Muy buenas tardes tengan todas y todos ustedes.
Quiero iniciar saludando y agradeciendo la participación de los adultos mayores que hoy nos acompañan, porque sin ellos no hubiese sido posible que triunfara este movimiento.
Los adultos mayores son la base de esta organización, sin su trabajo, sin su entrega, hubiese sido casi imposible que Andrés Manuel López Obrador ganara la Presidencia de la República.
En el 2006, cuando le robaron la Presidencia de la República para imponer a Felipe Calderón, en esos momentos, quienes lo acompañaron fueron los adultos mayores, quienes no lo dejaron solo en el Zócalo, en el plantón de Reforma y después en su recorrido por todo el país, fueron los adultos mayores.
Acuérdense ustedes cómo durante años Televisa lo desapareció de las pantallas, no aparecían para nada. Muchos se preguntaban ¿dónde anda Andrés Manuel? Decían: “No, pues quién sabe. Ahí anda en los pueblos”, pero no lo mencionaban para nada.
De las televisoras, en honor a la verdad, solamente TV Azteca, esos sí tenían un programa en la noche, que se llamaba “La hora de la verdad”, dedicado a informar en dónde, en qué parte del país estaba Andrés Manuel López Obrador, pero ustedes, nunca lo dejaron solo.
Después fue a preparar, organizar el movimiento, plaza por plaza, pueblo por pueblo para enfrentar a la misma mafia en el 2012, pero sucedió que otra vez Televisa diseñó, fabricó un candidato y junto con aquellos que decían que Andrés Manuel López Obrador era un peligro para México, lo sentaron en la silla presidencial. ¿Se acuerdan de que hasta esposa le consiguieron? Así se las gasta Televisa.
Y fue, otra vez, volver a empezar. Primero, a encabezar la lucha para defender a la educación pública, laica, gratuita y apoyar a los maestros de México. No se pudo, porque en aquella época nos aplastó la mayoría, pero ya se pudo ahora, porque en este gobierno se echó para atrás esa reforma educativa y ya en todo el país se han basificado más de 875 mil maestros. Eso es parte del compromiso del presidente de la República.
Después, fue ir a defender el petróleo, a luchar para obtener la soberanía energética. El petróleo, la luz, el gas, fertilizantes mexicanos. ¿Se acuerdan de un comercial en Televisa que decía: “México tenía un tesoro enterrado debajo del océano?”, que lo iban a sacar para que México fuera grande. No hicieron nada, fue pura mentira.
Pero eso sí, antes de que se votara la reforma energética, el destino quiso que a Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto y así sí, se relamían los bigotes y se frotaban las manos los de Televisa y los señores del dinero. Decían: no, esté ya de ahí no va a salir, no se va a levantar. No puede ni darle el sol, porque ya tiene el corazón atrofiado”.
Pero, no sabían de qué madera estamos hechos los campechanos, los yucatecos, los veracruzanos, los tabasqueños, los chiapanecos, los hombres del sur.
Y entonces, como en la parábola bíblica, 20 días reposó en el hospital y en su casa, y al día 21 como Lázaro se levantó y anduvo y se puso a recorrer nuevamente el país junto con todos ustedes, de ese tamaño es la tenacidad de Andrés Manuel López Obrador.
Y después de eso, pues a fundar Morena que es un partido histórico, porque es el único partido en el mundo que llegó a la Presidencia de la República y ganó la mayoría en el Congreso de la Unión, antes de que cumpliera cinco años de haber sido fundado. Ningún otro partido ha conseguido lo que Morena consiguió.
Por eso el respaldo popular en el 2018 era tan grande que más de 30 millones de mexicanos llevaron a la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador. Se había concretizado ese sueño, largamente acariciado.
¿Y saben qué fue lo primero que hizo en diciembre, cuando tomó posesión de la Presidencia? Pues, acordarse de que tenía un compromiso con los adultos mayores.
Mandó una iniciativa de ley y en enero y febrero del año siguiente, recordarán que los servidores de la nación se dedicaron a recorrer todo el país, casa por casa, preguntando cuántos adultos mayores había en cada casa, porque necesitábamos hacer un censo y saber quiénes eran, dónde estaban, cómo se llamaban.
Eso sí, cuando terminaba marzo y comenzaba abril, a todos los llamaron y les dijeron: hay que ir a la biblioteca, a la escuela, a las plazas públicas, a las canchas, a las oficinas de telégrafos y por primera vez en la historia de México, 2019 años después, los adultos mayores tuvieron por fin una pensión alimenticia.
Ese es el tamaño del compromiso y la palabra que cumple el presidente.
Aquí en Campeche, aquí nada más en el estado de Campeche hay más de 76 mil adultos mayores que hoy reciben su pensión, una inversión del gobierno federal de casi dos mil millones de pesos y ya no les platico de los 25 mil agricultores que están en el programa Sembrando Vida y los 57 mil jóvenes que cobran su Beca Benito Juárez, más los que están en Jóvenes Construyendo el Futuro.
¿Y por qué les decía que por fin se les hizo justicia a los adultos mayores en este país? Porque hasta esa pensión, escúchenlo bien, porque aquí seguramente hay varios a los que les va a sonar conocido.
Hasta esa pensión, aquí en México, ningún paletero, panadero, afanador, barrendero, carpintero, electricista, campesino, agricultor, ejidatario, talabartero, bolero, paletero, ninguno tenía derecho a una pensión cuando llegara a su edad adulta.
Hasta ahora que Andrés Manuel López Obrador lo hizo ley y ya disfrutan, ya cobran su apoyo social, su pensión para adultos mayores.
Miren, de qué tamaño será el cariño y el reconocimiento de los adultos mayores que, cuando se dio lo del COVID, ustedes se van a acordar que el presidente instruyó —porque tuvimos que quedarnos en nuestras casas durante un año—, el presidente preocupado por los adultos mayores dio la instrucción de que se les pagará seis bimestres por adelantado y tuvieron para pasar la pandemia, guardados en sus casas.
Ese es el cariño que el presidente les tiene a ustedes. Ah, pero eso sí, ahora ya andan los mismos de siempre, Televisa, como siempre. Los dueños del dinero, los dizque líderes de otros partidos, los que piensan que la gente los escucha y que el pueblo les cree. Andan diciendo, hasta un campechano anda por ahí, de triste recuerdo, como dice la canción.
Andan diciendo: ahora que ya se va Andrés Manuel de la República se va a acabar la pensión universal para los adultos mayores, va a desaparecer y ya el presidente les dijo el otro día en el Zócalo, el primero de julio lo acompaños a festejar los cinco años del histórico triunfo y les dijo, escúchenme bien:
“Venga quien venga, la pensión universal para los adultos mayores se queda, porque es un derecho y es una obligación constitucional”.
Pero, además, ya salió otro, a ver si lo identifican, es una chachalaca grandota de Guanajuato. Tú lo dijiste, no lo dije yo. Vicente Fox, es un desalmado. ¿Sabe qué escribió el otro día, qué dijo?
Le mandó a decir a su candidata que tiene que regresar la pensión para los ex presidentes de la República y, además, que tiene que desaparecer la pensión de los adultos mayores y todos los programas sociales, porque quienes reciben ese apoyo “son unos…”, no lo voy a repetir, porque el zángano es él. Ustedes son grandes, todos.
Pues, ya que estamos aquí animados, pues vamos a hacer una encuesta, que les aviso que no va a salir en El Universal, ni en el Reforma, ni en El Financiero, ni en La Razón, ni en Telerisa.
No va a salir ahí, porque ahí las encuestas se publican por la paga, son encuestas que llaman, yo sabían que anímicas, pero allá me dijeron que era encuesta del bienestar, del bienestar del que las paga o de la que las paga para que estén contentos y salgan contentos en la televisión.
Entonces, no esperen que la encuesta que vamos a hacer ahorita, pues salga publicado en algún otro lugar, pero nosotros nos vamos a encargar de decir que aquí en Campeche, la gente ya decidió.
A ver, les pregunto: ¿Ustedes quieren que regrese la pensión de los ex presidentes de la República? No. Aquí sí comieron con manteca. No se escuchó. No.
La segunda pregunta, pero escúchenla bien, hasta que yo termine. ¿Ustedes quieren, están de acuerdo en que se quede la pensión universal para los adultos mayores y que intentemos rebajar la edad de los 65 a los 63 años? Sí. Ahí está ya, el pueblo manda. Ustedes dicen.
Estamos tan contentos que les voy a platicar una buena noticia. A ver ¿de cuánto es la pensión que recibe usted? De cuatro mil 800 pesos. Siéntese, porque no se me va a caer de la emoción. Ahora, a partir de enero va a subir 25 por ciento. Va a ser de seis mil pesos. Que lo escuche bien, el zángano es de seis mil pesos. Tengan para que aprendan.
Miren, ya que andamos en eso y lo que les decía yo de Televisa, cómo desapareció al presidente de la República durante años. No lo mencionaban para nada. Incluso, pues iniciamos ese movimiento y el presidente nos enseñó una frase que decía: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa.
Pues, ahora, como ya se acercan los tiempos electorales, yo no sé, de repente les entró miedo, pero a mí ya no me sacan en las pantallas de Televisa, ni en los noticieros, ni en las entrevistas. Ni en los programas especiales. A mí me vale cacahuate Televisa. No me importa, no me interesa.
A mí lo que me importa, a mí lo que verdaderamente me importa es andar recorriendo el país y entrevistarme con ustedes. Esa entrevista sí cuenta, porque sin ustedes no somos nada.
Les platico que ya me mandaron a un amigo, al que yo quiero mucho, un compañero entrañable. El otro día me fue a alcanzar en Poza Rica, por ahí anda. Creo que vino aquí a Campeche, por allá está atrás.
Y me dice: “Oye, vengo de emisario”. Le digo: “Emisario ¿de quién?, si yo no le debo a nadie”. “No, me dice, es que vengo de emisario de los señores de Televisa, de los dueños de Televisa”.
Le digo: “¿Qué quieren esos señores?”. “Ah, pues que te invitan un café y que con eso se resuelve todo y ya vuelves a salir otra vez en las entrevistas de Televisa”. Y le digo: “No, hermanito. La verdad es que yo soy alérgico al café, entonces no voy a ir a tomar café nunca con los de Televisa”.
La verdad se las digo a ustedes, yo no soy alérgico al café. Si ahorita traen aquí el tinaco de café y un pan del Civitos, nos lo tomamos aquí entre todos. Nada más que no nos vamos a doblar y no vamos a caer en su juego. Así que, nunca me van a ver tomar café con ellos y mucho menos en la pantalla de Televisa.
Yo les mandé decir: “¿Sabes qué? Dile que ni sus entrevistas, ni sus programas especiales, ni sus noticieros, ni sus telenovelas”, porque ahí anda con el “Privilegio de no sé qué…”, donde sí nos critican.
Andan viendo si me tropiezo, si el pantalón lo tengo acomodado, si los zapatos están boleados. A mí me vale, que saquen lo que quieran. Hay que ser felices y la felicidad, solamente se consigue cuando hay plena libertad hasta de conciencia y de decidir y decirles a ellos que ya basta.
Nosotros vamos a seguir recorriendo el país, como nos lo enseñó Andrés Manuel López Obrador, porque pues, no es que sea presuntuoso, pero yo sí llevo varios años.
Aquí estuve en Campeche, estuve en Yucatán, en Quintana Roo, en Tabasco, en Chiapas, en Veracruz, en Tamaulipas, en Colima, en Baja California Sur, en Oaxaca, en Nuevo León, en varios estados del país.
Aquí anduvimos, prácticamente en todo el país, acompañado siempre al presidente y él nos enseñó a estar cerca de la gente, por eso ahora que el partido nos nombró delegados nacionales, puso a nuestra disposición la cantidad de cinco millones de pesos, que, para nuestros gastos, Mario Delgado me dijo un día:
“Es para tus chicles”. “No, le digo”, para pagar el hotel, el camión, el avión, las casetas, las llamadas telefónicas, el equipo de sonido, la lona esa. Bueno, querían que hasta el gel que usa uno contra el bicho lo pagáramos de eso. Yo no lo acepté. Quise venir aquí a decírselos.
Yo no lo acepté. Lo rechacé y le pedí al dirigente nacional que ese dinero lo regresará a la Tesorería de la Federación, que es la caja del gobierno federal y que se destine para la remodelación, ampliación, mantenimiento, equipamiento de dos Centros de Salud de las comunidades más olvidadas de México, de Metlatónoc, Guerrero y de Huayacocotla, Veracruz.
Y cómo va a sobrar, porque ahora lo va a administrar la gente de manera directa, ya le pedimos que aumente, cuando menos a dos municipios más, a Rincón de Romos en Aguascalientes y a un municipio en Oaxaca, que va a decidir el pueblo de Oaxaca cuál va a ser.
Aquí les digo algo, que también ustedes en una asamblea pública que hagamos en septiembre, van a decidir a un municipio de Campeche, para que ahí también llegue el apoyo. Se me hace que los de Televisa ya me hicieron mal de ojo y por eso ando ronco.
No lo vamos a aceptar, no lo aceptamos ya. Vamos a seguir recorriendo todo el país.
Miren, Andrés Manuel siempre nos enseñó, siempre nos decía: esto es a golpe de calcetín y con las tres eses: suela de los zapatos, sudor en la frente y saliva que es la palabra que se empeña y vaya que se suda aquí en Campeche, pero no importa.
Después de tantos años, yo aprendí que no necesita uno andar pidiendo dinero para estar al lado de la gente. ¿Cuándo escucharon ustedes que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos? Nunca.
Recorrió incansablemente todo el país. La jornada empezaba seis, siete de la mañana y terminábamos seis, siete de la noche y nunca faltó, siempre un compañero, una compañera, lo invitaba a su casa, por muy modesta que fuera. Un vasito con agua, si era época de pitaya aquí en Campeche, pues agua de pitaya.
Un platito de frijol, de arroz, alguna tortilla, cuando andábamos ahí en Lerma o en los municipios de la costa nunca faltaba un pescadito frito y si íbamos allá a Atasta, algo de camaroncito, un caldito de camarón siempre había algo.
Porque lo noble, lo más hermoso del pueblo de México es su nobleza, su entrega, su dedicación, su solidaridad. Eso, esto es para que se lo aprendan y lo presuman.
Eso no lo tiene ningún pueblo del mundo, ni los rusos, ni los holandeses, ni los alemanes, ni los franceses, ni los italianos, ni los españoles, ni los portuguenses, mucho menos los americanos, pero sí lo tiene el pueblo de México. Esa bondad no se ve en ningún lado.
Miren, aquí en Campeche, cuando un compañero está sin recursos y a veces no tiene ni para comer y ustedes lo han vivido, nunca falta el compañero, la compañera, el amigo, el vecino que lo llama y le lleva le comparte de su comida, por muy modesta que sea. Eso en ninguna parte, porque allá son otros los valores.
Aquí nosotros tenemos valores, hay unidad familiar. Los chamacos están ahí en las casas, esa es la fortaleza de México.
Entonces, pues, nosotros vamos a seguir recorriendo el país de esa manera, sin andar pidiendo recursos públicos. Ya empezaron, antier en Morelos se me acercó un periodista, con todo respeto a nuestros amigos periodistas que aquí nos acompañan. Me dice:
“Oiga, es que usted es el consentido del presidente”. Yo no le contesté. Me dice: “Es que usted es el consentido, porque usted dice que son paisanos”. Bueno, pues yo mentiroso no soy. Los dos somos tabasqueños, entonces somos paisanos.
“Sí, pero anda diciendo que es su amigo”. “Ah, bueno, pues, a ver, a mí me nombró secretario de Gobernación, porque soy su amigo, soy su compañero de lucha, confía en mí. ¿Qué querías, que nombrara secretario de Gobernación a Santiago Creel o a Alito Moreno? Pues no, nombra a sus compañeros, a sus amigos.
La última, porque quería, como fuera, hacerme caer. “Ah, pero es que andas diciendo que son hermanos”. “No, le digo, yo presumido no soy. El que me presume es él”.
Se me queda viendo. Le digo: “Sí, cuando me nombró secretario de Gobernación dijo: “He tomado la decisión de nombrar secretario de Gobernación al todavía gobernador de Tabasco, a Adán Augusto López Hernández, que es mi hermano”. Pues, si el que me presumió fue él, yo no. Yo me dejé querer.
Lo que sí, de lo que sí me siento orgulloso es que, yo todo lo que soy, lo que he sido en política y he sido diputado local, diputado federal, senador, gobernador, secretario de Gobernación, todo, se lo debo a Andrés Manuel López Obrador, para mí, él es mi maestro y a los maestros, aquí debe de haber algunos maestros, sobre todo de Hecelchakán.
Hecelchakán es un pueblo bellísimo y destaca por dos cosas, por los maestros, por la escuela Normal y por la mejor cochinita del mundo que está ahí en Hecelchakán.
A los maestros unos les debe gratitud, respeto, agradecimiento, cariño, pero, sobre todo, lealtad, por eso yo les digo, vamos a acompañar al presidente de la República en el último tramo de su camino. No están fáciles las cosas. Seguramente vienen escenarios complicados, pero el presidente ya cumplió.
¿A poco no se dieron cuenta cómo había algunos que decían que estaba loco, que eso del Tren Maya era un sueño? El otro día que vine a Yucatán, se los juro que casi lloré de la emoción.
Yo lo acompañaba cada 15 días, veníamos a hacer la evaluación, de los avances, pero tenía como dos o tres meses que no venía y sí, es una obra excepcional y va a cumplir y en diciembre va a haber Tren Maya en la Península.
Y la refinería, el Transitismo y los programas sociales, los acueductos en el norte, las presas en el norte y el salario mínimo que ya se fue al doble. Ha mantenido estable el precio del gas, de las gasolinas y de la luz, no ha aumentado.
Pero aquí se los digo. No puedo uno comprometer nada, pero he estado soñando y yo creo que Campeche, más temprano que tarde, va a tener la tan ansiada tarifa eléctrica justa, que es lo que se merece. ¿Saben cómo se va a hacer?
Yo conozco una gente que fue gobernador de Tabasco y le costó dos años peleando con la Comisión Federal de Electricidad, pero lo consiguió y en Tabasco hoy hay una tarifa eléctrica justa y Campeche se la merece. No les puedo decir su nombre, porque no me vayan a tijeretear los del INE.
Campeche merece eso y mucho más. Campeche tiene que terminar por integrarse al desarrollo, como el resto del país. Ya estamos en plena transformación en Campeche y ahora, hay que continuarle, porque la Cuarta Transformación no se va a detener.
Que lo escuchen bien los trasnochados aquellos, va a seguir la Cuarta Transformación y aquí entre nos, se me hace que va a seguir soplando el viento del sureste.
Algo que todavía nos queda pendiente, pero depende de ustedes y el año próximo con la participación de ustedes, se va a transformar, se va a reformar el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Porque, desafortunadamente, hoy México es el país donde priva la injusticia, donde la justicia se vende al mejor postor. Aquí están los ferrocarrileros, llevan como 28 años peleando por sus derechos, porque les quitaron algo que era de ellos.
En lugar de obtener una resolución de la Suprema Corte ¿saben dónde está el expediente? Como en el Zócalo del último de los cajones, guardado, porque los ministros no quieren.
Los jubilados maestros cobran la pensión en algo que se llama UMAS. ¿Saben qué sucede? Todos, los que tienen una jubilación, hasta los adultos mayores aumenta, así como va a aumentar 25 por ciento, aumenta ocho, nueve por ciento el salario del burócrata, del trabajador, de cualquier nivel.
De los únicos que no sube la jubilación es de los maestros, porque esas UMAS, descienden, empobrecen al maestro, por eso el maestro ya no quiere jubilarse, porque sabe que va a salir perjudicado.
Pues eso, fue un invento, fue una resolución de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Miren, a ver ¿cuándo han escuchado ustedes que un campesino, un agricultor, un ejidatario de Hecelchakán o de Hopelchén o de Pomuch, o de Calakmul, o de Pugil, Escárcega o de Candelaria le haya ganado un juicio, a un poderoso cuando está defendiendo su parcelita? Nunca.
Los ministros nada más se ocupan de sus 600 mil pesos al mes y la justicia no llega para el pobre, para el oprimido. Platiqué hace un rato, ahí en Ciudad del Carmen, que cuando tomé posesión del gobierno del estado, como el segundo, tercer día ahí en Tabasco, fui al reclusorio. Un reclusorio construido en la misma época que el de aquí, el de Kobén.
Y ahí se me acercaron como 10 o 12, yo pude conversar como con 200, 10 o 12 mínimo ¿Saben qué me decían? Que los ayudáramos, que estaban presos por haberse robado un pavo, una gallinita para comer.
Uno que lo acusaron de que se había robado la red de otro pescador. Eso sí, los delincuentes de cuello blanco, esos lleguen, todos los días a saludar a sus altezas serenísimas, los ministros de la Corte. Ahí ven al Diego Fernández y a todos ellos, traficando con la justicia.
Una maestra, a la que yo quiero, estimo, respeto, escucho mucho. Me dijo el otro día para tu discurso. Mira, me dice:
“En México, Adán Augusto, en México la injusticia es como la serpiente, solamente muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para comprar un par de huaraches, al pobre, al oprimido, al marginado, pero eso tiene que cambiar. Nunca más una injusticia en México.
Ustedes tienen la decisión, porque se va a decidir el próximo año y hay que ir todos a acompañar las propuestas del presidente López Obrador.
Bueno, termino diciéndoles que ya hablamos de todo lo que se ha conseguido en la Cuarta Transformación, pero lo más hermoso de la Cuarta Transformación es ver los rostros de felicidad de los adultos mayores, de los jóvenes, de los sembradores de vida, de todos.
Que sepan, además se los platico, ya viene Salud pública gratuita para todos, a través del IMSS-Bienestar para que el campechano vaya a atenderse donde él quiera. Va a haber salud para todos. Eso es la Cuarta Transformación.
Y lo más hermoso de la Cuarta Transformación ¿saben qué es lo más bello? Se llama la revolución de las conciencias y esa ya, no la van a detener, es irreversible. ¿Saben qué significa la revolución de las conciencias?
Porque a veces tiran diciendo “estos no saben ni qué cosa es”. Apréndanselo: la revolución de las conciencias, eso también me lo enseñó mi maestra, la revolución de las conciencias es distinguir entre lo bueno y lo malo. Entre los buenos y los malos y no se les olvida nunca, que el bien siempre triunfa por encima del mal.
Ya no nos van a volver a vencer. Vamos a seguir adelante, porque ahora, el pueblo manda. Esa es la revolución de las conciencias. Ustedes deciden. Ustedes construyen y vamos para adelante con la Cuarta Transformación.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
¡Y que viva Campeche!
¡Que viva el noble pueblo campechano!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
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