Muy buenas tardes a todas y a todos ustedes.
Estar aquí en Monterrey para mí reviste una particular emoción. A mí no se me olvida nunca que el año pasado, el 11 de julio, 12 de julio del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador me dio la instrucción: vete a Monterrey.
Vine con compañeras y compañeros entrañables y me dijo: “Tienes que ayudar a Monterrey, a Nuevo León, tiene que resolverse el problema del agua potable”. Y hoy es motivo de orgullo decirles: cumplimos.
Gracias a ustedes, cuando todos decían: se va a incendiar Monterrey, va a estallar la violencia, porque no son capaces de garantizar agua para las colonias de la zona metropolitana de Monterrey, para Escobedo, para García, para Guadalupe, para toda zona metropolitana de Monterrey, nosotros demostramos que sí era posible soñar y que sí se podía conseguir.
Hoy, con orgullo les digo: claro que el presidente quiere a Monterrey y quiere a Nuevo León, por eso el acueducto es una realidad, que no haya más preocupación por la falta de agua potable en Monterrey.
Hay agua potable garantizada, cuando menos para los próximos 10 años, pero les digo un secreto. Yo estoy seguro de que la Cuarta Transformación de la vida pública nacional va a continuar y que vamos a ir más allá de un acueducto de El Cuchillo hacia Monterrey.
Tenemos que garantizar para todas y para todos, que no quede ninguna duda que Monterrey, que los habitantes de Monterrey y de Nuevo León, que son pueblo noble, decidido, trabajador, ejemplo para muchos de nosotros en todo el país, van a seguir haciendo posible el sueño de que Nuevo León crezca, que Monterrey crezca y que cada día haya mayores condiciones de igualdad para todos, lo merecen sus hijos y las generaciones que vienen.
¡Que sea por el bien de Monterrey, por el bien de Nuevo León!
Aquí, yo quiero agradecer a todos y a cada uno de ustedes que se hayan tomado la molestia de venir a acompañarnos, pero quiero también, de manera muy especial, porque ellos nos apoyan decididamente, nos acompañan a todos los integrantes del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
¡Que vivan los petroleros de México!
¡De la sección 40, de la 49, de la 36!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes por acompañarnos y también, desde luego agradezco a los maestros que hoy nos acompañan.
Fíjense, yo del presidente de la República he recibido muchas enseñanzas, pero la que no se me va a olvidar nunca, dos son las que no se me van a olvidar nunca. Primero, cuando me dijo: “Tienes que aplicarte, porque hay que dignificar el trabajo de los maestros de México” y hoy, 875 mil maestros en todo el país han sido basificados y seguramente vamos por más.
También, a mí me tocó conducir el proceso de renovación sindical del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana y son ejemplo, porque nunca antes se había electo una dirigencia nacional con el voto secreto, libre y directo de ustedes, de los Trabajadores Petroleros de la República Mexicana.
Ahora, toca seguir caminando junto para tener mejores condiciones laborales para ustedes que están dispuestos a todos para salvar a nuestra empresa, a la empresa del pueblo: Petróleos Mexicanos.
Aquí también quiero agradecer de manera muy especial, la presencia de todos los adultos mayores que nos acompañan aquí esta tarde, porque los adultos mayores de este país son la base de este movimiento.
Cuando nadie creía que construir que este sueño era posible, los adultos mayores de este país estuvieron presentes. En el 2006, cuando Televisa y los señores del dinero intentaron cortar la esperanza de este hermoso pueblo, ahí estaban los adultos mayores.
Le robaron la presidencia de la República en el 2006 con el fraude electoral más escandaloso en la historia de México y cuando muchos pensaron que Andrés Manuel López Obrador era de esos que se iban a doblar a la primera, ustedes lo apoyaron, lo confortaron y caminaron junto con él e hicieron posible esta realidad. Por eso lo acompañamos en el Zócalo, lo acompañamos en Reforma. Ahí estaba los adultos mayores.
Y cuando hubo que encauzar el movimiento y ponerse a recorrer todo el país, así como hoy nos acompañan los habitantes de García, así acompañaron los adultos mayores a Andrés Manuel López Obrador.
Después, mientras Televisa se empeñaba en desaparecerlo de las pantallas de televisión y mientras los ricos, los poderosos, los que se creían amos y dueños de México decían que Andrés Manuel era un peligro para México, ustedes ahí recorrieron incansablemente, junto con él todo el país.
Llegó el 2012 y otra vez, los mismos de siempre se impusieron a la mala. Televisa diseñó, fabricó a un candidato y lo sentó en la presidencia de la República.
Y otra vez, el pueblo y Andrés Manuel López Obrador incansables, recorriendo el país, pueblo por pueblo, plaza por plaza, a seguir soñando, a seguir construyendo, porque este sueño tenía que hacerse posible un día. Era un sueño de justicia, de búsqueda de justicia, de búsqueda de dignidad y de búsqueda de reconocimiento al esfuerzo del pueblo de México.
Llegó el 2018 y ahí sí, ya fue imparable la ola popular, más de 30 millones de mexicanos llegaron a la presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador. Ustedes lo hicieron posible.
Ahora sí, una vez que llegó a la presidencia de la República ¿saben qué fue lo primero que hizo Andrés Manuel López Obrador? Presentar una iniciativa de ley para que se hiciera realidad en todo el país la pensión universal para los adultos mayores.
En todos los rincones del país instruyó para que en enero y febrero del 2019, los servidores de la nación, que son los héroes anónimos de la Cuarta Transformación fueran a todas las casas del país, había que hacer un censo para saber cuántos eran, dónde estaban y quiénes eran los adultos mayores de este país, porque en marzo y en abril, finalmente fue la cita con la historia.
Nunca antes un carpintero, un herrero, un afanador, un talabartero, un bolero, un zapatero, un ama de casa había tenido derecho a una jubilación, a una pensión digna en este país.
Se hizo realidad esa esperanza. Se hizo posible ese sueño y los adultos mayores de todo el país empezaron a recibir su jubilación, su pensión digna.
Y miren, cómo es la vida de caprichosa.
¡Arriba García!
Miren, desde aquí yo aprovecho, antes de continuar, quiero mandarle un abrazo afectuoso a un amigo al que yo estimo y respeto mucho, al alcalde de García, Carlos Guevara. Muchas gracias, Carlos.
Entonces, miren, otra vez la politiquería. ¿Qué creen? Pues, ya otra vez empezaron los mismos de siempre, Televisa, los señores del dinero, los que nunca han querido a este movimiento.
Ya empezaron, andan diciendo, escúchenlo bien: ahora que ya se va Andrés Manuel de la presidencia de la República se va a acabar la pensión universal para los adultos mayores.
Y yo aquí, en Monterrey, en el corazón del mundo, esto es una reverenda mentira. Ya el presidente lo dijo, el primero de julio en el Zócalo, ahora que lo acompañamos a festejar los cinco años del histórico triunfo, dijo: “Venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es una obligación y un derecho constitucional”.
Y ya empezaron otros, ya empezó otro, lo voy a llamar por su nombre y apellido, porque después se ofende, por eso no le quiero decir que es una chachalaca.
Se llama Vicente Fox, ya le fue a decir a su candidata, lo bueno es que lo hizo público. Miren, lo que le dijo, dos cosas: que quiere que regrese la pensión para los expresidentes de la República y que desaparezca, el colmo del absurdo, que desaparezcan los programas sociales, incluida la pensión universal para los adultos mayores.
Porque dice él que “todos los que la reciben son unos…”, pero yo no voy a usar ese calificativo, porque los tabasqueños tenemos muchos defectos, pero no somos groseros y menos con ustedes que son pueblo trabajador, dedicado, entregado.
Escúchenlo bien, el zángano, el vividor, el mantenido es él. Ustedes son pueblo y nuestros adultos mayores, pueblo trabajador, entregado que ha construido este gran país.
Y ya que estamos aquí en este hermoso escenario, en esta fresca tarde de Monterrey, yo aprovecho, qué les parece que hagamos una encuesta.
Nada más sí les aviso, esta encuesta no va a salir publicada ni en El Universal, ni en el Reforma, ni en El Financiero, ni en El Economista, ni en El Norte, ni en Televisa y muchos en Latinus, ahí, escúchenlo bien, se publican bajo paga las encuestas anímicas.
¿Por qué les digo que anímicas? Porque sirven para levantarle el ánimo a la que las paga o al que las paga. El pueblo dice otra cosa y yo me voy a encargar, ahora que ando recorriendo por todo el país de decirle cuál fue la decisión del pueblo de Monterrey, del pueblo de Nuevo León.
Y a ver, primera pregunta. ¿Ustedes están de acuerdo con que regrese la pensión de los expresidentes de la República? No.
A ver, allá por el Center Field, no les escucho. No. Pues, qué se me hace que ya se amoló Vicente Fox y flojos que lo acompañan. Se va a quedar sin su cocol, Vicente Fox, que se ponga a trabajar, a ver si así deja de andarse quejando.
Segunda pregunta. ¿Ustedes están de acuerdo con que se quede la pensión universal para adultos mayores? No, pues ya hubo unanimidad. Ustedes mandan. Ustedes deciden.
Ya entrado en la emoción del momento, a ver les tengo una buena noticia. A ver, venga señora. ¿Cómo se llama usted?
Juana María Martínez: Soy Juana María Martínez.
Adán Augusto López Hernández (AALH): ¿De dónde usted? ¿De García?
Juana María Martínez: Soy de García.
AALH: Ah, mire.
A ver, doña Juana María ¿de cuánto es la pensión universal que usted recibe?
Juana María Martínez: Cuatro mil 800.
AALH: Bueno, hágame un favor. Siéntese, no se me vaya a caer de la emoción. Ayúdeme usted y deténgala.
Bueno, pues les tengo una buena noticia a usted y a todas y todos los adultos mayores. A partir de enero del próximo año, la pensión universal aumenta 25 por ciento. Va a ser de seis mil pesos. Tengan para que aprendan.
Miren ¿saben qué es eso? ¿Qué significa? Es el amor del presidente al pueblo y del pueblo al presidente.
Eso que no les quede ninguna duda. Ahora que he andado recorriendo el país, en San Cristóbal alguien me enseñó una poesía de Jaime Sabines, a propósito del amor del presidente y el pueblo. Me dijo: “Mira, el amor no se dice con nada. Ni con palabra, ni con callar”. El presidente no presume el amor con su pueblo, pero ahí está vigente, por eso, amor con amor se paga.
Por eso vamos a seguir juntos construyendo este gran país. Miren, ya les platiqué hace rato, cómo durante años, décadas, Televisa se encargó, se dedicó nada más a denostar y a desaparecer de las pantallas al hoy presidente de la República, durante años.
Él siempre nos dijo: resistan, esos no son invencibles. Hoy, yo no sé, sí sé, lo voy a decir otro día, cuál será el miedo, pero ya empezaron. Conmigo, a mí no me sacan en las pantallas, ni en los noticieros, ni en las entrevistas, ni en los programas especiales y conste que no es una queja, pero yo sí quiero que ustedes lo sepan.
Nada, cuando era yo secretario de Gobernación, me dio risa porque me tocó cubrir al presidente una vez que se enfermó de COVID, cuatro días y en la noche, llegaba yo a la casa de ustedes y prendía la televisión. Lo hacía por morbo, no por otra cosa y no me sacaban para nada, ni me mencionaban.
Pero ¿saben una cosa? A mí no me importa. Televisa no me interesa. Me vale Televisa un soberano cacahuate, porque a mí lo que verdaderamente me importa es entrevistarme con ustedes, estar con ustedes, porque esa es la única entrevista que cuenta.
Ahora, ya me mandaron a un amigo, a un compañero, que nos ayuda mucho, fue y me dijo, hasta Poza Rica. Los petroleros saben dónde queda Poza Rica Hidalgo, Veracruz, pues si ellos lo construyeron.
Entonces, me dijo el amigo: “Oye, vengo de emisario”. Le digo: “Ay, hermano ¿emisario de quién si yo no lo debo ni a los bancos, ni a Coppel, ni a Elektra?”.
Me dice: “No, emisario de los señores de Televisa, de los dueños de Televisa”. Y le digo: “¿Esos qué quieren?”. Fíjense bien, qué tanta es la perversión de estos. Me dice: “No, lo que quieren es invitarte un café, que vayas a sus oficinas y que una vez que estés allá en esas lujosas oficinas, ya se van a entender, van a poder platicar y vas a volver a aparecer en el Canal de las Estrellas”.
Le digo: “No, primo hermano, diles que yo soy alérgico al café”. En realidad, yo no soy alérgico al café, si a mí me gusta el café de Veracruz, de Oaxaca, de Chiapas de todo el país, pero con ustedes sí, con aquellos nada.
A mí, se los reitero, que se escuche bien. A mí no me interesan los oligarcas, los señores del dinero. Andrés Manuel nos enseñó hace muchos años, decíamos: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa.
Finalmente, se impuso la razón y la justicia, se impuso el pueblo. Nos organizamos y les ganamos.
¿Saben una cosa? El año próximo les vamos a volver a ganar a Televisa y a los señores del dinero, porque es el triunfo del pueblo.
Y hay otros, esos son igual y peores que los de Televisa, son los de Latinus, son puro empresario, bueno, no empresario, político corrupto, políticos del pasado, gobernadores, sinvergüenzas, hijos de exgobernadores, yernos de exgobernadores que ahora ya contrataron a un gatillero del periodismo.
Ahí andan diciendo de todo y lo mismo, ahora, como parte de esa campaña negra, ya iniciaron en contra de mis cercanos, de mis amigos. A mí, eso no me interesa.
Nosotros no tenemos la lengua larga. Nosotros hablamos con la verdad y los vamos a seguir desmintiendo y los vamos a seguir desnudando, porque era un cártel bien organizado, que traficaba con la sangre y con la salud de los mexicanos.
Yo no me voy a cansar de decir que aquí en Nuevo León, más de cinco mil 400 millones de pesos para estos pillos de Latinus. En Chihuahua, en Guanajuato, en el Estado de México, en Puebla, en Chiapas, en Veracruz, en los anteriores gobiernos hicieron lo que quisieron, a costa de la salud de los mexicanos.
Y eso, no debe de volver a suceder y desde aquí se los digo: no les teneos miedo. A nosotros nos respalda el pueblo. Nos respaldan ustedes.
Esos también ya me mandaron decir que cuándo voy a sus hermosas oficinas para que me hagan “una entrevista bien cuidada”. Como decíamos allá en el pueblo, están medio turuletos. Turuletos significa loquitos. Estos piensan que uno está hecho como ellos.
Miren, no voy a ir nunca y nunca me van a ver en las pantallas de Latinus, ni en sus programas especiales, capaz y voy, miren, se van a robar hasta el Santo Niño de Atocha que aquí cuido en mi bolsa, que me acompaña siempre. Nunca, nunca vamos a ceder ante ellos, que sigan de hablantines. A nosotros no nos preocupa, porque vamos a seguir recorriendo el país, como lo hemos hecho, acompañando a Andrés Manuel López Obrador durante muchos años, con la frente en alto, de eso no tengan ninguna duda.
Porque Andrés Manuel nos enseñó y ahora que somos delegados nacionales y andamos recorriendo el país, nos enseñó a trabajar incansablemente, al lado de ustedes.
Nos decía: hay que caminar anteponiendo las tres eses: suela de los zapatos, sudor de nuestras frentes y vaya que aquí en Monterrey se suda con este calor y saliva que es la palabra que se compromete y que se cumple, cuando se llega a gobernar.
Me da risa y se los platico, una anécdota, pues otra vez Televisa ¿qué creen que hicieron el otro día? No me mandaron a un camarógrafo con el micrófono y me dice, piensan que yo no les entiendo. Cuando ellos vayan, nosotros ya vamos a de regreso.
Me dice: “Oiga, licenciado —pone el micrófono y me dice—, usted juega con ventaja”. Le digo: “¿Por qué?”. “Ah, porque usted es el consentido del presidente.
Le digo: “No, el presidente solamente tiene un consentido, el consentido del presidente es el pueblo de México”, son ustedes, nadie más que ustedes.
Me dice: “Ah, pero es que usted presume que es su paisano”. Le digo: “No, eso yo no presumo, eso es una realidad y sí somos paisanos. Los dos somos tabasqueños hasta hablamos con la misma rapidez y con la misma claridad, pues yo qué puedo hacer, pues sí”.
Me dice: “Ah, pero es que usted dice que es su amigo”. “A ver, a mí me nombró secretario de Gobernación y se nombra como colaborador a tus compañeros, a los que han trabajado contigo, los que han construido este movimiento, los que creen que somos capaces. ¿A poco tú querías que nombrara secretario de Gobernación a Santiago Creel, Alito Moreno o a Rodrigo Medina? Pues no”.
Me dice: “Termino. Última pregunta. usted anda presumiendo que es su hermano”. Le digo: “No, yo eso no lo presumo. Nunca, pero sí te digo una cosa, cuando me nombró secretario de Gobernación me dijo: ‘Oye por qué no grabamos un video para que el país sepa a quién voy a nombrar’. Le dije: ‘De acuerdo, presidente’.
Entonces, dice él en el video: ‘He tomado la decisión de nombrar como nuevo secretario de Gobernación al todavía gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, que es mi hermano’. Lo dijo él. El que lo presume es él. Yo me dejo querer. Cómo no me voy a dejar querer por ese presidente”.
Y ya, les digo una cosa, yo he recorrido el país durante muchos años, acompañando a Andrés Manuel López Obrador, soy testigo de cómo con ustedes construyó este movimiento, que hoy está transformando al país.
De lo que sí puedo enorgullecerme es de contarles a ustedes que yo todo lo que soy, lo que sé, lo que he sido en política se lo debo a él, porque yo he sido diputado local, diputado local, senador, gobernador de Tabasco y secretario de Gobernación, pero gracias a él y a sus enseñanzas.
Mi maestro se llama Andrés Manuel López Obrador y que no les quede ninguna duda. A mí maestro yo, cariño, agradecimiento, reconocimiento, pero sobre todo lealtad, que no tengan duda. Yo siempre voy a estar acompañando y apoyando a Andrés Manuel López Obrador.
Por eso aquí, les hago un exhorto. El año próximo se va a reformar el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación, porque ya basta de tanta injusticia en México.
Ese es nuestro pendiente. En este país, desafortunadamente, la justicia se vende al mejor postor. Los jueces, los magistrados, los ministros, los magistrados agrarios, los magistrados electorales, mucho más. Ahora en el colmo del absurdo, están como aquel clásico dicen: “Lo que el presidente quiso decir…”, cuando ellos tienen que interpretar correctamente dichos y hechos.
Pero ahora sí, pretenden censurar al presidente de la República y desde aquí, desde Nuevo León, desde Monterrey lo digo, todos somos uno, todos estamos acompañando y apoyando al presidente Andrés Manuel López Obrador. No pasarán los magistrados con su embestida.
Les quiero comentar algo y se los digo con un enorme orgullo, una maestra a la que yo quiero, admiro, respeto, escucho mucho. Ella me aconseja, me dice mucho, lo que hay que decir y lo que hay que hacer.
Me dijo un día, hace ya algunas semanas: “Mira, Adán Augusto, en México la injusticia es como la serpiente, solamente muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para un par de huaraches, a los pobres, a los marginados de siempre”.
Y tiene toda la razón mi maestra, porque yo aquí les pregunto: ¿cuándo han escuchado ustedes que un agricultor, un campesino, un ejidatario de Nuevo León o de cualquier parte del país diga que le ganó un juicio a un potentado, a un poderoso, en defensa de su tierra? Nunca.
Son insaciables, entre más tienen, más quieren. No tienen más Dios que el señor dinero. Pero que no se les olvide a aquellos, que la raíz de todos los males es el amor al dinero.
Por eso, ustedes van a tener, el año próximo, la decisión en sus manos. Nunca más un ministro de la Corte que gane más de 600 mil pesos al mes. Nunca más injusticia en este país.
Vamos todos juntos el año próximo a apoyar al presidente de la República y vamos, finalmente a que en este país haya justicia para todos, justicia para el pueblo.
Miren, yo quiero decirles que la Cuarta Transformación de la vida pública nacional ha conseguido muchas cosas. Hoy hay programas sociales.
Hoy aquí en Nuevo León más de 617 mil adultos mayores reciben una pensión universal y más de 454 mil jóvenes, niños, estudiantes reciben la Beca Benito Juárez y hay apoyo para las madres solteras, para las personas con discapacidad, fertilizante para los agricultores. Hay mucho programa social.
Hay obras, ahí está la obra del acueducto, del Cuchillo II que todos pensaban que no se iba a poder y sí se pudo, gracias a ustedes.
Hay presas en Jalisco, en Sinaloa, en Nayarit y desalinizadora. Hay obras en el sureste, refinería, Tren Maya, Transístmico, nunca, desde antes de la revolución se habían construido tantas vías férreas en este país. Hay justicia social y hay inversión pública y eso es parte de la Cuarta Transformación.
Pero lo más hermoso, lo más bondadoso que se ha conseguido y que es irreversible es la revolución de las conciencias y solamente esa bondad se compara a algo que ahora les quiero platicar.
Cuando yo acompañé al presidente de la República en su recorrido por todo el país, eran jornadas interminables. Al término, seis, siete de la noche, nunca faltó la compañera o el compañero que lo invitara a su casa, que le convidara un vasito con agua, un plato de frijol o de arroz, una tortilla. Nunca faltó. Eso es lo más hermoso del pueblo de México.
El pueblo de México tiene algo que no tiene ningún pueblo del mundo. Es su bondad, su generosidad y su solidaridad. Ni los rusos, ni los chinos, ni los japoneses, ni los holandeses, ni los franceses, ni los ingleses, solamente el pueblo de México.
Aquí aprovecho a los petroleros. Cuando un amigo, a un compañero sabemos que le hace falta para comer en su casa, siempre hay el vecino, el amigo, el compañero, la compañera que lo invita a su mesa y le comparte, por muy modesta que esta sea, eso no lo vamos a ver en ninguna parte del mundo, solamente el pueblo de México.
Por eso les digo, aquí en esta hermosa tarde de Monterrey, podrán intentar detener muchas cosas, que no lo van a lograr, porque les digo algo: yo tengo un presentimiento, más temprano que tarde va a llegar la transformación de Nuevo León y la vamos a construir con ustedes.
Podrán, a lo mejor ganar una presidencia municipal, que no lo creo. Intentar ganar un gobierno de estado, que no lo creo, pero lo que nunca podrán tener es lo más hermoso de la Cuarta Transformación y es la revolución de las conciencias.
Esa maestra me dijo: “Mira, revolución de las conciencias significa distinguir entre lo bueno y lo malo, entre los buenos y los males; y no se olvide nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal.
Y hoy les tengo una buena noticia, la mejor de las noticias es que somos más, muchos más, muchos millones de mexicanos que formamos el pueblo bueno y que vamos a seguir adelante, construyendo la Cuarta Transformación.
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
¡Y que viva Monterrey!
¡Que viva el pueblo de Nuevo León!
¡Que viva Nuevo León!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
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