Muy buenos días a todas y a todos.
Me da mucho gusto estar aquí, una vez más en esta hermosa ciudad capital del no menos hermoso estado de Quintana, en Chetumal.
Muchas gracias por acompañarnos esta mañana.
Y quisimos estar aquí en Chetumal, porque hace unos días venimos a la región sur del estado y para nosotros, esta región del estado de Quintana Roo es muy importante. Es muy importante, porque aquí, y no es reclamo, casi históricamente ha habido mucha marginación, mucho olvido, mucha pobreza.
Chetumal ahora es parte del proceso de Quintana Roo, todo el municipio de Othón P. Blanco, los municipios cercanos como Carrillo Puerto y se inicia ya, porque esa fue una atinada decisión del presidente de la República, que nuevamente se considera a Chetumal como una zona libre.
Ahí va, porque no es fácil generar las condiciones y, sobre todo, hay mucho interés y hay quienes no quisieran que esta zona del país, esta región de Quintana Roo pueda seguir, pueda salir adelante.
Han sido, como les dije, décadas de marginación, de olvido: se privilegió el desarrollo y el apoyar a la zona norte del estado y eso se vale, pero sí se privilegió por las riquezas naturales y porque la zona norte del estado es una región atractiva para el turismo, yo les diría que es tan o más hermoso el sur que el norte, que no se nos olvide nunca.
Por eso, yo aquí vengo a reiterarles, no tengan ninguna duda: el sur va a salir adelante y se va a integrar plenamente al desarrollo.
Ahora, gracias a la generosidad, al hecho de que el presidente de la República cumplió su palabra, ya existen los programas sociales en todo el país, pero particularmente en Quintana Roo.
Aquí, hoy 87 mil adultos mayores reciben ya una pensión universal, casi 90 mil jóvenes, niños tienen acceso a una Beca Benito Juárez.
Primordialmente en el sur, en todo el estado de Quintana hay ya 10 mil Sembradores de Vida que día a día van y trabajan su tierra y hay mucho programa social.
Ahora bien, se necesita que haya más infraestructura, que haya acceso, que es un sueño que está construyendo el presidente, a través del IMSS Bienestar, que haya acceso a la salud pública de manera universal y de manera gratuita, que haya médicos y medicinas para todos, en Quintana Roo y especialmente, aquí en el sur del estado.
Yo aprovecho para agradecer la presencia y la participación, el entusiasmo de los adultos mayores que hoy nos acompañan, porque los adultos mayores son la base de este movimiento.
Desde el origen del movimiento, cuando Andrés Manuel López Obrador iniciaba su recorrido por el país, siempre estuvieron acompañando los adultos mayores.
Y cuando en el 2006, Televisa, los señores del dinero no nada más lo difuminaron, lo desaparecieron, lo borraron de las pantallas de televisión comenzaron una campaña que ustedes recuerdan. Decían: “Andrés Manuel López Obrador es un peligro para México”, con un objetivo, de robarle la presidencia de la República, como lo hicieron en el 2006.
Le robaron la presidencia en el fraude electoral más escandaloso en la historia de México y posiblemente del mundo e impusieron a Felipe Calderón, un espurio en la presidencia de la República.
Y cuando todos pensaban que ya Andrés Manuel se iba a retirar, ustedes, los adultos mayores lo acompañaron y lo animaron a seguir adelante y lo acompañaron recorriendo el país.
Después, otra vez, Televisa, otra vez los señores del dinero que se creían amos y señores de México. Llegó el 2012, ahora, fraude, pero de otra manera. Diseñaron, fabricaron, dibujaron a un candidato y lo sentaron en la presidencia de la República. ¿Se acuerdan de que hasta esposa le consiguieron?
Así actúan, de esa manera actúa Televisa y otra vez, dijeron: este ya no, pues ¿qué creen? Ustedes que son del sureste de México, ustedes sí saben de madera y saben de qué madera estamos hechos los hombres y mujeres del sureste. No nos doblamos por nada, ni ante la peor de las adversidades.
Otra vez, se puso a recorrer el país junto con todos ustedes, a defender la riqueza energética de México, el petróleo, el gas, la electricidad y se evitó que la entregaran a los extranjeros.
Entonces, viene, aparece el destino y le da un infarto a Andrés Manuel López Obrador. Televisa se llenaba la boca diciendo: no, ya este se retira. Ya está grande, ya no va a poder caminar, ya no le puede dar el sol.
Y, pues ¿qué creen? 20 días reposó Andrés Manuel entre el hospital y entre su casa y al día 21, como Lázaro, se levantó y anduvo y se puso a recorrer nuevamente el país, junto con ustedes.
Llegó el 2018, julio del 2018 el movimiento popular fue imparable, ahora sí, ni con todo el fraude, ni con todo el dinero del mundo pudieron evitar que más de 30 millones de mexicanos llevaran a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de la República.
¿Qué creen que fue lo primero que hizo Andrés Manuel cuando llegó, cuando tomó posesión de la presidencia? Acordarse del compromiso. Mandó una iniciativa para que se hiciera ley la pensión universal para los adultos mayores y para que existieran los programas sociales en todo el país.
Y enero y febrero de 2019, los servidores de la nación, que son anónimos héroes de la Cuarta Transformación, con su chaleco guinda, fueron a recorrer todas las casas del país, preguntando, haciendo un censo, porque necesitábamos saber cuántos eran, quiénes eran y dónde eran los adultos mayores.
A finales de marzo, principios de abril, aquí en el malecón de Chetumal, en las plazas públicas, en las bibliotecas, en las escuelas, en las oficinas de gobierno y, sobre todo, en las oficinas de telégrafos, finalmente, llegó lo que tanto habíamos ansiado los mexicanos, que los adultos mayores tuviesen una pensión digna.
Ahora sí, hay justicia social y los adultos mayores recuperan su dignidad. Ahora sí, un bolero, un pescador, un afanador, una ama de casa, un peluquero, un panadero, un albañil, un peón de albañil, la señora que vende comida en las calles, los comerciantes ambulantes, todos los adultos mayores de este país tienen ya derecho a una pensión universal, que dignifica su esencia, su ser.
Eso es la generosidad del presidente de la República, por eso, ahora que ya se acerca el tiempo electoral, ya empezaron los mismos de siempre, Televisa, los políticos corruptos, los que se asumen como dirigentes de oposición y andan diciendo, escuchen bien. Andan diciendo: ahora que ya se va Andrés Manuel de la presidencia de la República, se va a terminar la pensión universal para los adultos mayores.
Pues, yo aquí se los repito a ustedes, porque el presidente ya lo dijo el primero de julio en el zócalo, ahora que fuimos con él a festejar los cinco años de este histórico triunfo del pueblo de México. Dijo: “Venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es un derecho, pero es una obligación constitucional”.
No conformes con eso, ahí anda otro, a ver si ustedes lo identifican, es una chachalaca grandota de allá de Guanajuato. Ese ¿cómo se llama? Vicente Fox, anda diciendo, lo bueno es que lo hizo público, lo publicó, lo escribió, andan diciendo, fíjense bien, le anda diciendo a su candidata: queremos que regrese la pensión para los expresidentes de la República y que desaparezcan todos los programas sociales, hasta el de los adultos mayores.
Y puso: “porque esos que reciben los programas sociales son unos…”, pero yo no lo voy a repetir, porque ustedes merecen todo nuestro respeto. Ustedes son pueblo trabajador, noble, dedicado y comprometido. Así que, el zángano es él. El vividor es él. El bueno para nada es él.
Aquí vamos a aprovechar, al rato les voy a decir cuál fue el resultado de la última encuesta, pero vamos a hacer aquí en Chetumal, aquí bajo la brisa de este hermoso malecón, vamos a hacer una encuesta. ¿Están de acuerdo?
Eso sí, por ahí andan los reporteros. Les comento que esta encuesta no la van a ver publicada ni en El Universal, ni en el Reforma, ni en El Financiero, ni en El Economista, mucho menos en Televisa, porque ahí las encuestas que se publican, se publican por la paga.
Se publica para que suene la caja registradora de estos ambiciosos. Se llaman encuestas anímicas, porque para lo único que sirven es mantenerle el ánimo a quienes la pagaron para que aparezcan arriba, al que las paga o a la que las paga.
Así que, no esperemos que las publiquen, ni queremos, porque el resultado, yo mismo me voy a encargar de decirle a todo el pueblo de México, en las asambleas informativas qué decidió Chetumal.
A ver, yo les pregunto ¿ustedes quieren que regrese la pensión de los expresidentes de la República? No.
A ver, la segunda pregunta, pero me esperan a que yo la termine de elaborar, porque yo, como buen tabasqueño, pues hablo despacito. El hablar rápido no es una de nuestras fortalezas. Nosotros despacito, despacito hablamos.
A ver ¿ustedes quieren que continúe la pensión universal para los adultos mayores y los programas sociales y que, en el caso de la pensión universal para adultos mayores, intentemos bajar la edad de 65 a 63 años? Sí. Casi no se escucha. Sí.
Que lo escuche Fox, allá en Guanajuato, que se vaya poniendo a trabajar, porque ya no va a haber para su cocol. No al cocol para Fox.
Miren, ya que estamos contentos, porque la verdad es que el mar, el sol, la brisa, nos hace la vida más alegre a todos.
Les tengo una buena noticia, nada más que, háganme un favor, ayúdennos a que los adultos mayores que nos acompañan aquí hoy estén sentados, porque yo no quiero que se nos vayan a caer de la emoción.
A ver, ¿cómo se llama?
Pobladora: No tengo pensión y estoy con ustedes.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿Por qué no tiene la pensión?
Pobladora: Hace un año que la estoy buscando y no he podido.
Lic. Adán Augusto López Hernández: No se preocupe, ahorita lo vemos. Yo le voy a ayudar.
Y usted ¿cómo se llama usted?
Mirta: Me llamo Mirta.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿Usted sí recibe su pensión?
Tampoco, a ver, las que tengan más de 65 años y no reciben su pensión. Levanten la mano.
A ver ¿dónde está William Ferrer? Ven, estaba tomándose un agua de horchata en la sombra, así no se construye el país. Ven.
Les quiero pedir algo, porque ya me di cuenta de que es una constante aquí. El señor se va a quedar aquí en Chetumal ahora y al término del evento, ve por una libreta. Necesito que anote el nombre, el lugar donde viven y el teléfono de cada uno de ustedes y yo me voy a encargar de que, quienes tengan 65 años puedan estar integrados ya en la pensión. Yo voy a hacer la gestión.
Espérenme al final y ahorita lo vamos a trabajar.
Aquí todavía hay injusticias ¿usted ya cobra su pensión? Está en trámite. ¿Quién cobra pensión aquí de los presentes? Usted cobra. ¿Cómo se llama usted?
Alberta López Bolaños: Soy Alberto López Bolaños.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿Dónde vive?
Alberta López Bolaños: En Pucté.
Lic. Adán Augusto López Hernández: Doña Alberta López Bolaños de Pucté.
A ver, doña Alberta, díganos usted ¿de cuánto es la pensión universal que usted recibe?
Alberta López Bolaños: Cuatro mil ochocientos pesos.
Lic. Adán Augusto López Hernández: Pues, escúchenlo bien, a partir de enero del próximo año, dentro de unos meses, aumenta 25 por ciento, va a ser de seis mil pesos.
Eso es querer al pueblo y a los adultos mayores, como dijo Andrés Manuel, es amor del bueno. Es amor al pueblo. Y como dice un poeta chiapaneco, dice: “El amor no se puede decir ni con palabras, ni con silencios”. Amor con amor se paga.
Ahora, ya les platiqué todo lo que Televisa le hizo durante décadas a Andrés Manuel López Obrador y yo no sé cuál será el temor, pero ya conmigo, ya hacen lo mismo. A mí no me sacan ni en los noticieros, ni en las entrevistas de Televisa.
Cuando era yo secretario de Gobernación y me tocó cubrir al presidente de la República, porque se había enfermado de COVID, pues yo conducía las conferencias de las mañanas. En la noche, ya nada más por morbo, prendía yo la televisión. Decían: “El gobierno de México informó…”, pero no decían quién había informado. Así actúan.
Entonces, a mí no me sacan ni en las entrevistas, ni en los programas especiales, ni en los noticieros de Televisa, pero aquí, se los digo de frente: a mí, Televisa me vale un soberano cacahuate. No me importa Televisa. No me interesa.
A mí, lo que me interesa es venir aquí a Chetumal y entrevistarme con ustedes y andar por todo el país, porque esa es la única entrevista que vale, entrevistarse con el pueblo.
Ahora, ya me mandaron a un amigo, a un compañero al que yo quiero mucho. Fíjense, fue hasta Poza Rica a alcanzarme y me dice: “Oye, vengo de emisario”. Le digo: “¿Emisario de quién, si yo no le debo a ningún banco, ni a Coppel, nada de eso?”.
Me dice: “No, emisario de los señores de Televisa, de los dueños de Televisa”. “Ay, hermano, le digo, ¿y esos qué quieren?”. “Que te invitan un café, que vayas a sus oficinas y que te invitan un café y que ya con eso se va a solucionar todo, ya vas a aparecer en las pantallas”.
Le digo: “No, yo soy alérgico al café. No tomo café”. En realidad, tomo café, tomo pozol, agua de lima, pero con ellos, nunca, jamás.
Con ustedes, si aquí hubiera un tinaco de café, mi cafecito, como decimos, aquí nos lo echábamos entre todos, pero con ellos, nada. Capaz que voy a las oficinas de Televisa y se roban hasta el Santo Niño de Atocha que siempre traigo en la bolsa, porque son insaciables los de Televisa. Aquí se van a topar con pared, ese es nuestro compromiso.
Ahora que andamos recorriendo el país y somos delegados nacionales, el partido nos asignó cinco millones de pesos para viáticos.
Yo no los acepté, los rechacé y pedí que ese dinero se destine a la reconstrucción, ampliación, remodelación o equipamiento de, primero de dos, ya aumentó, van a ser cinco hospitales, cinco Centros de Salud en las comunidades más apartadas, más olvidadas de nuestro país.
Para eso debe de utilizarse el dinero, porque ustedes conocen bien a Andrés Manuel López Obrador, lo han acompañado durante años. Díganme ustedes ¿cuándo escucharon que Andrés Manuel López Obrador pidiera dinero para viáticos? Nunca.
Yo lo he acompañado durante muchos años por todo el país, la jornada iniciaba a las seis, siete de la mañana y terminaba seis, siete de la noche y nunca faltó, escúchenlo bien, nunca faltó una compañera, un compañero que invitara a su casa en la noche y siempre había un vasito con agua. Cuando veníamos acá por Chetumal y era temporada de pitaya, hasta agua de pitaya había.
Nunca faltó un plato de frijol, de arroz y si había suerte y era en una costa, hasta a lo mejor, hasta un pescadito frito. Nunca faltó.
Porque eso es lo más hermoso del pueblo de México, su nobleza, su generosidad, su bondad, su solidaridad. Eso no lo tiene ningún pueblo del mundo, ni los rusos, ni los chinos, ni los japoneses, ni los franceses, ni los alemanes, ni los italianos, ni los españoles. Me dijo una señora antier: ni Obama lo tiene. Ni los americanos, esos mucho menos. Nobleza, bondad y generosidad la de ustedes, la del pueblo de México.
Aquí, en México, que no lo hacen en ningún otro país del mundo, si vemos que nuestro vecino, amigo, hermano, compañero ese día no tiene ni para comer en caso, vamos y le compartimos de lo poco que nosotros tengamos, pero se comparte el plato y se come todo, comen todo.
Cuando sabemos que una amiga, un amigo está enfermo en casa y no tiene ni para la medicina, nunca falta la compañera que va a la casa, se pasa la tarde, el día con ella. Le lleva una medicina, incluso, eso es todavía más hermoso, le comparte un remedio casero. Eso somos los mexicanos y eso nunca lo vamos a cambiar.
Esa es nuestra esencia, eso es lo que nos identifica, por eso, pues yo voy a seguir recorriendo el país, sin utilizar esos famosos viáticos. Solamente siguiendo el ejemplo de Andrés que nos dijo, son tres eses: suela de los zapatos, sudor en la frente y aquí en Chetumal, se suda, y saliva, que es la palabra que se compromete, porque es la palabra que se va a cumplir.
Como saben que yo ando recorriendo el país, ayer, antier, me mandaron un reportero. Ahorita, me lo quisieron preguntar algunos aquí, pero yo ya no caigo en su juego.
Me dice ese reportero: “Andan diciendo que no hay piso parejo, porque usted juega con ventaja, porque es el consentido del Presidente”. Le digo: “No, hermano, consentido del presidente solamente hay uno y es el pueblo de México sin distinción”.
Me dice: “Ah, pero es que usted anda por todos lados diciendo que es su paisano el presidente”. Le digo: “Yo no miento, sí somos paisanos y los dos nacimos en Tabasco. Somos tabasqueños”.
A fuerza quería sacar y me dice: “Ah, pero andas diciendo que son amigos, que es tu amigo”. “No, tampoco miento. A ver, a mí me nombró secretario de Gobernación y nombras, un Presidente nombra como funcionario a la gente que conoce, a la que le tiene confianza, a la que la ha visto actuar a lo largo de su vida pública, a un compañero o compañera del movimiento. ¿Qué querías, que nombrara a Félix González o a Santiago Creel de secretario de Gobernación, o a Borge?”.
Me dice: “Ah, es que tú andas presumiendo que es tu hermano”. Le digo: “No, yo no soy presuntuoso”. “¿Por qué lo dices?”. “Ah, porque el que dijo en un video que grabamos, cuando me nombró Secretario de Gobernación, el presidente dijo: ‘He decido nombrar como secretario de Gobernación a Adán Augusto López Hernández, todavía gobernador de Tabasco, que es mi hermano”. Él es el que lo dijo. Él es el que me presumió”. Yo, pues me dejo querer.
Lo que sí, aquí en Chetumal yo no lo voy a esconder, lo que sí es que, todo lo que soy, he sido y lo poco que puedo saber de política, lo aprendí con un maestro. Yo recorrí con él país incansablemente y por él yo fui diputado local, diputado federal, senador, gobernador de Tabasco, secretario de Gobernación.
Mi maestro se llama Andrés Manuel López Obrador. Es mi maestro y al maestro, uno le debe lealtad, cariño, reconocimiento, pero sobre todo lealtad y no tengan ninguna duda. Yo no tengo derecho a fallar, siempre voy a estar ahí acompañando y apoyando a Andrés Manuel López Obrador junto con todos ustedes.
Ahora, hay que prepararnos, porque el año próximo se va a reformar el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Ya basta de tanta injusticia en nuestro país.
Una maestra, a la que yo quiero, admiro, respeto mucho, escucho mucho, me aconseja, me enseñó algo que es hermoso y se los voy a compartir.
Me dijo: “Adán Augusto, en México, la injusticia es como la culebra, como la serpiente, solo muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para un par de huaraches, a los pobres, a los marginados, a los oprimidos de siempre”. Y tiene toda la razón.
A ver ¿cuándo han escuchado ustedes que un humilde campesino, agricultor, ejidatario, de Carlos A. Madrazo, de cualquiera de los ejidos o comunidades por aquí, le haya ganado un juicio a un rico, a un poderoso? Nunca.
Miren, la historia de Quintana Roo está llena de tanta injusticia. ¿A poco no sabemos que los ricos, los poderosos, se quedaron a la mala con mucho territorio de la zona preciosa cerca de Cancún, Islas Mujeres? Eso no se nos olvida. Les arrebataron su patrimonio a humildes campesinos y ejidatarios.
¿Saben quiénes se los validaron? Los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Tiene que terminar tanta injusticia en este país. No puede haber un ministro de la Corte que gane 600 mil pesos, cuando un humilde obrero de aquí de Othón P. Blanco, apenas si gana siete mil pesos al mes.
Eso se tiene que terminar. Tiene que haber un México justo, un México de todos y para todos. Nunca más una injusticia.
Pero para ello, se necesita la participación de ustedes. El año próximo, ustedes van a tener la decisión en sus manos y es la hora de apoyar en eso a Andrés Manuel López Obrador, el presidente de la transformación, porque él, junto con ustedes ha construido lo más hermoso de la transformación de nuestro México, que se llama la revolución de las conciencias y esa ya no la va a detener nada.
Esa misma maestra me enseñó: “Revolución de las conciencias significa distinguir entre lo bueno y lo malo. Entre los buenos y los malos y que no se te olvide nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal” y ya ganamos, ya los derrotamos.
Hoy somos muchos, muchos millones más, el pueblo bueno de México. Ustedes mandan, ustedes deciden.
Vamos, pues, para adelante acompañar al presidente de la República en el último tramo de su gobierno y a seguir construyendo, desde la esperanza, la hermosa realidad del pueblo de México.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
¡Que viva Chetumal!
¡Que viva el municipio de Othón P. Blanco!
¡Qué viva el sur de Quintana Roo!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
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