Muchas gracias a todas y a todos ustedes.
Miren, me acuerdo —hoy que estoy aquí en Veracruz, en el Puerto—, me acuerdo cuando mis padres me trajeron a conocer el mar. Cuando estábamos parados allá por Mocambo, ya se veía el mar. Me dice mi padre algo que fue mi primer recuerdo de Veracruz. Me dijo: “Mira, solo Veracruz es bello”.
¡Viva Veracruz!
No saben ustedes el gusto, la emoción que me da estar aquí en Veracruz.
Veracruz es un país. Veracruz tiene todo, lo más importante es su gente. Hay montañas, hay costa, hay ríos de los más caudalosos de México, hay valles, hay huasteca, hay todo; pero, lo más hermoso, o más bello de Veracruz es su gente, son ustedes, el pueblo veracruzano.
Veracruz es una enorme porción de la historia de nuestro país. Puerto de entrada de todo el mundo hacia México. ¿Cuántas hermosas historias de mexicanos adoptivos no se escribieron aquí en Veracruz?
Desde luego, del Líbano, de Italia, que se fueron tierra adentro a formar lugares como Nueva Italia, como Chipilo, que engrandecieron a nuestro país y cómo olvidar al exilio español.
Cómo olvidar que aquí, en Veracruz, atracó el Barco Biznaga, 13 de junio de 1939 es un día de gloria para nuestro país y para la República Española. Ahí se sentaron las bases para que toda una generación de españoles entrara a engrandecer a nuestro país.
¡Que viva el exilio español y los republicanos!
Miren, eso es Veracruz, es generosidad, es entrega, es dedicación. Son ejemplo, el pueblo veracruzano de trabajo, de dedicación, de entrega.
Uno va a Martínez de la Torre y es un orgullo saber que el mejor limón persa del mundo se produce en Veracruz y va uno a San Rafael y es producción y producción y va uno a Tres Valles y es arroz; si va a la zona de Papaloapan y es piña, son cítricos. Eso es Veracruz.
Veracruz es inmenso, ya lo dije, por su riqueza, pero es mucho más inmenso por ustedes. Un pueblo alegre, trabajador, noble, dedicado. Eso es Veracruz.
Yo aquí aprovecho para agradecer la presencia de todos y cada uno de ustedes, pero de manera especial de los trabajadores Petroleros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la República Mexicana.
Muchas gracias.
Y desde aquí, quiero agradecer de manera muy especial, porque es una gente que sabe ser amigo, al dirigente nacional del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana, Ricardo Aldana. Muchas gracias, Ricardo.
Miren, hace unos días, algunos compañeros me fueron a decir: ¿por qué quieres tanto a los Trabajadores petroleros de la República Mexicana?
¿Por qué? ¿Por qué te entregas a las loas del sindicato? Primero y se los digo con toda franqueza, no olvidemos nunca que el trabajador petrolero es pueblo.
Y porque son un ejemplo y con ellos vamos a sacar adelante a la empresa de todos, a Petróleos Mexicanos.
Aquí también aprovecho para agradecer la presencia, la participación, el apoyo de los adultos mayores que hoy nos acompañan. Los adultos mayores son la base de este movimiento, sin los adultos mayores posiblemente la Cuarta Transformación no hubiese llegado.
Ustedes con su dedicación, con su entrega, con su apoyo hicieron fuerte a Andrés Manuel López Obrador. En los momentos difíciles, ustedes lo acompañaron, ustedes lo apoyaron y le tendieron la mano.
En el 2006, cómo olvidarlo, cuando Televisa y los mismos de siempre, los que decían que Andrés Manuel era un peligro para México, mediante el fraude electoral más escandaloso de la historia, impusieron a un espurio en la Presidencia de la República. Le robaron la Presidencia a Andrés Manuel, pero no acabaron con la esperanza de un pueblo que lo acompañó.
Y en el 2012, otra vez, los mismos de siempre diseñaron, fabricaron a un candidato y lo sentaron en la Presidencia de la República. ¿Saben quiénes estuvieron con Andrés Manuel en ese momento? Ustedes, el pueblo, los adultos mayores, de este país; lo acompañaron y le dieron aliento.
Llegó el momento de la cita con la historia. Julio del 2018, ni con todo el dinero del mundo, ni con todas las campañas oscuras de Televisa y de los señores del dinero pudieron detener la ola popular y ustedes, más de 30 millones de mexicanos llevaron a la Presidencia de la República a Andrés Manuel López Obrador,
¿Saben ustedes qué fue lo primero que hizo Andrés Manuel cuando llegó a la Presidencia? Mandó una iniciativa para que se hiciera ley, para que se hiciera realidad la pensión universal para los adultos mayores.
Y en enero y febrero del 2019, por todo el país, a todos los hogares llegaron los servidores de la nación, anónimos héroes de la Cuarta Transformación, fueron a todas las casas, había que levantar un censo, saber quiénes eran, cuántos era y dónde estaban los adultos mayores de este país.
Porque, finalmente, a finales de marzo y principios de abril, por primera vez en la historia de México un panadero, un paletero, un carpintero, un herrero, un plomero, un albañil, un bolero, un peón de albañil, un talabartero, una ama de casa tuvieron derecho a una jubilación, a su pensión universal.
Ese es un ejemplo de amor hacia los adultos mayores, pero dignificar la vida de quienes han dado dato para la construcción de este gran país que es México.
Por eso ahora, aprovecho aquí para decirles, como ya se acercan los tiempos electorales, ya andan otra vez, Televisa, los mismos de siempre, los que se sienten dueños y amos de México ya andan diciendo: ahora que se vaya Andrés Manuel López Obrador se va a acabar la pensión universal para los adultos mayores.
Pues aquí, en este histórico puerto, yo aprovecho para repetir las palabras del Presidente Andrés Manuel López Obrador, dijo: “Venga quien venga, la pensión universal se queda, porque es un derecho y una obligación constitucional”.
Miren, ya surgió otro, yo no le voy a decir que es una chachalaca, porque después sale y llora, pero sí les digo, se llama Vicente Fox, anda diciendo, le dijo a su candidata que ahora quiere que regrese la pensión para los expresidentes de la República.
Escuchen, eso es el más grande de los absurdos, dijo que también se terminen los programas sociales y, sobre todo, la pensión universal para los adultos mayores, porque, dijo: “todos, los que reciben ellos, todos los que reciben la pensión con unos…” yo no lo voy a decir.
El flojo, el zángano, el mantenido es él, ustedes son pueblo bueno, organizado, cariñoso, entregado, laborioso. Esos son ustedes.
Y a ver, pues aquí aprovecho. Miren, aquí teniendo como testigo a San Juan de Ulúa, yo les propongo que hagamos una encuesta. ¿Qué les parece? Nada más que sí, yo estoy obligado a decirles que esta encuesta no la van a publicar, ni en El Universal, ni en el Reforma, ni en El Economista, ni en Latinus, mucho menos en Televisa y en El Financiero, que ya lo dijo el presidente, pura encuesta cuchareada.
Pues, esas encuestas que publican en todos esos medios se llaman encuestas anímicas. Encuestas anímicas, porque se utilizan para elevar el ánimo a la que las paga o al que las paga. Eso es lo que tanto combatimos y hay algunos que piensan que la historia, la parte mala de la historia de México ya se nos olvidó, tanto que costó esta lucha como para venir, como dijo el poeta: “¿Ya se quieren convertir en todo aquello que tanto combatieron?”. No, aquí la única encuesta que vale es la del pueblo.
Por eso, a ver yo les pregunto ¿ustedes están de acuerdo en que regrese la pensión a los expresidentes de la República? No, pues aquí, en veracruzano les digo: ya se jodió Fox.
A ver, segunda pregunta ¿ustedes quieren que regrese la pensión, que se quede la pensión universal para los adultos mayores? Sí. No se escucha. Pues, que lo escuchen bien aquellos. Tengan para que aprendan. Veracruz ya decidió, el pueblo manda. Ustedes mandan.
Pero esa es otra encuesta.
Miren, aquí la emoción, la alegría y el calor de Veracruz, les tengo una buena noticia.
Miren, como dicen los litigantes: habida cuenta del resultado de esta encuesta, yo les tengo una buena noticia.
A ver ¿cómo se llama?
Dora Villa Amaya: Dora Villa Amaya.
Lic. Adán Augusto López Hernández: Dora Villa Amaya.
¿Ya usted recibe su pensión universal, doña Dora?
Dora Villa Amaya: Así es.
Lic. Adán Augusto López Hernández: ¿De cuánto es la pensión?
Dora Villa Amaya: Cuatro 800.
Lic. Adán Augusto López Hernández: Cuatro mil 800 pesos.
Le quiero pedir un favor. Siéntese, no se me vaya a caer de la emoción. A partir de enero del próximo año, la pensión universal aumenta 25 por ciento, va a ser de seis mil pesos.
A ver ¿a poco ese no es amor del bueno? Amor del presidente hacia su pueblo y del pueblo a su presidente. Ese es de esos amores, como decía Sabines, que no se puede decir, ni con palabras, ni con callar. Este es amor del bueno, por eso amor con amor se paga.
Miren, yo no sé cuál sea el miedo, cuál sea el temor, ya les platiqué cómo Televisa durante décadas se dedicó a desaparecer a Andrés Manuel López Obrador de sus pantallas, a atacarlo, a decir que era un peligro para México.
Ahora, yo ya no sé a qué le tienen miedo, pues resulta que, a mí desde que ando recorriendo el país, desde antes, ya no me sacan en sus noticieros, ni en sus entrevistas.
Cuando era yo secretario de Gobernación, me tocó cubrir al presidente porque había enfermado de COVID y me acuerdo de que en las noches, por morbo, no por otra cosa, en lugar del ver el béisbol, prendía la televisión y decían en los noticieros de Telerisa: “El gobierno de México informó…”, pero no dijeron nunca quién había informado y mucho menos presentaron una imagen.
A mí, la verdad, a mí no me importa, a mí Televisa me vale un soberano cacahuate. No me importa Televisa.
A mí me importan ustedes, entrevistarme con ustedes, con el pueblo de México, con los petroleros, con los ferrocarrileros, con los mineros, con los agricultores, con los campesinos, con los trabajadores, con los obreros, con los maestros de México, pero con ellos, nunca.
¡Claro que vamos a ganar, no tengan duda!
Les platico, para que vean cómo actúan. Ya me mandaron a un emisario. Es un amigo al que yo estimo, es mi compañero, un gran amigo, es mi hermano, por aquí anda. No lo voy a quemar.
Fue a verme a Poza Rica, ustedes saben ¿dónde queda Poza Rica? En el hermoso estado de Veracruz.
Fue a verme a Poza Rica y me dice: “Oye, hermano, vengo de emisario”. Le digo “¿Emisario de quién? Si yo no le debo a los bancos, ni a Coppel, ni a Elektra”. Me dice: “No, emisario de los señores de Televisa, de los dueños de Televisa”. Y le digo: “Ay hermano y ¿esos qué quieren?”.
Me dice: “Que cuándo vas a sus oficinas. Que quieren invitarte un café”. Le digo “No, primo hermano, yo soy alérgico al café”. Me da alergia el café, me llena de ronchas si me tomo un café con los de Televisa, con ustedes, café, lechero, torito, incluso. Hasta un torito veracruzano, pero con Televisa nada, ni a la esquina.
Estos están acostumbrados a eso, pero aquí se van a tomar con pared, porque ¿saben una cosa? Ya les ganamos. Cuando le hicieron todo lo que le hicieron a Andrés Manuel, él nos decía: si este pueblo se organiza, no nos gana Televisa. Este pueblo se organizó y triunfo.
Por hoy, les digo desde aquí, desde Veracruz: a Televisa y aquellos, les vamos a volver a ganar.
Vamos a seguir organizados, porque nos asiste la razón. Estamos, el pueblo de México está del lado bueno de la historia. Vamos a seguir construyendo entre todos la Cuarta Transformación de la Vida Pública Nacional y lo vamos a hacer con todos ustedes.
Miren, ahora que mi partido Morena, porque yo soy orgulloso fundador y militante de Morena. A mí, no se me olvida.
Yo he recorrido el país y aprendí a conocerlo al lado del presidente Andrés Manuel López Obrador y lo hacíamos en jornadas interminables, empezábamos seis, siete de la mañana y terminábamos seis, siete de la noche.
No necesitábamos dinero para viáticos, ni nada por el estilo. Cuando la jornada terminaba, al caer la tarde, nunca faltó el compañero o la compañera que lo invitara a su casa, por muy molesta que fuera, nunca faltó un poco de agua, un plato de frijol, de arroz y una tortilla y cuando estábamos en Veracruz, en Alvarado, un arrocito a la tumbada si se podía.
Pero eso es lo más hermoso que tiene el pueblo de México, su bondad, su generosidad, eso lo tiene ningún pueblo del mundo ni los rusos, ni los chinos, ni los japoneses, ni los franceses, alemanes, españoles, ni los americanos, solo ustedes, el pueblo de México, pueblo noble, generoso, bondadoso y solidario.
Y miren, aquí entre hermanos, paisanos, porque Tabasco y Veracruz somos hermanos, pueblos hermanos, tabasqueños y veracruzanos somos lo mismo.
Les digo dos cosas, escúchenlo bien: que no les quede ninguna duda, son los tiempos de los hombres del sur-sureste del país y va a soplar, va a seguir soplando el viento del sur, porque la transformación inició desde el sureste y va a continuar desde el sureste del país.
Miren, ya les platiqué que los de Televisa no nos quieren, pero eso sí, ahí me mandaron a un reportero, que fue y me dijo el otro día, llegó a entrevistarme.
Y me dice: “Ah, es que usted juega con ventaja”. Le digo: “¿Por qué?”. “Porque usted anda diciendo que es el consentido del presidente”. Le digo: “No, yo no soy el consentido del presidente. El presidente solo tiene un consentido: el pueblo de México”.
Me dice: “Ah, pero es que usted anda diciendo que es su paisano”. “Ay, le digo, pues claro que es mi paisano, los dos somos tabasqueños y yo, eso no lo voy a negar nunca”.
Y me dice: “Ah, pero es que usted presume que es su amigo”. “A ver, le digo, él me nombró secretario de Gobernación y tú invitas a colaborar contigo a los que conoces, a los que te han acompañado, a los que ayudaron a construir este gran movimiento, a los que les tienes confianza y a los que crees que son los más capacitados. ¿Qué querían, que nombrara a Cabeza de Vaca o a Miguel Ángel Yunes de secretario de Gobernación?”. Nunca.
Me dice: “Ah, pero es que tú andas presumiendo que es tu hermano”. Le digo: “Mira, yo presumido no soy. Cuando me nombró secretario de Gobernación me dijo: ‘Vamos a hacer un video para que se sepa quién es el nuevo secretario de Gobernación. Y dijo: he tomado la decisión de nombrar como secretario de Gobernación al todavía gobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández, que es mi hermano’. Entonces, él es el que me presume. Yo no, yo me dejo querer, como buen veracruzano”.
¿A poco ustedes los veracruzanos no se dejan querer? Pues yo también, es un honor que el presidente de la República me llame hermano.
Lo que es cierto y lo que es mi orgullo es que yo todo, lo poco o mucho que sé y he sido en política se lo debo a mi maestro Andrés Manuel López Obrador. Es mi maestro y al maestro afecto, cariño, lealtad, entrega reconocimiento, pero sobre todo lealtad.
Miren, todavía quedan algunos pendientes en la Cuarta Transformación, queda uno en especial, pero que no les quede ninguna duda, el año próximo, con la participación y el apoyo de ustedes se va a reformar, va a cambiar el Poder Judicial de la Federación y la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ya basta de ministros que ganan 600 mil pesos al mes. Ya basta de tanta injusticia en este país. Es hora de que haya justicia, justicia para el pueblo, justicia para el ferrocarrilero, para el petrolero, para el maestro, para el agricultor, para el obrero, para el campesino, para todos.
Miren, una maestra a la que yo quiero, admiro, respeto, escucho mucho, a mí me aconseja siempre. Cuando yo tengo una duda, siempre recurro a mi maestra.
Y me dijo: “Mira, Adán Augusto, en México la injusticia es como la serpiente, solo muerde a los que están descalzos, a los que no tienen ni para un par de huaraches, a los pobres, a los oprimidos, a los marginados de siempre”.
Cuánta razón tiene mi maestra. A ver ¿cuándo han escuchado ustedes que un humilde agricultor, campesino, ejidatario de aquí de Veracruz, de este hermoso estado, le haya ganado un juicio en defensa de su pedazo de tierra a un rico, a potentado? Nunca.
Este es el país, desafortunadamente, de las injusticias, donde el rico, el poderoso, entre más tiene, más quiere. No tienen más Dios que el dinero, pero ojalá algún día entiendan que la raíz de todos los males es el amor al dinero.
Por eso, tiene que haber justicia y por eso, con la participación de todos, se va a transformar el Poder Judicial y la Suprema Corte de Justicia. Justicia para el pueblo.
Miren, la Cuarta Transformación es la de los programas sociales, de las grandes obras públicas, de los grandes proyectos nacionales, pero hay algo que no van a poder borrar ni con toda el agua del océano. Tenemos un presidente que trabaja y que cumple y que le cumple a su pueblo.
Desde aquí les digo, claro que estamos orgullosos del presidente Andrés Manuel López Obrador. Acaba de publicarse, hace unos días la medición del CONEVAL, ocho millones menos de pobres en México. Lo que nunca antes en la historia de este país, pero tenemos un presidente a la altura del grandioso pueblo de México.
Por eso les digo: lo más hermoso y se los digo aquí frente al mar, como decía Pellicer: “Frente al mar de Veracruz, espejo de la noche antigua. Agua de tantos recuerdos”. No se nos olvide que esa agua, ese mar no es el mar, es la tierra de Veracruz.
Aquí les digo, es la hora de consolidar la revolución de las conciencias, porque lo más hermoso que han construido ustedes, el pueblo y el presidente se llama revolución de las conciencias. Esa ya no tiene reversa, es irreversible.
Y esa misma maestra me enseñó, me dijo, mira: “Revolución de las conciencias significa distinguir entre lo bueno y lo malo, entre los buenos y los malos; y que no se nos olvide nunca, nunca que el bien siempre triunfa por encima del mal”.
Y les tengo una gran noticia: somos más, muchos más, millones más de mexicanos que somos el pueblo bueno. El pueblo bueno es el que manda. El pueblo bueno va a volver a ganar.
¡Que viva Veracruz!
¡Que viva el pueblo veracruzano!
¡Que viva México!
¡Que viva Andrés Manuel López Obrador!
Muchas gracias a todas y a todos.
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