Muy buenos días a todas y a todos ustedes.
Me da mucho gusto estar aquí esta mañana cumpliendo con la palabra que habíamos empeñado, porque en la anterior ocasión que estuvimos en Mexicali, en Ensenada, en San Quintín me comprometí a regresar a Tecate y aquí estamos ya.
Quiero iniciar pidiéndoles una disculpa. Veníamos de la Ciudad de México esta mañana, porque ayer terminamos ya tarde en el Estado de México una gira y se retrasó el avión como una hora, 50 minutos y todavía, cuando llegamos, pues nos tuvieron como media hora allá adentro.
La verdad, no me gusta llegar tarde por respeto al tiempo de ustedes, porque yo sé que muchos y muchas salieron de sus casas desde muy temprano y aunque aquí hay un toldito, pues no se vale que uno no respete el tiempo de ustedes.
Ustedes han hecho un esfuerzo enorme para acompañarnos, ya somos dos, para acompañarnos esta mañana.
Así que, ¿si aceptan mi disculpa? Ah, bueno, entonces hecho eso, ya puedo hablar dos horas seguidas.
Miren, cada vez que venimos a Baja California, nos convencemos más que Baja California tiene todo para ser un estado a la vanguardia del desarrollo del país.
Y que creo que llegó la hora de que volteemos a ver a Baja California, a Tecate, específicamente y generemos condiciones para que, quienes aquí habitan vivan mejor, para que haya más empleo, más generación de empleo.
Aquí en Tecate inicia lo que se conoce como la Ruta del Vino, también hay industria cervecera, pero creo que debemos generar condiciones para dos cosas: primero, para un programa emergente de regularización de tenencia de la tierra, porque quienes habitan aquí, el 60 por ciento de quienes habitan en Tecate y su zona conurbada, hasta allá, hasta Cerro Azul, por ejemplo, carecen de un documento que les acredite la propiedad de su tierra.
Una vez que se haga esto, hay que iniciar con urgencia un programa, ahora sí que emergente para que se les dote de servicios básicos, porque hay mucha carencia. Sí es cierto, en las colonias hay una carencia enorme de agua potable, pero no hay servicios, las calles no tienen drenaje, no hay pavimentación, ni siquiera se ha podido terminar de tender la red eléctrica
Entonces, yo creo que ese tiene que ser un compromiso aquí en Tecate, no mío, porque yo no puedo comprometer nada ahora, pero debe de ser un compromiso de todos y tengan confianza, porque en el futuro, le va a ir mejor, mucho mejor a Tecate y a Baja California.
Yo aquí aprovecho para agradecer la presencia de los adultos mayores que nos acompañan aquí esta mañana y los adultos mayores son la esencia de este movimiento. Sin ustedes, sin su participación, sin su compromiso, probablemente Andrés Manuel López Obrador no hubiera llegado a la Presidencia de la República o nos hubiera costado todavía más de lo que le ha costado a este movimiento.
¿Y por qué quiero agradecerles de manera muy especial? Porque ustedes hacen un esfuerzo extraordinario, pero los mueve el amor y el compromiso con el presidente de la República, con Andrés Manuel López Obrador.
Porque con Andrés Manuel se hizo realidad un sueño, ahora he venido platicando una anécdota que nos sucedió en Oaxaca, en un pueblo que se llama Jalapa de Marqués. Un día se acercó un adulto mayor y le dijo: “Oiga, licenciado”, octubre del 2005.
“Oiga, licenciado, fíjese que yo ya me cansé, trabajaba la tierra, ya no puedo y a veces, pues ya no tengo ni para comer. Mi viejita tiene 71 años. Pero, me dijeron que los que habíamos trabajado muchos años, ya grandes, teníamos derecho a una jubilación, a una pensión del Seguro Social”.
Se los platico, porque a muchos les va a sonar una historia conocida. Le platicó que había ido a la oficina del Seguro Social y que ahí le preguntaron qué andaba haciendo. Él explicó que había ido para anotarse, para la pensión del seguro.
Le preguntó el empleado del Seguro: “Bueno ¿tú en qué trabajaste? ¿En qué empresa? ¿En qué comercio? ¿Quién es tu patrón? ¿Quién fue tu patrón?”. Que él le dijo: “No, pues, yo la verdad trabajaba la tierra, tengo una parcela, sembraba maíz, frijol para comer y lo que sobraba se vendía”.
Le dijo: “No tienes derecho, porque tú fuiste tu propio patrón”. Se fue triste a pedirle el consejo al hoy presidente. Él le dijo: “Tennos paciencia y ayúdanos. Voy a ganar la Presidencia de la República y cuando eso suceda, va a haber pensión para los adultos mayores”.
Esto es algo que lo mismo lo sufre un agricultor, un campesino, un ejidatario, que lo sufre un carpintero, un albañil, un taxista, un bolero, un plomero, un fontanero, pero es lo mismo el albañil y el peón de albañil, el que vende tacos o comida o dulces o raspados, los panaderos, la mayoría de los mexicanos no tiene derecho a una pensión.
¿Y qué sucedió? Que en el 2006 le robaron la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador e impusieron a un espurio, a Felipe Calderón, porque ¿se acuerdan toda aquella campaña negra de que era un peligro para México?
Televisa lo desapareció de las pantallas, no lo mencionaban para nada. Entonces, allá fuimos a acompañarlo al Zócalo y a Reforma, a protestar en contra del fraude electoral, había que canalizar, conducir la irritación popular y empezaron, cuando el plantón en Reforma, a decir: están locos, van a acabar con los comercios de la Ciudad de México.
Y el pueblo y él, resistiendo, hasta que se decidió que había otras maneras de que este movimiento popular siguiera vigente. Entonces, él se fue a recorrer todo el país con ustedes, a todas las plazas, los pueblos, los municipios. No hubo un rincón del país al que no hubiese visitado Andrés Manuel López Obrador, a comprometerse con la gente, a escuchar al pueblo.
Vino el 2012 y otra vez, Televisa y los señores que se creían amos y dueños de este país, fabricaron a un candidato y lo sentaron en la Presidencia de la República, hasta esposa le consiguieron.
Y entonces, pues otra vez, volver a empezar. La televisora se llenaba la boca diciendo: ya este se acabó por su terquedad, hubieran dejado que otro, fuera el compañero candidato y entonces, a lo mejor podían haber ganado, a desprestigiar a Andrés Manuel López Obrador.
Él tomó la decisión de volver a empezar, encabezó la lucha en contra de la mal llamada reforma educativa, porque había que defender a la educación pública, laica y gratuita en este país y había que apoyar a los maestros de México.
Impusieron su mayoría y sacaron una reforma, que ahora ya se le dio marcha atrás, pero vino otra, la reforma energética y había que defender a la soberanía nacional, a Petróleos Mexicanos, a la Comisión Federal de Electricidad.
¿Se acuerdan cómo sacaban en Televisa un comercial que decía: “México tiene un tesoro enterrado en el fondo del océano? Lo vamos a sacar, porque México va a ser grande y va a haber fertilizantes, va a haber gas barato y va a haber luz eléctrica más barata y va a haber gasolina, combustible más barato.
Pues, ¿saben qué fue lo único que hicieron? Despedazaron a Fertimex, Fertilizantes Mexicanos que era una empresa orgullo de México, que tenía fábricas en todo Centroamérica y la vendieron en cachitos. Se la traficaron entre ellos.
Antes de que llegara la votación de la reforma energética, el destino quiso que Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto. Y otra vez se frotaban las manos y se relamían los bigotes, Televisa y esos señores del dinero: ahora sí ya se terminó. Ya tiene ese corazón muy dañado, ya no va a poder, ni siquiera ir a un mitin, mucho menos estar parado en el sol, en una plaza pública, en una asamblea. Ahora sí, ahí se terminó.
Ah, pero es que estos no saben la madera en la que estamos hechos los tabasqueños, somos tercos. Entonces, fíjense bien, 20 días reposó en el hospital y ¿qué sucedió el día 21? Cómo Lázaro ¿se acuerdan de Lázaro? Andrés Manuel se levantó y anduvo y se puso, otra vez, a caminar con ustedes, otra vez, pueblo por pueblo y ahora sí, a fundar Morena.
A formar un partido que pudiera ser el conducto para presentarse como candidato en el 2018 y en el 2018 ya fue imparable la ola. No había fraude que pudiera impedirlo, ni con todo su dinero pudieron impedir este, yo le digo alzamiento popular, porque el pueblo, más de 30 millones de mexicanos llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de la República.
Entonces, pues lo primero que hizo Andrés Manuel fue cumplir su palabra. Se acordó que lo primordial era cumplir el compromiso con los adultos mayores y al tercer día de presidente mandó una iniciativa para que se hiciera ley la pensión universal.
Y en enero y febrero del año siguiente, porque él tomó posesión en diciembre del 2018, los servidores de la nación, con unos chalecos guindas, como el que la señora, se fueron casa por casa a levantar el censo, porque teníamos que saber quiénes eran, dónde estaban, cómo se llamaban.
Porque en marzo y en abril, en las plazas públicas, en las escuelas, afuera a veces de los hospitales, en todos los espacios públicos, en las oficinas de Telégrafos, por orden alfabético, por primera vez en la historia de este país, los adultos mayores empezaron a recibir su pensión universal. Fíjense bien, eso es justicia.
Ese es un presidente comprometido con ustedes, al fin llegaba un presidente de la República que le reconocía a los adultos mayores de este país, lo mucho que han aportado, porque no es cierto lo que andan diciendo, ahora les platico quién.
El más modesto de los mexicanos adultos mayores, agricultor, campesino, el más modesto, ese paletero que anda ahí en la calle ha puesto su granito de arena con su esfuerzo para construir el México grandioso que es hoy, por eso es el reconocimiento a todos los adultos mayores, sin ninguna excepción.
Miren ¿de qué tamaño es el reconocimiento del presidente, que cuando la epidemia del COVID, ustedes se acuerdan, había que quedarse en casa y en su preocupación, él nos instruyó a que se pagará a los adultos mayores un año adelantado de la pensión, para que no le faltara mientras estaba en resguardo en su casa. De ese tamaño es la generosidad y el cariño del presidente de la República por el pueblo de México.
Ahora, como ya se acerca el tiempo electoral, pues ya empezaron los mismos de siempre, esos que no se resignan a entender que este país ya cambió y andan diciendo: ah, ahora que se vaya Andrés Manuel de la Presidencia de la República se acabó la pensión para los adultos mayores.
Pues, les doy una noticia, el día primero de julio, en el Zócalo, cuando fuimos a conmemorar los cinco años del histórico triunfo del pueblo de México, el Presidente dijo estas palabras: “Venga quien venga, la pensión universal para los adultos mayores se queda, porque es un derecho y es una obligación constitucional”.
Pero, hay todavía una mejor noticia. ¿De cuánto es la pensión universal hoy? ¿Cuánto reciben? Cuatro mil 800 pesos, pues les tengo una muy buena noticia, porque a partir del primero de enero del próximo año, la pensión universal aumenta 25 por ciento, va a ser de seis mil pesos. Como decimos por allá: tengan para que aprendan.
Pero, además, ya aquí entrados en confianza. Les voy a contar algo, ya salió hace como dos días, una chachalaca grandota que ustedes conocen ya salió a decir, a ver si lo identifican, es una chachalaca grandota de Guanajuato, salió a decir que lo que había qué hacer era regresarles la pensión millonaria a los ex presidentes de la República, incluido él y desaparecer la pensión de los adultos mayores y yo no lo quisiera repetir, porque yo no me atrevería nunca a hacer un calificativo, pero dijo algo muy denigrante.
No, no, me voy a rebajar, no lo voy a repetir. Dijo lo contrario a lo que son los adultos mayores de este país, lo mucho que han aportado, lo que siguen trabajando, lo que siguen engrandeciendo al país.
Yo quiero aquí aprovechar para hacer una consulta popular con ustedes. A ver, que levanten la mano los que quieran que regrese la pensión a los ex presidentes de la República. No, pero ya levantaron la mano. ¿Quieren o no quieren que haya pensión para los ex presidentes?
A ver, estarían ustedes en que, como ya sabemos que se queda la pensión universal, que permanezca la pensión universal y que hagamos un esfuerzo dentro de dos años para que baja el umbral de la edad y ahora sea de 63 años. ¿Están de acuerdo?
Así que, desde aquí le decimos, desde Tecate, que deje de andar de zángano y de vividor, que no va a volver esa famosa pensión para los ex presidentes.
Y como ya ando entrado en confesiones y se acuerdan de que les platiqué lo de Televisa, ¿cómo escondieron al licenciado Andrés Manuel durante años? No lo sacaban, no lo mencionaban. Entonces, como ya también les da miedo, pues ya hicieron lo mismo conmigo, Televisa, Televisa no me saca en sus noticieros, en sus entrevistas, en nada. Ni quiero que me saquen.
Miren, el día que me tocó cubrir al presidente de la República, cuando le dio COVID, no me sacaban, no me mencionaban. En la noche hacían una noticia que decía: “El gobierno de México informó…”, pero no decían quién había informado, ni una imagen, nada. No me preocupa. No me importa.
Primero, porque para mí, para mí lo más importante ¿saben qué es? Es entrevistarme con ustedes y estar con ustedes. Eso es lo más valioso. ¿A poco hay algo más hermoso que encontrar la mirada y escuchar la palabra de un adulto mayor? Nada.
Así que, nosotros vamos a seguir caminando con ustedes y a mí, no me importa, les platico que ya me mandaron un amigo que me dijo: “Oye, vengo de emisario”. “Ay, le digo, ¿emisario de quién o de qué? Ahora ¿qué hice?”. Me dice: “No, es que los señores de Televisa, los dueños de Televisa dicen que cuándo te tomas un café con ellos”.
Le digo: no hermano, yo soy alérgico al café, pero al café de Televisa. Nunca me van a ver con ellos, aunque no me saquen, no me importa. No, ni Dios lo quiera.
Es con ustedes, se los prometo. Nunca me van a ver en Televisa, bueno, sí me van a ver, porque ya me dijeron que tienen un programa, que anda por ahí un reportero viendo si me tropiezo, si alguien me pega, si me da calor, si damos un mal paso y tienen una cosa que se llama “El pantalón y el chaleco”, algo así.
Ni me sé el nombre. Ahí sí me sacan. Pues, desde aquí se los digo, ni en sus mangas, ni en sus noticieros, ni en sus entrevistas, ni en sus telenovelas.
Es con ustedes, porque ustedes y Andrés Manuel tenían una consigna que decía: “si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa”. No nos ganó Televisa y no nos va a ganar, lo vamos a volver a derrotar.
Y bueno, les platico, hay otros, pero ya, los de Latinus, que son ex gobernadores, yernos de exgobernadores, hijos de ex gobernadores, que se dedicaban a hacer negocios con el presupuesto de salud en todos los estados o en casi todos los estados.
Ahora, ya contrataron a un gatillero del periodismo, a un mercenario y esos también, tiro por viaje, yo sigo el consejo que me dio mi abuelita: “Aguanta Adán, aguanta porque el pueblo se levanta”, me dijo.
Ahí también vamos a resistir, porque es con ustedes. Aquí, lo único que cuenta es la fuerza del pueblo y también, ya me mandaron a decir que cuándo voy a las oficinas de Latinus, al estudio para que hagan una entrevista, yo no sé ni qué significa una entrevista muy bien cuidada.
Le digo: no, mira, si llego a ir allá, se van a robar hasta la estampita del Santo Niño de Atocha que siempre traigo en la bolsa. No.
Y se los platico para que vean cuánto corrupción había en este país. ¿Cuánto cuesta una cajita de paracetamol aquí en Tecate? 20 pesos en la farmacia Similar y en la farmacia de nombre ¿cuánto cuesta? 40 pesos. Pues esa misma cajita, ¿saben cuánto se la vendían los de Latinus a los gobiernos de los estados? 784 pesos.
Son unos reverendos ladrones. Contratos por todos lados, en Michoacán, cuatro, cinco millones de pesos. En el Estado de México, lo mismo. En Tamaulipas tenían un contrato para administrar el banco de sangre de dos mil 500 millones de pesos, pero eso ya se acabó.
Ya en Oaxaca ya no tienen contrato, porque ahora gobierna el pueblo. Ahora, el 15 de septiembre en el Estado de México se les acabó, porque vamos a tener a Delfina como gobernadora.
Miren, pues también les platico porque andamos por todo el país en asambleas informativas como esta, porque el partido nos nombró delegados nacionales y nos instruyó a celebrar asambleas informativas y puso a nuestra disposición, escúchenlo bien: cinco millones de pesos para viáticos, para los gastos de avión, de hotel, de comida, de una agüita, miren, hasta esto, el gel anti bichos quieren que uno lo pague de ese dinero.
Pero yo no, yo lo rechacé. Mandé un oficio y les dije que no iba a utilizarlos y que se devolviera ese dinero a la Tesorería de la Federación, que es la caja del gobierno federal y con ese dinero se utilizara para remodelar, construir, ampliar, equipar dos Centros de Salud en las comunidades más abandonadas de México y cómo va a sobrar, porque ahora ya no lo administra Latinus, entonces, vamos a destinar para otras dos comunidades, en otros dos estados del país.
Nosotros no lo necesitamos, porque a mí me tocó acompañar y aprender de Andrés Manuel López Obrador. Yo sí puedo decir con orgullo que he recorrido todo el país a su lado, trabajando, construyendo para que se hiciera fuerte este movimiento popular.
Que si me preguntan ¿es mi paisano? Sí, es mi paisano, somos tabasqueños. ¿Qué es mi amigo? Claro que es mi amigo, ni modo que un Presidente ponga a su adversario al frente de la Secretaría de Gobernación, que es el puesto más importante del gobierno federal.
¿Qué si es mi hermano? Sí, él mismo lo dijo, el día que me nombró secretario de Gobernación dijo: “Tengo a bien designar como secretario de Gobernación a Adán Augusto López Hernández que es mi hermano”.
Pero, lo que yo más aprecio, desde luego que aprecio eso, pero lo que más aprecio es que, lo que yo soy, lo que he sido, lo que aprendí en política, el aprender a querer al pueblo de México, yo se lo debo a él. Él es mi maestro y ese es el mayor de mis orgullos. Andrés Manuel López Obrador es mi maestro. Al maestro, uno le guarda respeto y lealtad toda la vida.
Por eso, cómo no vamos a seguir caminando como nos enseñó él, con las tres eses: suela de los zapatos, sudor en la frente y saliva que es la palabra que se compromete y que se cumple cuando llega al gobierno.
Además, miren, el pueblo de México tiene algo que no tiene ningún pueblo del mundo. Yo me acuerdo de que cuando caminábamos y recorríamos el país, pues iniciaba a las seis, siete de la mañana y la jornada terminaba a las seis, siete de la noche y cuando terminaba, nunca faltó el compañero o la compañera que lo invitara a su casa, por muy modesta que fuera y había siempre un vasito con agua, un platito de frijol y arroz.
A veces, si estábamos de buenas o de suerte, había un burrito o había a lo mejor una tortilla de harina y cuando íbamos a pueblos a la orilla del mar, pues nunca faltaba un pescadito frito.
El pueblo de México es sumamente generoso. Eso es lo más grandioso, la bondad del pueblo de México. Aquí nunca se deja desprotegido a un amigo, a un hermano, a un vecino, a un pariente, a nadie, siempre nos tendemos la mano y eso no lo tiene ningún país del mundo y eso es lo que yo aprendí con mi maestro.
Y aprovecho también para decirles dos cosas. La primera, Baja California tiene una gran gobernadora, honesta, comprometida, trabajadora, dedicada. Dicen todas las encuestas, sin ánimo de ofender a otras compañeras, que es la mejor gobernadora del país.
Aquí les digo, hay que apoyar y hay que acompañar a Marina, que Marina no está sola, que sepa que tiene al pueblo de Baja California a su lado. Aprovecho para pedirles: no la dejemos sola. Hay que ayudarla, porque Baja California va para delante de la mano de Marina.
La otra, aquí también lo aprovecho para decirlo, todavía hay un pendiente, pero que el año próximo va a cambiar, se va a reformar, va a transformarse la Suprema Corte de Justicia y el Poder Judicial. Ya es hora de que haya justicia en México.
Hoy, la justicia se vende al mejor postor, al poderoso. Miren ¿cuándo han escuchado ustedes que un ejidatario, un modesto campesino de Baja California o de aquí de Tecate, donde hay mucho premio irregular, le haya ganado un juicio a un rico, a un poderoso? Nunca.
Ahí andan los ferrocarrileros pidiendo justicia y no se atreven los ministros de la Corte a emitir un fallo, porque saben que tendrían que restituirle sus derechos. Lo mismo con los mineros y lo que hicieron con los maestros. Saben ustedes que un maestro jubilado ahora recibe menos en su pensión, es menor a la que era hace uno o dos años; cada año, en lugar de venir subiendo, va bajando la pensión de los maestros.
¿Y saben por qué? Porque en el colmo del absurdo, los ministros de la Corte fallaron a favor de que la pensión se les pague en una cosa que le llaman UMAS, en lugar de que se haga como en todos lados, con base en el salario mínimo. Estos sinvergüenzas son los que les pegaron esa estocada a los maestros.
Entonces, nunca más un ministro de la Corte que gane 600 mil pesos mensuales, que tenga todos los privilegios y que haya justicia, porque fíjense, se los voy a contar. Una maestra a la que yo quiero, admiro, respeto, a la que escucho mucho, me dijo un día, hace como 10 días:
“Adán Augusto —sí—, te voy a decir algo: en México la injusticia es como la serpiente, solo muerde a los que andan descalzos, a los que no tienen ni para un par de zapatos, a los pobres, a los desposeídos, a los marginados” y eso va a terminar. Va a haber justicia para el pueblo en este país.
Y ya me voy, porque tengo que ir a Rosario, pero les digo algo: ya hablamos de programas sociales, ya hablamos de que tenemos que crear las condiciones para que haya más empleo, para que sigamos ganándole la batalla a la inseguridad, pero hay algo que nos trabajo la Cuarta Transformación y que llegó para quedarse, es lo más hermoso de este movimiento, es el mayor de los legados de Andrés Manuel López Obrador y es la revolución de las conciencias.
¿Saben qué significa la revolución de las conciencias? Distinguir entre lo bueno y lo malo. Distinguir entre los buenos y los malos; y que no se nos olvide nunca: el bien siempre triunfa por sobre el mal. Ese es nuestro México.
Ese es el mayor legado, entender que hoy manda el pueblo, que ustedes deciden y que no tengan duda, va a continuar la Cuarta Transformación de la Vida Pública de México.
Que tenemos sí, que acompañar a Andrés Manuel López Obrador en este que es el último tramo de su gobierno, porque va a venir el relevo generacional y va a haber continuidad con cambio en este país y la revolución de las conciencias, esa ya es irreversible.
Muchas gracias de verdad a todas y a todos ustedes.
¡Y que viva Tecate!
¡Que viva Baja California!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
¡Que vivan las colonias populares de Baja California!
Muchas gracias.
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