Muy buenas noches, Mérida.
Me da muchísimo gusto estar aquí en Mérida, la Ciudad Blanca, capital del hermoso estado de Yucatán. Muchas gracias por acompañarnos.
Yo quiero aquí iniciar agradeciendo a todos aquellos que a lo largo de los meses han estado ayudándonos aquí en el estado de Yucatán. Les agradezco mucho todo su esfuerzo, su dedicación.
Ustedes son los que en realidad hacen posible que todo suceda y que suceda para bien. Muchas gracias, son mi orgullo.
Agradecerles también a todos y a cada uno de ustedes su presencia, su entusiasmo.
Hoy que he recorrido prácticamente todo el estado, estuvimos en Valladolid, en Ticul, en Umán y ahora aquí en Mérida.
He de decirles que la gente ya no lo murmura, lo grita a los cuatro vientos. Va a llegar la transformación a Yucatán. Habrá, sin ninguna duda, un gran, un mejor gobierno en Yucatán, un gobierno del pueblo para el pueblo yucateco.
Miren, Yucatán tiene todo, es una entidad sumamente rica, tiene agricultura, tiene algo de ganadería, tiene industria, tiene turismo, economía, gastronomía, claro, tiene el relleno negro, sopa de lima y Pochutla, relleno blanco y lechón al horno y un buen francés.
Pero miren, ¿saben qué es lo mejor de Yucatán? Su gente, ustedes. Ustedes son el alma de Yucatán y son un ejemplo de trabajo, de productividad, de generosidad.
Así es el pueblo yucateco y por eso, no nada más merece y va a tener un mejor gobierno. Vamos a ayudar muchísimo a Yucatán, que tiene que convertirse verdaderamente en el emporio del sureste y del país, pero todo Yucatán, sin exclusiones. No puede haber yucatecos de primera y yucatecos de segunda.
Por eso, el gobierno federal, fíjense bien, la generosidad del gobierno federal y del presidente de la República para con Yucatán. Ya inició la construcción del nuevo hospital, Hospital O’Horán aquí en Mérida, Hospital de Especialidades, a la altura de lo que los yucatecos requieren.
El antiguo tiene más de 70 años y ha dado un servicio como ninguno a todos los yucatecos, pero ustedes se merecen el mejor hospital de especialidades de todo el sureste del país y por eso ya se construye, compromiso cumplido del presidente.
Como se está cumpliendo ya con el hospital de Ticul y tienen el Tren Maya. El Tren Maya es un sueño de cualquier habitante del mundo, porque pocos proyectos turísticos y económicos como el Tren Maya y Yucatán va a ser estado sede del Tren Maya, ahora a fin de año.
Platicaba yo, venía cuando era secretario de Gobernación cada 15 días con el presidente, siempre veníamos invariablemente a Mérida, a revisar los avances de la obra del Tren Maya, pero hoy que volví a recorrerlo, después de mes y medio, les digo que me emociona verdaderamente que haya obra de ese tamaño en México y sobre todo aquí en Yucatán, en Quintana Roo, en Campeche, en Chiapas y en Tabasco. Es un orgullo el Tren Maya.
Y hay también otra serie de inversiones en Yucatán, pero además hay programas sociales. El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador invierte más de 16 mil 200 millones de pesos al año en programas sociales. Nada más uno, el de los adultos mayores, 285 mil 720 yucatecos, adultos mayores reciben hoy su pensión universal.
También, más de 64 mil personas con discapacidades reciben hoy un apoyo, ya no les hablo de estudiantes, de las Becas Benito Juárez, de los más de 14 mil yucatecos en el programa Sembrando Vida. Esa es la transformación de Yucatán y viene más, porque Yucatán no tiene por qué estar rezagado.
Yo tengo un sueño y es ver que en Yucatán habrá tarifa eléctrica justa para los yucatecos. No por presumirles, pero yo conozco a alguien que fue gobernador de Tabasco y le costó dos años, pero consiguió que la tarifa eléctrica doméstica bajará en Tabasco. ¿Por qué no lo vamos a hacer por Yucatán?
En fin, viene mucho apoyo y mucho progreso en Yucatán y lo mejor es que el pueblo yucateco está a la altura. Muchas gracias, de verdad, a todas y a todos ustedes.
Yo quiero también agradecer, de manera muy especial, porque no es fácil que estén aquí a estas horas aquí, después incluso de que llovió en Mérida.
Yo quiero agradecer a los adultos mayores que hoy nos acompañan aquí. Ellos son el alma, la esencia de este movimiento, sin ustedes este movimiento, posiblemente, nunca hubiese triunfado.
Desde luego que ayudaron los jóvenes, los universitarios, los profesionistas, los obreros, los agricultores, los petroleros, los mineros, los ferrocarrileros, todos, todos ayudaron, pero la base son los adultos mayores de este país.
Por eso, no está de más recordar que, en el 2005, que inició formalmente este movimiento. ¿Se acuerdan ustedes cuando querían desaforar a la mala a Andrés Manuel López Obrador? ¿Saben cuál fue su respuesta? Irse a caminar por todo el país, junto a ustedes y con ustedes.
Y ahí, empezó a decir que cuando llegara a la Presidencia de la República iba a haber pensión universal para los adultos mayores y se atravesó el 2006 y le robaron la Presidencia de la República, en el fraude electoral más escandaloso de la historia de este país, impusieron a un espurio, a Felipe Calderón y eso no se nos olvida y no tiene por qué volver a repetirse un fraude electoral en este país.
Entonces, Andrés Manuel, quizá otro se hubiera ido a su casa, él decidió nuevamente recorrer el país y comprometerse con todos ustedes. Enfrentó una embestida de los que se creían dueños de este país.
¿Se acuerdan de que hubo un plantón en Reforma y en el Zócalo? Que fue la manera de canalizar el descontento popular.
Fue un movimiento pacífico. Decían que estábamos locos, que íbamos a acabar con el comercio de la Ciudad de México. Lo cierto es que, no se rompió ningún vidrio y cuando terminó la protesta, otra vez, a recorrer el país incansablemente, junto a todos ustedes.
Llegó el 2012, fue la misma medicina, pero con diferente receta, porque la televisora, Televisa que se había dedicado desde el 2005 a desaparecer de las pantallas a Andrés Manuel López Obrador, ahora diseñó y fabricó a un candidato y lo puso en la Presidencia de la República, hasta esposa le consiguieron.
Otra vez, volver a empezar, incansable, junto a la gente. Primero, fue la defensa de la educación pública, la defensa de los maestros de México. Después, inició la defensa por la soberanía energética, para cuidar nuestro petróleo, y la energía eléctrica.
Se acuerdan cómo estos mentirosos decían, los de Televisa, pasaban un comercial que decía: “México tiene un tesoro escondido debajo del océano y lo vamos a sacar para hacer ricos y hacer grande a México”. Pues, nunca encontraron el tesoro o eran unos mentirosos. No sacaron nada.
Sí intentaron vender a Pemex y a la Comisión Federal de Electricidad y entregarles la riqueza a los tiburones extranjeros. Y cuando faltaban pocos días para que se votara la reforma energética en la Cámara de Senadores, el destino quiso que Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto.
Entonces sí, Televisa y los demás, los que decían que era un peligro para México, se frotaban las manos y decían: Ahora sí, este hasta ahí llegó, ya el corazón le tronó. Ya no va a poder ni salir a caminar en las mañanas.
Pues, descansó 20 días en el hospital Andrés Manuel López Obrador y como Lázaro, al día 21 se levantó y anduvo caminando con ustedes por todo el país. Incansable, pero, sobre todo, comprometido.
En el inter, nos dimos a la tarea, varios junto con él de ir a fundar Morena, que es un partido histórico, porque es el único partido en el mundo que en cuatro años pasó de no existir a ganar la presidencia de la República.
Y ahora sí, en el 2018 la ola fue imparable, el hartazgo, el descontento del pueblo llevaron con más de 30 millones de votos a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República. Ustedes lo hicieron presidente.
Entonces, sí, lo primero que hizo el presidente fue acordarse de que tenía un compromiso con los adultos mayores y el 3 de diciembre del 2018, dos días después de tomar posesión, mandó una iniciativa al Congreso de la Unión para hacer realidad la pensión universal para los adultos mayores en este país.
Y pasaron dos meses, enero y febrero en los que, los servidores de la nación, con un chaleco guinda recorrieron todo el país. Iban a todas las casas y preguntaban: ¿hay aquí algún adulto mayor?
Levantaban su nombre, tomaban los datos de su credencial de elector; y les decían: tengan paciencia que ya va a llegar la pensión. Había qué saber cuántos eran, dónde estaban y quiénes eran, por eso fue el censo.
En marzo y abril se convocó a todos los adultos mayores a que fuesen por orden alfabético, a las plazas, a las bibliotecas, a los parques, a las oficinas de Telégrafos y por primera vez, en la historia de este país, se hizo justicia a los adultos mayores y empezaron a cobrar su pensión universal.
Abril del 2019, ahí los mexicanos nos convencimos de que este era un presidente distinto, un presidente que cumple su palabra, que cumple sus compromisos, que le cumple al pueblo, porque eso es lo más importante que tiene Andrés Manuel López Obrador.
Y ahora que ya se vienen los tiempos electorales, porque el año próximo va a haber elecciones y el proceso electoral inicia en septiembre ¿qué creen? Ya empezaron otra vez los de Televisa, los señores del dinero, los partidos de Claudio X, bueno, los que manejan, ya empezaron.
Andan diciendo, a quien los quiere escuchar, que de por sí son poquitos, los que quieren escucharlos: ahora que Andrés Manuel se va de la presidencia de la República, se va a terminar la pensión universal.
Pues, se van a quedar mirando, porque ya lo dijo el presidente el primero de julio en el Zócalo, escúchenlo bien, porque estas fueron sus palabras: “Venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es una obligación constitucional”.
Y ya aquí en Yucatán, en todo el sureste, en gran parte del país, si no es que, en todo el país, ya saben qué significa eso de “venga quien venga”, que, por cierto, está soplando el viento del sur por acá.
Pero, les tengo una noticia, ahí para que lo platiquen. No nada más se queda la pensión universal, sino que, a partir de enero aumenta 25 por ciento más va a ser de seis mil pesos. Tengan para que aprendan. Se van a quedar con las ganas, estos desalmados.
Ya que estamos hablando de esto ¿qué creen? Que ahora Televisa, ya también, así como lo hizo con Andrés Manuel, la agarró conmigo, porque andamos recorriendo el país y algo les molesta. A mí no me saca en sus noticieros, ni en sus programas especiales, ni en sus entrevistas.
Pero miren, por mí que se vayan a volar, a mí no me interesa, a mí me interesa la entrevista con ustedes, no con Televisa, si así crecimos, luchando en contra de ellos, coreando la consigna de Andrés Manuel de: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa. No les tememos, les vamos a volver a ganar.
Miren, ya me mandaron a un amigo muy querido, me fue a ver y me dice: “Oye, vengo de emisario”. “Ay, le digo, ¿emisario de quién? Hasta miedo me da”. “No —me dice—, dicen los señores de Televisa, los jefes, los dueños que por qué no te tomas un café con ellos y asunto arreglado. Ya vas a poder ir a las entrevistas”.
Le digo: “No, yo soy alérgico al café, pero al café con los de Televisa”. Yo con la gente todo, con ellos nada. No voy a ir. No me van a ver ahí, que no me saquen, ni en sus entrevistas, ni en sus noticieros, ni en sus telenovelas tampoco, aunque son buenísimos para tratar de engatusar.
Nosotros, como nos lo enseñó Andrés Manuel con ustedes, hasta donde tope, pero les vamos a volver a ganar, que no les quede ninguna duda.
Y andan otros, esos son igual o peores, los de Latinus, ahora contrataron a un mercenario del periodismo, lo tienen a su servicio y esos también, conmigo nada. Yo no quiero nada con ellos.
Ya también mandaron a decirme, estos como se sienten más elegantes, miren sus palabras: “Que cuándo vas a las oficinas de Latinus para platicar, porque quieren hacerte una entrevista muy cuidada”.
Yo no sé qué significa eso, lo que sí les mandé decir que no, que si voy con ellos, es capaz que me roban el Santo Niño de Atocha que siempre traigo aquí en la bolsa.
No nos van a doblar, lo que sí vamos a hacer es seguir denunciando públicamente la corrupción, porque se dedicaban en el viejo régimen, con los gobernadores que ya se fueron en Michoacán, en el Estado de México, en Tamaulipas, en Guanajuato, en Pueblo, en Oaxaca y en otros.
Nada más en Tamaulipas, dos mil millones de pesos por el banco de sangre. En Michoacán, como cinco mil millones en contrato, así en todos.
¿Saben lo que hacían, para que se den una idea? Ya sé que una cajita de paracetamol, de esos para el dolor, cuesta aquí en Yucatán 15 pesos en la Simi y como 40, hasta 50 pesos en una farmacia de las de marca.
¿Saben ustedes a cuánto vendían esa misma cajita a los gobiernos de los estados? 784 pesos. ¿Cómo se llama eso? Es un robo, son unos rateros, por eso, con ellos ni a la esquina, que se quede con su periodista y con su estación de televisión por internet.
Nosotros, aquí con ustedes y andamos por eso recorriendo el país. Ya el partido nos nombró delegados nacionales y puso a nuestra disposición cinco millones de pesos para los gastos, para viáticos. Les informo que yo no los acepté.
Pedí que ese dinero se devuelva a la Tesorería de la Federación, que es como la caja del gobierno federal y se destine a la construcción, remodelación, ampliación o equipamiento de dos Centros de Salud en las comunidades más olvidadas de México uno, en Metlátonoc, en Guerrero; y el otro en Huayacocotla, Veracruz, allá donde termina la Huasteca Veracruzana e inicia la Huasteca Hidalguense.
No necesitamos de viáticos para pagar hotel, casetas y eso, siempre hay alguien que nos ayuda en su casa, nos invita a comer, nos da un aventón en su carro. Nunca falta en este movimiento, nunca ha faltado. ¿Cuándo vieron ustedes o escucharon que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos? ¿Cuándo? Nunca. No los necesitó.
Recorríamos incansablemente el país y cuando caía la tarde, siempre había un compañero, una compañera que invitaba a su casa, un vasito de agua, algo de frijoles y arroz, a veces, cuando era aquí en los pueblos de Yucatán, hasta un Tzic de venado te invitaban.
Pero nunca faltó, porque eso es lo más hermoso de los mexicanos, eso nos distingue de todos los pueblos del mundo.
El pueblo mexicano es sumamente generoso, aún en la más grande de las modestias, siempre va a haber un hermano que ayude a otro hermano, que le invite un plato de comer, que le invite agua, que lo procure, que lo cuide. Esa es la bondad, la generosidad del pueblo de México, eso nos distingue a todos, no hay un pueblo como el mexicano.
Por eso, nosotros no tenemos derecho a fallarles. Vamos a seguir, recorriendo, como no enseñó Andrés Manuel López Obrador, con las tres eses: suela de los zapatos, sudor en la frente y vaya que se suda aquí en Yucatán y saliva, que es la palabra que se compromete, porque se tiene que cumplir cuando somos gobierno.
Así se construyó este movimiento y así lo vamos a consolidar junto con todos ustedes.
Vamos a seguir, pues, recorriendo el país, en asambleas como estas. Ese es el mayor de mis compromisos: no fallarles. Yo les pregunto ¿ustedes sienten que Andrés Manuel López Obrador le falló a los mexicanos? No.
Pues, denle la oportunidad a este modesto tabasqueño para que vean de qué está hecho. No sabemos fallar. Estamos hechos de la misma manera.
Miren, les cuento algo. Ahorita que me entrevistó un periodista, me dijo: “Ah, es que usted está muy confiado porque es paisano de su hermano”.
Le digo, mira, bueno, les digo a ustedes. ¿Soy paisano de Andrés Manuel López Obrador? Sí, somos tabasqueños los dos. ¿Somos amigos? Pues sí, yo lo conozco desde que era un niño. ¿Somos hermanos? Pues sí, él incluso cuando me nombró secretario de Gobernación dijo que Adán Augusto era su hermano.
Pero, yo lo que más aprecio no es ninguna de esas tres. Lo que más aprecio es que, lo que poco o mucho que yo sé de política y lo poco y mucho que he sido en política —y he sido diputado local, diputado federal, senador, gobernador, secretario de Gobernación—, todo se lo debo a mi maestro, porque para mí Andrés Manuel López Obrador es mi maestro. Él me ha enseñado.
Yo no soy gente que traiciona, que traiciona a su maestro, nunca. Yo, además, provengo de una familia de maestros. Mi abuelo, yucateco por el lado paterno, profesor de acá de Dzitás.
Mi abuela paterna, maestra. Mi madre, maestra y mi hermano, es mi maestro.
Miren, ahora se los digo: no se preocupen, va a haber mucho apoyo para Yucatán, ya les dije, lo de la tarifa de energía eléctrica, pero tenemos que cuidar a Michoacán.
Tenemos que conseguir que esas plantas termoeléctricas se conviertan a ciclo combinado, para que no haya más apagones aquí en Mérida y para que baje el consumo de la electricidad. Esa tiene que ser una obligación.
Aquí aprovecho y con todo respeto, le hago un llamado a Mauricio Vila. El gobierno federal, el presidente han sido sumamente generosos con Yucatán.
Ha recibido de todo y él no puede ser egoísta, que actúe con altura de miras y que firme el convenio con el IMSS-Bienestar, porque es la manera de garantizar a todos los yucatecos acceso universal y gratuito.
Porque nosotros ya sabemos que aquí en los hospitales públicos de Yucatán se sigue cobrando una cuota por consulta, por atención, dicen que ahí en Peto, 17 mil pesos por una cesárea. Eso tiene que terminar. Por eso, el presidente diseñó este programa, IMSS-Bienestar. Atención pública y gratuita, médicos y medicinas para todos los mexicanos.
Y claro que todavía nos quedan algunas asignaturas pendientes. Tiene que haber y la va a haber el año próximo una reforma al Poder Judicial, a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ya basta de tanta injusticia. Ya basta que los trabajadores del Sindicato de la Secretaría de Salud, en estas temporadas todavía siguen siendo trabajadores bajo contrato, a los que les niegan casi todas las prestaciones. Eso tiene que terminar.
Miren, en este país, desafortunadamente la justicia se sigue vendiendo a mejor postor. ¿Cuándo han escuchado ustedes que un humilde agricultor, un campesino, un ejidatario de Yucatán, le gane un juicio a un rico, a un potentado? Nunca, porque la justicia está al servicio del mejor postor.
Los jueces, los magistrados, los ministros son como los mercaderes del templo, si nos atontamos, van a acabar vendiendo hasta las estatuas que hay ahí en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por eso, vamos a reformar al Poder Judicial.
Miren, yo he comentado que hace unos días, una maestra me dijo: “Adán Augusto, mira, escucha”, me dijo, incluso, que era una frase, creo que del cardenal Ovando, aquel Cardenal que mataron en Nicaragua y me dice:
“Mira, en México la injusticia es como la serpiente, solamente muerde a los que andan descalzos, a los que no tienen zapatos, a los pobres, a los oprimidos, a los marginados” y por eso tiene que cambiar, tiene que haber justicia para todos en nuestro país.
Miren, ahí me dicen que los maestros saben ustedes que los maestros jubilados en lugar de que su pensión aumente conforme al salario mínimo, disminuyen. ¿Saben por qué?
Porque esos 11 ministros de la Corte emitieron una resolución que validaba que ellos y únicamente ellos recibieran su pensión en UMAS, para que vean los maestros cómo los quiere la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Por eso tiene que haber un cambio. Miren, los ferrocarrileros llevan 30 años peleando por sus derechos y no han podido obtener justicia y ustedes saben, seguramente cuántos miles de juicios agrarios, administrativos están ahí, durmiendo el sueño de los justos porque nada más no quieren hacerle justicia al trabajador y al oprimido.
Por eso tiene que cambiar y va a terminar y va a haber un Poder Judicial y una Suprema Corte justos.
Y termino agradeciéndoles a todos y a cada uno de ustedes, que hicieron un esfuerzo extraordinario para acompañarnos aquí esta tarde, pero ¿ustedes saben qué los mueve para estar aquí, para seguir acompañándonos? La revolución de las conciencias. México ya cambió.
Yo les quiero pedir que acompañemos y ayudemos al presidente de la República en este, el último tramo de su gobierno. Nos falta un año y algunos meses y tenemos que ayudarnos todos, porque es el único presidente, después de Lázaro Cárdenas, que en este país volteó a ver y apoyar, sobre todo, a los más necesitados. Gobierna para todos.
Pero, imagínense ustedes, dijo: va a subir al doble el salario mínimo y subió al doble el salario mínimo. Va a bajar el dólar y bajó y está bajando y va a haber economía estable y no van a aumentar tarifas de luz.
No nos van a aumentar ni las gasolinas, ni el gas. Va a haber programas sociales.
Va a haber obra pública en todo el país, por eso tenemos que acompañar al presidente de la República esa es la revolución de las conciencias.
Estos pueden ganar alguna alcaldía, que no lo creo. Pueden ganar la gubernatura del estado, que tampoco lo creemos, pero lo nunca van a conseguir es dar marcha atrás a la revolución de las conciencias, porque ese es el orgullo del pueblo de México.
Muchas gracias, de verdad a todas y a todos ustedes, que nos acompañaron hoy aquí en Mérida.
Nos vemos pronto, vamos a regresar para seguir caminando junto a ustedes.
¡Y que viva Mérida!
¡Que viva Yucatán!
¡Que viva el pueblo yucateco!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias.
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