Muy buenas tardes a todas y todos ustedes.
Me da mucho gusto estar aquí en Delicias, acompañado de nuestros amigos de Camargo, de Rosales, de Saucillo, de Meoqui, de Naica.
Muchas gracias por acompañarnos, porque miren, el que un domingo a las dos de la tarde podamos estar aquí reunidos, platicando de lo que representa la Cuarta Transformación de la Vida Pública Nacional y cómo vamos a defenderla para que haya continuidad con cambio, para que haya relevo generacional es algo que nosotros valoramos, que no tiene precio.
Ustedes podrían estar, con sobradas razones en su casa, descansando el domingo, a lo mejor hasta en una carne asada, que aquí casi no les gusta y el otro, lo que hacen aquí el jabillo y están aquí con nosotros. Eso es invaluable.
Quiero, de inicio, agradecer la presencia, el apoyo, el ánimo de los petroleros, si con alguien contamos en este movimiento es con ustedes, con los petroleros de México. Hemos estado en Salina Cruz, en Coatzacoalcos, en Martínez de la Torre, en Tuxpan, en Cárdenas, Tabasco y siempre, en Tamaulipas, en Reynosa, en Tampico, Madero, siempre los petroleros.
Y a mí no se me va a olvidar nunca que, de las cosas que me encargó el presidente cuando estaba en la Secretaría de Gobernación fue que un día me dijo: “Mira, no sé cómo le vas a hacer, pero tenemos que garantizar que la elección de dirigente nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana haya democracia y haya transparencia”.
Y recuerdo que iniciamos las pláticas con la gente del Miguel Limón, que era el encargado del Sindicato en esa época, pero que estaba hospitalizado y convenimos que se iba a dar la elección en términos nunca antes vistos en el país, más de 85 mil petroleros sindicalizados votaron de manera directa, libre y secreta, desde su teléfono celular y el resultado de la elección fue que el Secretario General que ustedes decidieron se llama Ricardo Aldana.
Ustedes le han dado un ejemplo al país que sí se puede transitar en la vida sindical haciendo las cosas bien. Por eso, aquí yo, no puedo hacer promesas o compromisos, pero creo que, mucho más temprano que tarde, se va a resolver el tema de la planta de amoniaco de Camargo.
El amoniaco es fundamental para la producción, entre otras cosas, de fertilizantes y México necesita que esa planta entre nuevamente en funcionamiento y yo estoy convencido de que eso va a suceder.
Y le agradezco también la presencia de nuestros adultos mayores que nos acompañan aquí esta tarde. Los adultos mayores son la base de este movimiento y estar aquí con ustedes en Delicias, que es tierra de nuez, de alfalfa, de cebolla, de papa, de chile, de maíz, tierra de gente buena, de gente trabajadora. Ustedes están acostumbrados a hacer producir la tierra.
Aquí, de una vez les digo, tiene que haber, va a llegar el momento en que dejemos de andar, entre hermanos disputándonos el agua, hay agua para todos; tiene que haber tecnificación en los distritos de riego y aquí se los digo, ya basta de tanta politiquería en el manejo del agua.
El agua es de todos y va a haber algún día, igual, más temprano que tarde inversión en infraestructura hidráulica. Eso es lo que requiere Delicias y lo que requiere Chihuahua, porque ustedes no piden nada regalado. Ustedes lo que quieren y lo que piden son apoyos para que, con obras de infraestructura que corresponden a los gobiernos para que ustedes puedan hacer producir la tierra.
Les decía que los adultos mayores son la base de este movimiento, porque sin ellos, seguramente Andrés Manuel López Obrador no hubiera ganado la presidencia de la República.
Aquí aprovecho para decirles, les voy a contar una anécdota que sucedió hace ya algunos años, en octubre del 2005, en un lugar de Oaxaca que se llama Jalapa del Marqués.
Se acerca un agricultor de 73 años y le dice: “Licenciado, quiero hablar con usted. Quiero pedirle un consejo. Tengo ya 73 años y ya me cansé. Yo trabajaba mi parcela, pero ahora ya no puedo, ya no tengo a veces ni para comer y me dijeron que, los que habíamos trabajado toda la vida, podíamos ir al Seguro Social para recibir una jubilación, una pensión”.
Escúchenlo bien, porque esto les va a sonar conocido a muchos. Le dice: “Fui a Ixtepec, al Seguro Social y ahí me recibió un empleado y me preguntó a qué iba y yo le dije que iba por mi jubilación. Me pregunta: ‘¿En qué trabajaste? ¿En qué empresa? ¿En qué comercio? ¿Quién era tu patrón?’ Yo le respondí, que, pues yo con trabajo sabía leer y escribir, que yo nunca había trabajado en ninguna empresa, ni en ningún comercio y que no había tenido patrón.
“Y me dice: ‘Bueno ¿en qué trabajaste?’. Pues, yo trabajé la tierra, tengo mi parcela, cultivaba maíz, frijol, lo cosechaba para comer y lo que sobraba lo vendíamos”.
Y le contesta el del Seguro Social: ‘No, pues tú no tienes derecho a una pensión, porque tú eras tu propio patrón’. Pero eso le sucede a un electricista, a un albañil, a un peón de albañil, a un bolero, a un obrero, a un plomero, a un comerciante ambulante. Esa es de nuestras asignaturas, no tienen derecho a una jubilación.
Y le dice: “Licenciado, aconséjeme ¿qué hago?”. Le dice Andrés Manuel: “Tennos paciencia. Yo voy a ganar la presidencia de la República y cuando sea presidente, va a haber, como en la Ciudad de México pensión universal para los adultos mayores”.
Y pensábamos todos que el arroz ya estaba cocido, pero se atraviesa el chamuco y empezaron con la campaña un peligro para México. La televisora, Televisa lo escondió, no salía para nada en la televisión, en Televisa y entonces llegó el fraude electoral más escandaloso de la historia de México, el más doloroso, e impusieron a un espurio, a Felipe Calderón.
Y entonces, estos pensaron que Andrés Manuel, como decimos, iba a entregar la plaza y no. Él se dedicó incansable a recorrer el país, a platicar con ustedes, a encontrarse con ustedes.
Vino el plantón de Reforma y el Zócalo, que fue la única manera pacífica de que se canalizará el descontento, porque no se nos olvidaba que millones de mexicanos nos habíamos ido a dormir la noche de la elección, con la alegría de que se había triunfado y en la madrugada, fue amargo despertar y saber que le habían robado la elección a Andrés Manuel López Obrador.
Y regresó y se puso a caminar, como les decía, con todos ustedes y vino la elección del 2012, desaparecido absolutamente de las pantallas de Televisa y la misma campañita: un peligro para México.
Llegó el 2012 y ahora, otra vez, Televisa, diseñó a un candidato y lo sentó en la presidencia. ¿Se acuerdan de que hasta esposa le consiguieron?
Entonces, otra vez volver a empezar, otra vez a recorrer el país, a defender primero a los maestros y a la educación pública, laica y gratuita, porque estos inventaron imponer una reforma educativa. La impusieron, pero ahora ya se echó para atrás.
Después, vino la defensa de la soberanía energética, del petróleo, de la electricidad. ¿Se acuerdan cómo decían que México tenía un tesoro enterrado en el fondo del océano? Y que había que sacarlo para que hubiera energía eléctrica, para que hubiera gasolinas más baratas, el diesel, los combustibles y que ahora sí, íbamos a nadar en la abundancia.
Ahí estábamos defendiendo la reforma energética, cuando el destino quiso que a Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto. Se relamían los bigotes y se frotaban las manos diciendo: ahora sí, este ya no va a regresar. Ya no le queda fuerza, el corazón está muy dañado, ya no va a poder encontrar a la gente.
¿Y saben qué sucedió? 20 días guardó reposo Andrés Manuel López Obrador y al día 21, como Lázaro, se levantó y se puso a recorrer nuevamente el país junto a ustedes y ahora sí, a fundar Morena y después en el 2018, ya este movimiento no lo detenía nadie.
El apoyo popular fue incontestable, más de 30 millones de mexicanos llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República y lo primero que hizo, él tomó posesión el 1 de diciembre.
Lo primero que hizo fue que el día 3 de diciembre envió al Congreso de la Unión una iniciativa para hacer realidad ese sueño de que los adultos mayores pudieran tener una pensión.
Y en enero y febrero miles de servidores de la nación, con sus chalecos guindas ¿los recuerdan? Son héroes anónimos de este movimiento. Fueron casa por casa a hacer el censo de los adultos mayores de este país, no faltó una casa donde no llegaran ellos a preguntar si había un adulto mayor.
En marzo y abril, ustedes recordarán que, en las escuelas, en los hospitales, en las canchas como estas, en las pérgolas, en los parques, en las plazas públicas, en las oficinas de Telégrafos, por primera vez en la historia de este país, los adultos mayores comenzaron, ahora sí a cobrar su pensión universal, dos mil 400 pesos en esa época.
Ahora ya están queriendo regresar aquellos que decían que Andrés Manuel era un peligro para México y andan diciendo, a los pocos que los quieren escuchar, que ahora que se va Andrés Manuel de la Presidencia, se va a terminar la pensión universal para los adultos mayores.
Pero, miren, se van a quedar con las ganas, porque el presidente ya lo dijo el primero de julio en el Zócalo, venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es una obligación, es un derecho y es una obligación constitucional. Tengan para que aprendan.
Mire, les tengo una noticia ¿de cuánto es la pensión ahora? Cuatro mil 800, pues a partir de enero del próximo año, va a aumentar el 25 por ciento, va a ser de seis mil pesos. Ahí está, como decimos allá en mi pueblo, para vean aquellos de qué lado masca la iguana.
Miren, como ya ahora se acerca la época electoral, inicia en septiembre, pues en mi caso, ya me quieren hacer lo mismo que le hicieron a Andrés Manuel en el 2006. A mí Televisa ya no me saca en la televisión, en sus noticieros, en sus programas especiales.
Pero a mí, eso no me importa, no me interesa. ¿Y saben por qué no me interesa? Porque a mí lo único que me interesa es encontrarme, entrevistarme con ustedes, con ellos nunca. A mí me da risa, que, por ejemplo, cuando era secretario de Gobernación y me tocó cubrir al presidente los días que se enfermó de COVID, no me mencionaban. Decían en la noche: “El gobierno de México informó”, pero no decían quién había informado y mucho menos sacaban mi imagen.
No me preocupa, miren, me mandaron un recado con un amigo: “Oye, vengo de emisario”. “De emisario ¿de quién?”. “De los señores de Televisa, los dueños, quieren invitarte un café para que así, ya puedas estar en la televisora”. “No, pues yo no tomo café y menos con ellos, le dije”.
Yo con la gente, con el pueblo, hasta donde ellos quieran, pero con Televisa, no. Lo mismo sucede con los de Latinus, esos son políticos corruptos, exgobernadores, yernos de exgobernadores, metidos a disque empresarios.
Tenían multimillonarios negocios con los gobiernos del Estado de México, de Oaxaca, con los anteriores, de Puebla, de Tamaulipas, nada más en Tamaulipas y en Chihuahua, nada más en Tamaulipas dos mil millones de pesos en un contrato para el banco de sangre.
Y como esos están en contra de aceptar que el pueblo es el que manda, ya contrataron a un mercenario del periodismo y lo mismo, ya me mandó decir: “Oiga, que sí cuándo vas a los estudios de Latinus para que te hagan —me dijo—, te quieren hacer una entrevista muy cuidada”.
Le digo: “No, capaz que, si voy allá, me va a robar hasta el San Benito que siempre traigo aquí en la bolsa”.
Yo con ustedes, con ustedes todo y aprovecho para contarles, porque ayer salió una resolución del INE, ahí venía yo leyendo ahorita en el camino, que dice que nosotros tenemos que informar con qué recursos públicos andamos haciendo las asambleas informativas.
Pues, aquí les informo a ustedes, no a ellos, que el partido nos nombró delegados nacionales e instruyó para que recorriéramos todo el país en asambleas informativas como estas y que podíamos disponer de cinco millones de pesos de financiamiento público que ellos pusieron a nuestra disposición.
Y yo quiero aquí decirles en Delicias, que yo no acepté ese recurso público, lo rechacé. Y pedí a la dirigencia nacional de mi partido, Morena, partido en el que, entre otras cosas, soy fundador y militante. Le pedí que ese dinero se destine para la construcción, remodelación, ampliación, mantenimiento de dos Centros de Salud en las comunidades más apartadas de México: en Metlatónoc, Guerrero y en Huayacocotla, Veracruz.
Y cómo va a sobrar seguramente un recurso, que este sobrante se destine a Rincón de Romos en Aguascalientes y a una comunidad de Oaxaca, que los oaxaqueños van a decidir cuál es. Ese es nuestro recurso.
Miren, aquí aprovecho en Delicias para decirles, por convicción yo no acepté que el financiamiento público sea utilizado para lo que nos proponían. Yo aprendí, conocí a vivir en este movimiento, gracias a Andrés Manuel López Obrador.
Andrés Manuel es mi paisano, sí, somos tabasqueños los dos. ¿Es mi amigo? Sí. ¿Es mi hermano? Sí, él mismo lo ha dicho. A mí no me gusta presumir de eso, pero él lo dice.
Pero, para mí, lo más valioso, para mí lo más valioso es que, yo lo que he sido o lo que he aprendido de político, no sé si poco o mucho, pero yo se lo debo a él. ¿Por qué? Porque yo sí he recorrido el país a su lado, conociéndolos a ustedes. Él es mi maestro y para honrar el legado de mi maestro, vamos a estar con ustedes hasta el final. No nos van a doblar, porque en nuestra fortaleza están ustedes.
Por eso quisimos estar hoy aquí, en Delicias para decirles que es momento de acompañar a Andrés Manuel López Obrador en el último tramo de su gobierno.
Es un gobierno que ha hecho historia, desde 1936, desde la época del general Lázaro Cárdenas, no había un presidente que pensara en los más desprotegidos de este país, que antepusieron los programas sociales por sobre cualquier otra cosa.
Por eso hoy hay pensión para los adultos mayores, hay becas para los jóvenes, apoyos para los discapacitados, hay programa Sembrando Vida, se está sembrando la semilla de un mejor México, de un México con menos desigualdad.
Y va a haber, escúchenlo bien, va a haber salud universal, salud pública universal para todas y todos los mexicanos y va a haber médicos y medicinas en todos los rincones del país, para que se cumpla aquel sueño de que cualquier mexicano pueda ir a atenderse a cualquier hospital, centro de salud que lo desee.
Seguramente, porque hay que admitirlo, todavía tenemos una asignatura pendiente, pero que el año próximo se va a reformar, se va a modificar la Suprema Corte de Justicia y el Poder Judicial.
Porque, así como dije de que ya basta de la politiquería en el manejo del agua, ya basta de tanta corrupción y tanta impunidad en el Poder Judicial de la Federación.
En México, lamentablemente la justicia se sigue vendiendo al mejor postor. Hay justicia para el que la paga. ¿Cuándo han visto ustedes que un pobre agricultor, un campesino de Chihuahua, de Delicias le haya ganado un juicio a un potentado en defensa de su pedazo de tierra? Nunca.
Ahí están los petroleros de Camargo, no ha habido justicia para ellos. Es la misma historia con los ferrocarrileros, con los maestros. ¿Saben ustedes que los maestros ya no quieren jubilarse? Porque ahora la jubilación está en UMAS y eso en lugar de que vaya, conforme a la inflación o con el aumento al salario mínimo, miren, va en picada.
Eso se va a acabar y ¿saben quiénes son los autores de ese atropello? Los ministros de la Suprema Corte de Justicia emitieron un fallo, por eso, nunca más un ministro que gane 600 mil pesos al mes, nunca más.
Por eso quisimos venir aquí con ustedes para agradecerles, para pedirles, como les dije hace un rato, que le demos el último empujón, que es el momento de consolidar la Cuarta Transformación y el relevo generacional.
Y aquí aprovecho también para agradecer al dirigente de la sección del Sindicato Petrolero que aquí está. Muchas gracias.
Agradezco el apoyo de todos y cada uno de ustedes; y agradecer el apoyo y la coordinación aquí en Chihuahua de la diputada federal, Andrea Chávez. Muchas gracias.
Y decirles: lo más hermoso de la Cuarta Transformación no tiene reversa y es la revolución de las conciencias. Es entender que el pueblo es el que manda, que ustedes deciden el camino y que vamos a estar preparados, porque sí va a continuar la revolución de las conciencias. Esa es irreversible.
Muchas gracias a todas a todos por acompañarnos esta tarde.
¡Y que viva Delicias!
¡Y que viva Chihuahua!
¡Y que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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