Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Muchas gracias por haberse tomado la molestia de venir esta tarde hasta acá, hasta Coyoacán, porque desde luego que hay compañeras, compañeros que vienen de aquí de Coyoacán, pero también tuve la oportunidad de saludar algunos que vienen de Iztapalapa, por ejemplo. Muchas gracias por acompañarnos.
Algunos que me dijeron que venían de la Benito Juárez, también. Muchas gracias, de verdad y a quienes vienen de otras partes incluso del país y como les dije, pues que se tomaron la molestia de estar aquí acompañándonos esta tarde.
Fíjense que hoy, pues es un día que lo dedicábamos a la Ciudad de México, a Xochimilco, hace unas horas y aquí. Desafortunadamente ya no pude llegar a tiempo Xochimilco, porque el avión que viajábamos desde Villahermosa salió tarde, pero yo quise llegar aquí a Coyoacán, me dijeron que, a las tres de la tarde, pues en respeto a su tiempo, a que ustedes hacen un esfuerzo enorme y nosotros tenemos que respetar su tiempo.
Muchas gracias, de verdad por acompañarnos.
Yo quiero iniciar reconociendo y agradeciendo la presencia, sobre todo de los adultos mayores que hoy nos acompañan, porque los adultos mayores son la base de este movimiento. Sin los adultos mayores, posiblemente el movimiento no hubiese triunfado y ustedes acompañaron durante mucho tiempo a Andrés Manuel López Obrador, en las buenas y en las malas.
Cómo olvidar que, en el 2006, cuando Televisa, los señores del dinero, aquellos que se inventaron esa frase de que Andrés Manuel era un peligro para México, quienes estuvieron ahí, acompañando a Andrés Manuel López Obrador fueron, sobre todo, los adultos mayores.
Todavía no se ha cerrado la herida de ese fraude electoral y yo creo que no cerrará, ni se nos olvidará nunca.
El país ya ha cambiado. Ahora hay, en todo el país, como aquí en la Ciudad de México, pues hay respeto a la libre expresión, a la libre manifestación.
Aquí hoy, todos sabemos que tenemos derecho de opinar lo que nos plazca, de elegir la opción política que queramos y que ya no, más desde el poder habrá fraudes electorales. Se respeta a todos. Se respeta, incluso el que haya una oposición.
Desde luego que, es una oposición pequeña, desarticulada, que no está a la altura de este movimiento, pero es una oposición y eso se vale y se respeta todas esas voces.
Pero ya, seguramente ya el fantasma de un fraude electoral ya quedó totalmente erradicado y ustedes acompañaron a Andrés Manuel López Obrador en el 2006, desde luego a protestar contra el fraude y después, cuando hubo que darle una salida, hubo que encauzar el descontento popular y se levantó el plantón en el Zócalo y en Reforma, los adultos mayores acompañaron a Andrés Manuel López Obrador en su recorrido por todo el país.
Y desde luego que no se olvida, ni se olvidará nunca la mancha de ese fraude electoral, por el cual impusieron a Felipe Calderón, un espurio en la presidencia de la República.
Después, llegó el 2012 y, otra vez, Televisa, los señores del dinero diseñaron, fabricaron a un candidato y lo sentaron en la presidencia de la República, volvieron a torcer una vez más, la voluntad popular. ¿Se acuerdan de que hasta esposa le consiguieron a ese candidato?
Así actúa Televisa y fue, otra vez, volver a empezar. Los adultos mayores de todo el país acompañaron en ese nuevo comienzo a Andrés Manuel López Obrador.
Otra vez a recorrer el país, plaza por plaza, pueblo por pueblo, encontrándose con la gente, comprometiéndose con la gente. En eso, pues tocó ir a defender la educación pública, laica y gratuita, como ahora, que una pandilla de conservadores pretende imponer su voluntad y en connivencia con los jueces, quieren hasta detener la distribución de los libros de texto gratuitos.
Había que defender también, en aquella época a los maestros de México. Nos pasaron encima, impusieron su mayoría e impusieron una mal llamada reforma educativa, que, por cierto, ahora, en este gobierno ya se revirtió.
Nada más para que tengan una idea, un poco más de 875 mil maestros de México ya tienen hoy su basificación y tienen el pleno reconocimiento a su trabajo y a sus derechos.
Y después de eso, la lucha para defender la soberanía energética, al gas, a la electricidad, al petróleo.
Nuevamente, enfrentamos a los mismos, que se sentían amos, dueños de país y que pretendían terminar de entregar nuestro petróleo, la electricidad, el gas.
Eran campañas multimillonarias en la televisión. Se acuerdan cómo en Televisa pasaban un comercial que decía, más o menos así: “México tiene un tesoro enterrado en el fondo de océano y lo vamos a sacar para hacer grande a México y ya va a bajar la gasolina, la luz, el gas y vamos a tener fertilizantes para todos”.
No hicieron ni una cosa, ni la otra. Afortunadamente, la presión popular impidió que entregaran nuestra riqueza y ahora, por primera vez en muchos años, México empieza a recuperar ya la producción petrolera. Ya México, la Comisión Federal de Electricidad es dueña del 57 por ciento de la generación de energía eléctrica en este país.
Antes de que se votara esa mal llamada reforma energética, pues el destino a veces se atraviesa y, en este caso, quiso que a Andrés Manuel López Obrador le diera un infarto y empezaron otra vez.
Lo desaparecían de las pantallas durante años Televisa, pero en esa sí, empezaron otra vez: ahora sí ya de esta no va a poder salir con bien, va a tener que pasársela descansando, porque ese corazón ya no aguanta ni una asoleada. Ya está cansado. Ya está grande, ya son nuevos tiempos, de otra generación para México.
Pero, pues si no conocen al pueblo ¿cómo van a saber de qué tamaño o de qué está hecho el corazón de los tabasqueños? De un tabasqueño como Andrés Manuel López Obrador, mucho menos.
Como en la biblia, 20 días reposó Andrés Manuel entre el hospital y su domicilio y el día 21, como Lázaro, se levantó y se fue nuevamente a caminar nuevamente a caminar con ustedes, a recorrer todo el país y a fundar Morena, que es un partido político. Nuestro partido, el partido de todos, del pueblo de México.
Ustedes, muchos lo acompañamos en ello y ahora sí, la historia siempre tiene un momento trascendental. En el 2018 ni con el fraude electoral, ni Televisa, ni todo el dinero pudo impedir que más de 30 millones de mexicanos llevaran a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República. Ustedes lo consiguieron, porque el triunfo es realmente de ustedes, del pueblo de México.
Lo primero que hizo Andrés Manuel López Obrador fue empezar a cumplir su palabra. En la ciudad era distinto, porque aquí ya había una pensión universal, más o menos desde el 2003, cuando Andrés Manuel fue Jefe de Gobierno.
Sin embargo, cuando llegó a la presidencia, a los tres días, mandó una iniciativa de ley para que, ahora sí, los programas sociales y, sobre todo, la pensión universal para los adultos mayores fuera una hermosa realidad.
Y en enero y febrero del 2019, empezaron los servidores de la nación a levantar casa por casa un censo, porque necesitábamos saber cuántos eran, dónde estaban y quiénes eran los adultos mayores de este país.
Finalmente, a finales de marzo y principios de abril llegó el tan esperado momento, que hubiese justicia y que los adultos mayores recibieran un hermoso reconocimiento a su dignidad, porque eso es la pensión universal para los adultos mayores.
Había, hasta antes del 2019 muchos adultos mayores en este país que no tenían legalmente derecho a una jubilación. Les enumero varios oficios, un chofer de una combi, de un taxi, de un camión de pasaje urbano, un albañil, un peón de albañil, un herrero, un talabartero, un plomero, un panadero, un paletero, un vendedor ambulante, un comerciante, aquel que nos vende algún taco en la esquina, no tenía derecho a una jubilación, mucho menos las amas de casa.
Llegó, entonces, a finales de marzo y principios de abril la convocatoria para que los adultos mayores pasasen a las bibliotecas, a las escuelas, a las oficinas públicas, a las oficinas de Telégrafos, en ocasiones en plazas como estas y recibieran, finalmente, su pensión universal, en reconocimiento a su esfuerzo, a su dedicación, porque aún el más modesto de los mexicanos ha aportado su esfuerzo y hasta su vida, ha dejado su vida para construir el gran país que hoy somos.
Por eso, no es casualidad, porque la pensión universal representa muchas cosas, es un símbolo de un gobierno que cumple, de un presidente que cumple con su palabra, pero también la pensión universal va más allá del simple hecho de que haya una jubilación para el adulto mayor.
Es la pensión universal hasta un símbolo de unidad familiar, porque para hablar con la verdad escuchábamos antes al nieto o al hijo que decía: mi abuelito o mi abuelita es una carga y hay que entenderlos, si a veces con trabajo alcanzaba para la familia pequeña, imagínense lo que representaba mucho estar ayudando al abuelo para que fuese al doctor, para que pudiera comer bien, para que estuviera bien.
Uno pensaba que era una carga, ahora ya no son una carga los adultos mayores. Ahora son el símbolo de la unidad familiar, porque finalmente los adultos mayores de este país tienen dignidad, eso es la pensión universal y eso solamente salió de la cabeza y del corazón de un presidente irrepetible, como es Andrés Manuel López Obrador.
Ahora, pues ya empezaron, otra vez, los de Televisa, los señores del dinero que empiezan a pagar campañas oscuras. Los opositores andan diciendo a los pocos que los escuchan, en honor a la verdad, pues andan diciendo: ahora que ya se va Andrés Manuel López Obrador de la presidencia de la República se va a acabar la pensión universal para los adultos mayores.
Aquí aprovecho y les digo, ya lo dijo el presidente en el Zócalo el primero de julio, cuando lo acompañaos a festejar los cinco años del triunfo de pueblo. Dijo: “Venga quien venga, la pensión universal para los adultos mayores se queda porque es un derecho y es una obligación constitucional”.
Ya salió otro, se los voy a decir en tabasqueños, se los voy a describir, a ver si ustedes adivinan. Es una chachalaca grandota de Guanajuato. Vicente Fox, ya le fue a decir a su candidata, pero lo hizo público, porque con eso de que se le olvidan las cosas, al rato lo iba a negar.
Lo hizo público y le dijo a su candidata que quiere que regrese la pensión para los expresidentes de la República y que desaparezcan todos los programas sociales, incluida la pensión universal para los adultos mayores, porque todos, dijo, “todos los que reciben esos programas son unos…”, desde luego yo no lo voy a repetir, porque sería faltarle el respeto al pueblo de México.
El zángano, el mantenido es él. El pueblo de México es trabajador, laborioso, nuestros jóvenes, las madres solteras, quienes están en Sembrando Vida y desde luego, los adultos mayores.
Yo, pues aprovecho y les propongo que hagamos una encuesta aquí, en esta asamblea informativa, en el entendido de que esta encuesta, pues no la vamos a ver publicada ni en El Universal, ni en el Reforma, ni en La Razón, ni en El Financiero, ni en Televisa, mucho menos en Televisa, porque ahí solamente publican por la paga. Se publican las encuestas para mantenerle el ánimo al que las paga o a la que las paga.
Esta nunca, ni es nuestra aspiración, pero si ustedes me dan permiso, yo voy a ir a todos los rincones de país, ahora ya con esta son 105 asambleas informativas y vamos a complementar, cuando menos 200 antes del 27 de agosto. Allá les voy a decir cuál fue el resultado de la encuesta aquí en Coyoacán para que nos ayuden a difundir.
Mañana en Chetumal, que voy a estar temprano, lo primero que voy a hacer es decirles en la asamblea informativa de ayer en Coyoacán, este fue el resultado.
Entonces, aprovecho para preguntarles, primera pregunta: ¿ustedes quieren que regrese la pensión a los expresidentes de la República? No. Pues, unanimidad por el no.
Ahí va la segunda, nada más escúchenla bien, hasta el final. ¿Están de acuerdo en que continúen los programas sociales y, sobre todo, la pensión universal para los adultos mayores y que intentemos que en el futuro baje la edad de 65 a 63 años? Sí.
A ver no se escuchó esta última respuesta, que lo escuché allá el zángano de Guanajuato. Aquí, el pueblo manda. Así que, se queda, sin ninguna duda la pensión universal para los adultos mayores y todos los programas sociales.
Y si nos aplicamos y hacemos bien las cosas, tengan la seguridad que, en un futuro, no muy lejano, los de 63 años van a tener ya derecho a una jubilación, todas y todos.
Como ya este resultado nos genera mucha alegría, les voy a dar una noticia, nada más que los adultos mayores que se sienten, porque no se me vayan a caer de la emoción.
A ver, señora, una pregunta ¿de cuánto es la pensión universal que ahora reciben los adultos mayores? A ver ¿usted se la sabe? ¿Cómo se llama usted, perdón?
María Eugenia: Soy María Eugenia y es de cuatro mil 800.
Lic. Adán Augusto López Hernández: Doña María Eugenia, nos comunica que es de cuatro mil 800.
Pues, a partir de enero del año próximo, la pensión universal aumenta 25 por ciento, va a ser de seis mil pesos. Tengan para que aprendan.
Esa es una muestra más del cariño, del amor que el presidente le tiene al pueblo de México y a los adultos mayores.
Ayer y hoy en la mañana, citaba un poema de un poeta chiapaneco de los grandes de México, Jaime Sabines que dice: “El amor no se puede callar, ni con palabras, ni con el pensar”. Ahí está el amor del presidente al pueblo de México y amor con amor se paga.
Miren, ya les platiqué, ya les platiqué pues cómo Televisa, porque esto es toda una estrategia encaminada a que Andrés Manuel López Obrador durante años no apareciera en su pantalla, ni en sus noticieros, ni en sus entrevistas, nada. No lo mencionaban para nada.
Pues, yo no sé ahora por qué me temen a mí, porque yo ya no aparezco, desde hace meses en las entrevistas, en los noticieros, en los programas especiales de Televisa.
Pero, en honor a la verdad, a mí Televisa me vale un soberano cacahuate, de esos que venden aquí tostados. A mí no me importa Televisa.
A mí lo que verdaderamente me importa es estar con ustedes y entrevistarme con ustedes, porque eso es lo más valioso que uno puede encontrar en este país.
Aquellos, que se queden con su televisora y con su dinero, nada más que no olviden que la raíz de todos los males es el amor al dinero, que no se les olvide a ellos. A ver, si algún día lo entienden.
Y ya, fíjense cómo actúan, ya me mandaron a un emisario, un amigo al que yo quiero mucho, lo respeto, es mi compañero y nos ayuda mucho, que por aquí andaba hace un rato.
Me alcanzó en Poza Rica el otro día y me dice: “Oye, necesito decirte algo”. “Sí, dime”. “Pues, vengo de emisario”. Le digo: “¿Emisario de quién, si yo no le debo a ningún banco, ni a ninguna tienda de esas?”.
Y me dice: “Ay, hermano, vengo de emisario de los señores de Televisa, de los dueños de Televisa”. Le digo: “Oye ¿esos qué quieren? Oye, hermano ¿qué quieren?”.
“No, pues que te invitan un café, que vayas a sus oficinas y que te invitan un café y que una vez que se tomen el café, ya se va a arreglar todo y ya vas a volver a aparecer en las pantallas de Televisa”. Y le digo: “No, primo hermano, yo soy alérgico al café”.
La verdad es que no lo soy, si ustedes ahorita traen un tinaco de café aquí, nos lo tomamos todos y lo disfrutamos, pero con aquellos nunca, jamás. A nosotros, quienes integramos este movimiento no se nos olvida cuánto Televisa agravió al movimiento.
Desde luego al histórico dirigente de este movimiento. Eso no se olvida. Eso nunca lo van a limpiar, como decía Pellicer, ni con toda el agua de los océanos.
A poco ya se nos olvidó cuando Andrés Manuel y todos diseñaron, inventaron una consigna que decía: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa.
Yo aquí se los digo, con toda franqueza, claro que vamos a seguir organizándonos. Ya les ganamos a Televisa y los vamos a volver a derrotar, de eso no tengan ninguna duda.
¿Saben por qué o vamos a hacer? Porque el pueblo mexicano está unido en torno a un proyecto de nación, a la transformación del país que ya inició.
Por eso aprovecho y les comento, ando desde hace un poco más de un mes recorriendo todo el país en asambleas informativas, como esta, porque nuestro partido nos nombró delegados nacionales y aparte nos pidió que iniciáramos esta serie de asambleas para mantener la unidad del movimiento, pero también para difundir lo que se ha avanzado durante el gobierno del presidente López Obrador y cuál es nuestro proyecto a futuro.
Y puso a nuestra disposición cinco millones de pesos para que con ese dinero pudiéramos tener viáticos, para recorrer todo el país, para pagar los hoteles, para pagar la alimentación, las casetas, la gasolina del vehículo, el equipo de sonido, la carpa o las sillas cuando se requiere en las asambleas informativas; y yo les quiero decir con todo cariño, con toda honestidad, que yo no acepté ese dinero.
Lo rechacé y le pedí al dirigente nacional de mi partido que devolviera el dinero a la Tesorería de la Federación que es como la caja fuerte del gobierno federal y que pedía que ese dinero se utilizara en la remodelación, ampliación, mantenimiento, reconstrucción, construcción o equipamiento de, originalmente plantee dos Centros de Salud, de las comunidades más apartadas de México. La primera, Metlátonoc, Guerrero y la segunda Huayacocotla, en Veracruz.
Pero, ahora ya le pedí que integren tres Centros de Salud en otros tres municipios o comunidades del país, porque nosotros para ir al encuentro de ustedes, no necesitamos ni de recursos públicos, ni de viáticos.
Ustedes conocen a Andrés Manuel desde hace muchos años y yo les pregunto ¿cuándo escucharon ustedes que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos? Nunca.
Aquí en la Ciudad de México es otra condición, pero en todo el país, iniciábamos muy temprano la jornada, a las seis de la mañana, generalmente y terminábamos seis, siete de la noche y nunca faltó la compañera o el compañero que invitara a su casa, por muy modesta que fuera y había, cuando menos un vasito con agua, un poco de frijol y arroz y a lo mejor, una tortilla.
Pero, eso es lo más hermoso del pueblo de México, su bondad, su generosidad, su solidaridad. Eso no lo tiene ningún pueblo del mundo, ni los rusos, ni los chinos, ni los japoneses, ni los alemanes, ni los franceses, ni los italianos, ni los españoles. Ayer me dijo una señora: ni Obama lo tiene, pues, ni los americanos, esos mucho menos lo tienen.
El único pueblo bondadoso, dadivoso, generoso, solidario son ustedes, el pueblo de México. Somos mucho pueblo.
A poco no, cuando sabemos que un compañero, que una compañera, una amiga, un amigo, un paisano, ese día no tiene ni para comer en casa, nunca falta alguien que va y le comparte o lo invita a su mesa y cuando sabemos que hay un enfermo o una enferma, que no tiene para la medicina, allá vamos, allá van las señoras, sobre todo, a la casa a ayudarlas, a compartirles la medicina o hasta un remedio, pero siempre estamos solidarios unos con otros.
Esa es la grandeza del pueblo de México. Eso, nunca nadie, ningún pueblo en el mundo lo va a conseguir, solo nosotros. Esa es la exclusividad más hermosa del mundo, la bondad y la generosidad de los mexicanos.
Y yo, pues voy a seguir recorriendo el país con ustedes, junto a ustedes. Yo aprendí, porque si alguien puede decir que ha acompañado a Andrés Manuel López Obrador durante muchos años, recorriendo el país y no es por presumirlo, pero pues, es aquí su modesto servidor tabasqueño.
Él nos enseñó, entre otras cosas, que es con las tres eses: suela de los zapatos, sudor en las frentes y la saliva, que es la palabra que se compromete y que se cumple, cuando se llega al gobierno.
Entonces, nosotros vamos a continuar haciéndolo de la misma manera, no tengan ninguna duda.
Ayer me reía, porque pues los de Televisa, ya les dije que no me sacan, bueno, si me sacan en una cosa que se llama Las mangas, eso, Mangas del chaleco. Ya no los ve nadie, pero ellos sí la creen.
Entonces, a veces mandan a un compañero reportero o a una compañera reportero y ahí anda viendo por dónde camino, qué hago, si me tropiezo, si alguien me jala, si digo alguna mala palabra.
Ahí andan, al día siguiente o a la semana, no sé cada cuándo lo transmiten, lo sacan. “Ah, este dijo tal cosa y ja, ja”.
Bueno, se acercó a quererme entrevistar y yo vi el logotipo de Televisa y hasta para atrás me hacía ¿no? Le digo: “¿Qué se le ofrece?”.
Me dice: “Oiga, es que usted juega con ventaja”. Le digo: “A ver, explíqueme eso”. “Sí, usted anda por todo el país diciendo que es usted el consentido del presidente”. Le digo: “No, el presidente solamente tiene un consentido y es el pueblo de México”.
Me dice: “Ah, pero es que usted anda diciendo que es su paisano”. Le digo: “Claro que es mi paisano, si yo soy tabasqueño como él. Eso sí tiene una trascendencia, desde luego, pero no es lo importante”.
“Ah, me dice, pero es que usted dice que es su amigo”. “A ver, le digo, el presidente me invitó a ser secretario de Gobernación, porque me conoce desde hace mucho tiempo, porque conozco el país, lo conocí a su lado, porque considera que en los diversos cargos públicos que he ocupado, pues he representado al movimiento con mucha dignidad”.
Le digo: “El presidente nombra a sus compañeros, a sus amigos, a quienes él cree que forman parte del movimiento y que pueden ayudarlo en la tarea. ¿Qué querías, que hubiese nombrado de nuevo secretario de Gobernación a Santiago Creel o a Alito Moreno?”, imagínense, pues no.
La última, me dice: “Ah, pero es que usted anda presumiendo que es su hermano”. Le digo: “No. Yo presumido no soy, pero le voy a decir una cosa, desde luego no lo van a sacar y por eso se los platico. Yo presumido no soy, el que me presume es él”.
Se empezó a reír y le digo que cuando me nombró secretario de Gobernación me dijo, vamos a grabar un video para presentarte. Lo dijo él: “He tomado la decisión de nombrar como secretario de Gobernación al todavía gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, que es mi hermano”. Díganme ustedes ¿quién presume, él o yo? Yo me dejo querer.
Pero lo que sí y eso sí lo presumo y es mi orgullo, es que todo lo que yo sé o todo lo que he sido en política, todo lo que he hecho yo a lo largo de mi vida, se lo debo a él, a un maestro. Yo ya fui diputado local en Tabasco, diputado federal, senador, gobernador, secretario de Gobernación y se lo debo a mi maestro, Andrés Manuel López Obrador, porque él es mi maestro y a los maestros, reconocimiento, afecto, cariño, pero sobre todo lealtad, serle leal al presidente significa lealtad para con ustedes, con el pueblo de México.
Entonces, pues vamos a seguir apoyando y trabajando para que este movimiento continúe, para que la Cuarta Transformación de la vida pública nacional tenga continuidad. No tengan duda, va a haber relevo generacional y va a haber continuidad con cambio en este país.
A provecho también para decirles que ustedes, desde luego, van a tener en sus manos la decisión fundamental, pero que el año próximo se va a reformar el Poder Judicial y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Porque ese es el gran pendiente de México. En México, desafortunadamente la justicia se vende al mejor postor, los jueces, los magistrados, los ministros son como los mercaderes del templo y si no actuamos, si no los cambiamos, es capaz que terminan vendiendo hasta las estatuas que hay en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
México es un país, desafortunadamente, carcomido por tanta injusticia y aquí aprovecho para platicarles. Una maestra, a la que yo quiero, admiro, respeto, escucho mucho, porque me aconseja. Me dijo: “Adán Augusto, en México, la injusticia es como la serpiente solo muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para un par de huaraches, a los pobres, a los oprimidos, a los marginados”.
Y tiene toda la razón. ¿Cuándo han escuchado ustedes que un humilde agricultor, campesino o ejidatario le haya ganado un juicio a un rico, a un poderoso en defensa de pedazo de tierra? Nunca. Estos son insaciables, entre más tienen, más quieren, así tengan que pisotear al pueblo de México.
Por eso tiene que haber esa reforma, ustedes son la parte fundamental, porque va a ser su decisión. Ustedes tendrán nada más que aprobar. Ustedes son los que van a cambiar la historia de este país llena de tanta injusticia.
Aprovecho para contarles, ahora ya empezaron una campaña para que no se distribuyan los libros de texto gratuitos, los conservadores de siempre. ¿A poco una jueza tiene el poder para detener un proyecto educativo que hemos construido y pensado más de 31 millones de mexicanos? Claro que no. Ni un magistrado, ni un puñado de ministros. Actúan nada más de manera facciosa, atendiendo a otros intereses.
Ya quisieron hacer lo mismo, porque todo es una estrategia para hacer tropezar al presidente Andrés Manuel López Obrador y que se derrumbe, según ellos, este proyecto de nación.
No pudieron con el Aeropuerto Felipe Ángeles. No pudieron detener el Tren Maya. No pudieron detener la construcción de una refinería. No pudieron detener el Transístmico, que es un sueño de más de 50 años de los mexicanos y tampoco pudieron, y lo intentaron, detener los programas sociales y no van a detener tampoco ahora, que este proyecto educativo se consolide.
Va a haber libros de texto gratuitos para todas las niñas y niños de México, porque en defensa de la educación, pública, laica y gratuita no puede haber ni un paso atrás.
Porque, además, este proyecto educativo que es de ustedes, que es de la inmensa mayoría del pueblo de México, forma parte de algo más hermoso que es lo que consiguió el pueblo y el presidente, es la revolución de las conciencias. Esa ya no la detiene nadie.
La misma maestra me dijo algo: “Mira, revolución de las conciencias significa distinguir entre o bueno y lo malo. Entre los buenos y los malos y que no se nos olvide nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal”.
Termino dándoles una buena noticia, somos muchas más, muchos millones de mexicanos que somos el pueblo bueno.
Ustedes mandan, ustedes deciden y por eso el pueblo bueno, va a triunfar y va a continuar la revolución de las conciencias y la Cuarta Transformación de la vida pública nacional.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes por habernos acompañado esta tarde.
¡Que viva Coyoacán!
¡Que viva el hermoso pueblo de la Ciudad de México!
¡Que viva la Ciudad de México!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
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