rostro el gobierno de México.
Pero aquí vine a decirles: a mí no me interesa una entrevista con Televisa, no me interesan sus noticieros, a mí lo que verdaderamente me importa, me interesa, lo que quiero hacer es entrevistarme con todos ustedes, por eso estoy aquí, abajo, con ustedes.
Televisa que se quede con su dinero y que sigan, como decimos, rumiando su derrota, porque como lo hicimos junto a Andrés Manuel López Obrador: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa. Televisa no nos va a derrotar.
Yo estoy hecho de la misma madera de la que está hecho Andrés Manuel López Obrador y no nos vamos a doblar. Ya me dijeron, un amigo al que yo quiero mucho fue a visitarme, me alcanzó un día en Poza Rica, Veracruz, en la gira y me dijo: “Oye, hermano, te tengo un recado, soy un emisario”.
Le digo, así le decimos: “Ah, carajo ¿emisario de qué?”. Me dice: “Es que dicen los señores de Televisa que por qué no te tomas un café con ellos para que se solucione esto”. Le digo: no, nunca.
Ni café ni agua de horchata ni refresco ni un vasito con agua”, con ellos nada, nunca. Nunca me van a ver, porque esa no es mi aspiración en las pantallas de estos barbajanes, que se queden con su televisora, porque aquí hay principios y hay convicción.
Y andan otros, otros, esos son políticos metidos a empresarios, gobernadores, hijos de gobernadores, yernos de ex gobernadores, ya contrataron a un gatillero del periodismo, Latinus se llama.
Esos también, ya me mandaron a decir: “Por qué no vas a una entrevista muy cuidada a Latinus, se comprometen a que van a cuidar la entrevista, que no van a hacer preguntas incómodas para ti”.
Les mandé decir, se los digo a ustedes: “Yo, con Latinus, tampoco”, nunca me van a ver en un programa de esa empresa. No quiero ir, ni voy a ir, capaz que si me llego a aparecer con ellos, me roban hasta el San Pedro y San Pedro que siempre traigo aquí en la bolsa. Son unos corruptos.
Miren ¿cuánto cuesta aquí una caja de paracetamol en Monclova? 36 pesos, en Similar 30, 36 en cualquier farmacia similar. Miren, hoy lo denunciaron o ayer en la Mañanera, dos mil millones de pesos de un contrato en el Estado de México y tenían contratos para vender medicamentos aquí en Coahuila, en otros gobiernos, en Oaxaca, en Puebla, en Guanajuato, en Tamaulipas.
¿Saben a cuánto vendían los de Latinus, la misma cajita, a los gobiernos de los estados, la misma cajita de paracetamol? 784 pesos. Son unos verdaderos ladrones, por eso, nosotros con los corruptos nada, que me sigan diciendo y que me sigan desapareciendo.
Nunca van a poder ocultar la verdad y ellos tampoco nunca aprenderán a hablar con la verdad, porque ellos menosprecian al pueblo, menosprecian a la gente; se sienten como los de Televisa, como dicen: hechos a mano, merecedores de todo y que nadie los merece.
Aprovecho también para platicarles que mi partido, Morena, nos ha nombrado delegados nacionales en Defensa de la Cuarta Transformación y que nos otorgó la cantidad de cinco millones de pesos para viáticos, para recorrer todo el país y aquí se los digo y ya ustedes saben el cuento: no los acepté.
Los devolví y los rechacé y pedí que los destinen a la construcción, remodelación, mantenimiento de unos centros de salud en Metlatónoc, Guerrero y en Huayacocotla, Veracruz, que son las comunidades más marginadas de este país y lo que sobre va a para Rincón de Romos en Aguascalientes y para una comunidad en Oaxaca.
Nosotros no requerimos de recursos públicos. A ver, ustedes que han acompañado a Andrés Manuel durante tantos años, ¿cuándo escucharon que pidiera dinero para viáticos? Nunca.
Aquí, cuando venía a Coahuila y terminaba la jornada por ahí de las seis de la tarde, nunca faltó una compañera, un compañero que lo invitara a su casa, que le invitara un vasito con agua, un plato de frijol con arroz y si había suerte, un sabroso burrito de los que acostumbran a comer acá.
Y yo aprendí con Andrés Manuel. ¿Qué soy su paisano? Sí, los dos somos tabasqueños. ¿Qué soy su amigo? Sí. ¿Qué soy su hermano? Sí, pero lo más importante es que yo me precio y ese es mi orgullo, de ser alumno de Andrés Manuel López Obrador.
Él es mi maestro y él me enseñó que para construir este movimiento había que caminar junto al pueblo y que solamente necesitábamos tres eses: suela de los zapatos, sudor en las frentes y saliva, porque la saliva es la palabra que se compromete y que se tiene que cumplir cuando seamos gobierno.
Y aquí, ante ustedes me comprometo: claro que vamos a cumplir, claro que va a haber Cuarta Transformación para largo y que vamos a continuar con el proyecto.
Vamos a continuar con lo que mi maestro Andrés Manuel López Obrador nos ha enseñado, porque yo todo lo que soy, lo que he sido en política, lo que sé de política se lo aprendí a él, caminando con ustedes y con él.
Y aprovecho también para decirles y que lo escuchen los mineros: el año próximo se va a transformar el Poder Judicial; vamos a cambiar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque en este país, desafortunadamente, hoy no hay justicia, no hay justicia para el pueblo.
Los mineros de México llevan como 30 años de lucha, les han hecho de todo. En la época de Felipe Calderón, a los mineros de Cananea les notificaron en domicilio que no eran de ellos, les desaparecieron los expedientes.
La Suprema Corte de Justicia dijo que ni siquiera eran trabajadores, ahora andan peleando en los tribunales internacionales porque para ellos, para los electricistas, para el campesino, para el agricultor no ha habido justicia en este país.
Los jueces, los magistrados, los ministros de la Corte son como los mercaderes del templo, si no los cambiamos, van a acabar vendiendo hasta las estatuas que hay en la Suprema Corte.
Yo he aprendido de una maestra, a la que yo estimo y respeto mucho, algo tan hermoso que ahora se los voy a compartir. Me dijo: “Hay que ir a reformar al Poder Judicial, nunca más un ministro que gane arriba de 600 mil pesos, nunca más”.
Hay que reparar tanto olvido, tanta injusticia, porque en México, desafortunadamente me lo dijo: “la injusticia es como la serpiente, solamente muerde al que está descalzo, al abandonado, al oprimido, al olvidado, a los pobres, al pueblo de México; pero eso va a cambiar, va a haber una Suprema Corte justa en el país y va a haber justicia para todos.
Y termino agradeciéndoles su paciencia, su participación, diciéndoles que es momento de darle el último empujón y de acompañar a Andrés Manuel López Obrador en el último tramo de su gobierno, es lo menos que podemos hacer con un presidente ejemplar, como el que hoy tiene México.
Lo más hermoso que Andrés Manuel nos ha enseñado y ese es su legado, contra eso no van a poder nunca ni Televisa ni los poderosos ni los ricos, es que aquí en este país ya está en marcha la revolución de las conciencias.
El pueblo sabe, el pueblo manda, el pueblo pone y el pueblo dispone y es abajo con la gente, con ustedes, con los que nunca nadie había volteado a mirarlos. Ese es nuestro compromiso, porque la revolución de las conciencias es irreversible.
El México mejor, el México que habíamos soñado de la igualdad, que haya menos marginación, eso es la revolución de las conciencias. Muchas gracias, de verdad a todas y a todos ustedes.
¡Y que viva Monclova!
¡Que vivan los mineros de México!
¡Que viva el noble pueblo de Coahuila!
¡Que viva Coahuila!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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